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Prescripción

Duración óptima del tratamiento antiagregante plaquetario doble (tapd): continúa la controversia

Introducción
El tratamiento antiagregante plaquetario doble (TAPD) se refiere a la combinación de aspirina (AAS) y un inhibidor del receptor plaquetario de adenosina difosfato P2Y12 (clopidogrel, prasugrel o ticagrelor), y es una de las opciones de tratamiento más intensamente investigadas en la medicina cardiovascular.

Actualmente, el TAPD se considera un componente esencial del tratamiento de los pacientes con un síndrome coronario agudo (SCA) o tras una intervención coronaria percutánea con implantación de stent coronario (ICP/stent). El TAPD disminuye no solo el riesgo de trombosis del stent y los riesgos isquémicos asociados, sino que la evidencia muestra que también disminuyen los eventos cardiovasculares no relacionados con el stent (IAM, ictus)1,2,3. Sin embargo, a este beneficio se contrapone un mayor riesgo hemorrágico que, a su vez, se asocia a una mayor mortalidad4.

La duración óptima del TAPD sigue siendo un tema controvertido. Existen recomendaciones generales, en ocasiones de bajo nivel de evidencia, en función de la indicación, tipo de stent utilizado, riesgos isquémico y hemorrágico del paciente, etc. y existe variabilidad entre las guías en algunas de las recomendaciones emitidas5.

El objetivo de este boletín es revisar las recomendaciones actuales sobre la duración óptima del TAPD según la guía de la European Society of Cardiology (ESC 2017 )1 por ser la utilizada en nuestro medio, incorporando aspectos prácticos a tener en cuenta en el manejo de estos pacientes en atención primaria.

Seguimiento compartido
Los TAPD se instauran en el ámbito hospitalario, pero su seguimiento suele ser ambulatorio en la mayoría de los casos. Por ello, resulta fundamental que el médico prescriptor inicial realice la prescripción electrónica indicando claramente la duración prevista del tratamiento (“fecha fin” del segundo antiagregante en Presbide o “fecha de revisión”), dejando constancia en la historia clínica de los factores de riesgo trombótico del paciente que justifiquen la decisión de prolongar la doble antiagregación y de la ausencia de factores de riesgo hemorrágico. La TAPD debe revaluarse al menos cada 12 meses o siempre que ocurra un nuevo evento isquémico o hemorrágico.

Con la información disponible (indicación y duración estimada) el médico de atención primaria puede colaborar en el seguimiento del paciente, con especial atención a la adherencia, la duración y a los posibles efectos adversos del tratamiento.

La interconsulta/consulta no presencial al Servicio de Cardiología puede ser una herramienta de comunicación útil en caso de surgir cualquier duda.

En febrero de 2020 en la CAV había 4.304 pacientes con al menos 2 tratamientos activos de antiagregantes durante más de 1 año18. Sería recomendable revisar si la indicación del TAPD sigue vigente en los pacientes con tratamientos prolongados.

Ideas Clave

  • Ajustar la duración del TAPD a cada paciente según su riesgo trombótico y su riesgo hemorrágico.
  • Minimizar el riesgo de sangrado modulando factores de riesgo modificables, utilizando dosis bajas de antiagregantes y añadiendo un IBP.
  • Revisar si la indicación de TAPD sigue vigente al año.

Puede leer el documento completo en el enlace que aparece en el encabezado

creado el 10 de Febrero de 2021