En 2020, el Centro de Farmacovigilancia de Holanda (Lareb) publicó un análisis de los 918 informes de efectos adversos psiquiátricos en niños y adolescentes que había recibido entre 2003 y 2016. Estos informes mencionaron un total de 1.478 eventos adversos psiquiátricos, 156 de los cuales fueron graves [1]. Los principales efectos adversos que se informaron sobre los fármacos en cuestión fueron agitación, agresión, comportamiento anormal, depresión, trastornos psicóticos y tics [1].
Los fármacos implicados más frecuentemente en los informes de niños de 1 a 3 años fueron montelukast (antiasmático), beclometasona y fluticasona, así como amoxicilina, ácido valproico, azitromicina y palivizumab [1].
Los fármacos implicados más frecuentemente en los informes de niños de 4 a 12 años fueron los que se utilizan para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (metilfenidato y atomoxetina), medicamentos para el tratar el asma, ácido valproico, oxibutinina y risperidona.
Los fármacos implicados más frecuentemente en los informes de adolescentes de 13 a 18 años incluyen los que se mencionaron anteriormente, además de antidepresivos, neurolépticos, isotretinoína, levotiroxina y anticonceptivos hormonales.
En la práctica, los niños, al igual que los adultos, experimentan efectos adversos psiquiátricos y conductuales con muchos medicamentos, incluso con los que no se utilizan como psicotrópicos, como por ejemplo los antiinfecciosos y los antiasmáticos.
Referencia