Objetivo: Evaluar los errores en los aspectos legales de la prescripción de medicamentos en una Farmacia Básica en el sur de Santa Catarina.
Método: Estudio transversal cuantitativo – descriptivo, que incluyó 450 recetas con errores de prescripción que se recopilaron entre septiembre y diciembre de 2019. Los datos recolectados fueron proporcionados por una farmacia básica del Sistema Único de Salud (SUS) a través de un formulario estandarizado, y se almacenaron en una base de datos para su posterior análisis.
Resultados: Durante este periodo, el total de servicios prestados en la farmacia Básica fue de 29.126 visitas, y se detectaron un 1,53% de errores de prescripción de medicamentos. De las 450 prescripciones evaluadas, 298 (66,7%) eran para mujeres, 135 (30,2%) para hombres y 14 (3,1%) no incluían esa información.
Entre las variables analizadas, los errores más frecuentes en las prescripciones evaluadas fueron: 116 (26,0%) con errores en la concentración y forma farmacéutica según la Lista Municipal de Medicamentos Esenciales (REMUME), 81 (18,1%) con errores de posología y duración del tratamiento, 62 (13,9%) tenían problemas con la firma del prescriptor, 59 (13,2%) con el sello y asesoramiento profesional, y 37 (8,3%) tenían una caligrafía ilegible y tachaduras.
En cuanto a las instituciones que cometieron más errores a la hora de prescribir medicamentos, 308 (68,9%) de las recetas mal escritas se emitieron en el sector público, una tasa superior a la del sector privado y hospitalario. En cuanto a las clases de sustancias incluidas en las recetas podemos mencionar a los medicamentos incluidos en la Ordenanza 344/98 (es decir los medicamentos que se someten a un control especial, incluyendo los psicotrópicos) que fueron 199 (44,5%) de los errores de prescripción, en comparación con los medicamentos básicos y los antimicrobianos. En cuanto al profesional que escribió las recetas, el médico fue responsable del 361 (80,8%) de las prescripciones con errores, mientras que el odontólogo solo lo fue de 22 (4,9%).
Conclusión: Se concluye que entre los errores más comunes se encuentran la concentración y forma farmacéutica según la estandarización REMUME, y la posología y duración del tratamiento, entre otros. Tales errores en la prescripción podrían evitarse mejorando el criterio y la atención de los prescriptores. Se destaca la acción del equipo de farmacia, que trabaja para detectar errores y orientar a los prescriptores para proteger la seguridad del paciente.