Las empresas estadounidenses gastan cientos de miles de millones de dólares al año en medicamentos de venta con receta y la cuenta sigue aumentando. Sin embargo, algunas de las compañías que prometen ayudar a reducir esos costos ocultan parte de la realidad.
¿Por qué es esto importante? Axios accedió a documentos que revelan la existencia de un nuevo estrato de secretismo en el laberinto de los precios de los medicamentos en EE UU. Según estos documentos, las empresas que gestionan la cobertura de medicamentos para cientos de compañías que representan a millones de trabajadores ocultan los detalles de sus negociaciones, haciendo difícil que se pueda establecer si realmente están ofreciendo un buen acuerdo.
En un contexto amplio: En 2019, los estadounidenses gastaron US$370.000 millones en medicamentos de venta con receta comprados en minoristas y las empresas se hicieron cargo de aproximadamente US$166.000 millones de ese total, según información federal.
El gasto en medicamentos de las empresas aumentó más de 6% en 2019 y se había incrementado más de 5% en 2018. Estos aumentos han incentivado a las empresas a buscar formas de reducir los costos de la forma que sea.
¿Cómo funciona? Las empresas contratan a gestores de beneficios farmacéuticos (PBMs) para que se responsabilicen de manejar los beneficios de farmacia que los seguros de salud ofrecer a sus trabajadores. Estos PBMs negocian los precios con las compañías farmacéuticas y acuerdan qué medicamentos recibirán un tratamiento preferencial.
Hay grandes firmas de consultoría que trabajan con los PBMs para organizar coaliciones de negociación de precios, atrayendo a las empresas más grandes (incluyendo a las que están en la lista del Fortune 500) a realizar acuerdos de compra que, en teoría, maximizan su poder de negociación.
Pero las empresas pueden tener dificultades para determinar la ventaja financiera de estos arreglos.
En detalle: Según los documentos a los que accedió Axios, Aon, una de las mayores firmas globales de consultoría, gestiona una de las coaliciones de precios más grandes. Incluye a más de 400 empresas y a 2,4 millones de personas aseguradas.
Aon trabaja exclusivamente con tres grandes PBMs que controlan casi el 80% del mercado: Express Scripts, CVS Caremark y OptumRx.
Para formar parte de la coalición de Aon, las empresas pagaron entre US$20.000 y US$300.000 en 2020, dependiendo de su tamaño.
Entonces, ¿qué es lo que no ven las empresas que forman parte de esta coalición? La información sobre los precios, para saber si los acuerdos son beneficiosos o no.
Las consultoras y los PBMs que establecen las coaliciones de precios retienen esa información por la misma razón que las compañías de seguros ocultan los porcentajes que negocian con hospitales y médicos. Esa información es la clave de su negocio.
“Los PBMs y las consultoras trabajarán arduamente para convencer a las empresas de que están velando por sus intereses, hasta que estas le soliciten la información” aseguró un experto en la materia.
Los detalles: Los documentos de la coalición de precios de Aon imponen límites estrictos a la capacidad de las empresas para acceder a la información sobre los costos de los medicamentos, y a su capacidad para analizar los datos, si pudieran obtenerlos.
Un acuerdo de confidencialidad entre Aon y terceras partes estipula que si las empresas desearan auditar los datos de la coalición, los vendedores “nunca incluirán el precio promedio de venta al por mayor de un medicamento, el costo de los ingredientes o la parte del costo que el corresponde a cada empresa, o cualquier otra información que pudiera servir para calcular como la coalición calcula los precios” en los informes que entreguen a las empresas.
Una fuente de la industria dijo “ni siquiera se puede entender lo más básico, la gente simplemente se fía de Aon”.
Según el contrato entre Aon y Express Scripts, las empresas “tampoco permitirán que un tercero acceda o intente acceder, evalúe o audite” los sistemas electrónicos o las bases de datos de Express Scripts.
Lo que estamos oyendo: Diversas personas que trabajan en la industria y pidieron permanecer anónimas por el carácter confidencial que tienen las coaliciones, nos aseguraron que la mayoría de las empresas (sin importar qué tan grande sean) no tienen ni idea de a qué están renunciando cuando ingresan en la coalición. Una vez que están dentro de la coalición, no pueden obtener una segunda opinión sobre el precio que están pagando por los medicamentos
La otra parte: Los ejecutivos de Aon y de Express Scripts no aceptaron ser entrevistados.
Aon declaró que, en 2020, quienes formaban parte de su coalición ahorraron, en promedio, un 18% en el precio de los medicamentos, pero no respondió las preguntas de Axios sobre los documentos o los derechos sobre la información.
Cuando Axios se comunicó por primera vez con Aon para solicitar información sobre los documentos, un bufete de abogados contratado por Express Scripts envió una carta de cese y desista, exigiendo que Axios identifique la fuente que filtró los documentos y los destruyera.
Contexto: El secreto y la complejidad del proceso de fijación de precios de medicamentos va más allá de esta coalición.
Muchas grandes empresas han criticado duramente a sus PBMs y un puñado de gobiernos estatales han despedido o auditado a sus PBMs.
En definitiva: las empresas pagan una gran parte de la factura millonaria por los medicamentos que consumen sus trabajadores. Pero los contratos secretos, que no son nada nuevo en el sistema de salud, impiden que puedan averiguar si los precios que están pagando son razonables.