En 2022, un equipo japonés publicó un análisis de los informes de abortos espontáneos atribuidos a análogos de la prostaglandina F2 alfa en colirios, que se registraron en la base de datos de farmacovigilancia de EE UU (FAERS) hasta el 2018 y en la base de datos japonesa (Jader) hasta el 2019 [1]. Los análogos de la prostaglandina F2 alfa en colirios están autorizados para tratar la presión intraocular elevada e incluyen al bimatoprost (Lumigan u otras marcas), al latanoprost (Xalatan u otras marcas), el travoprost (Travatan u otras marcas) y el tafluprost.
Este estudio encontró que entre los efectos adversos registrados en la base de datos de EE UU se informó una proporción cuatro veces mayor de abortos espontáneos con el latanoprost en comparación con el promedio que se informó para los otros medicamentos de la base de datos (una diferencia estadísticamente significativa). Se observó una señal de desproporcionalidad similar con el travoprost (aunque no fue estadísticamente significativa). Los informes del bimatoprost y el tafluprost fueron demasiado pocos, por lo que no fue posible hacer una comparación similar.
El número de informes en la base de datos japonesa fue bajo, pero los datos coinciden [1].
Hay muy pocos datos sobre el efecto de los análogos de la prostaglandina F2 alfa que se usan en colirios en el embarazo. La señal que reveló este estudio representa un nivel de evidencia bajo, pero coincide con las acciones farmacológicas conocidas de la prostaglandina F2 alfa y sus análogos. Los efectos de este medicamento sobre el útero (contracciones uterinas y aborto espontáneo) son la consecuencia de sus propiedades farmacológicas y, de hecho, el dinoprost se usaba en obstetricia porque produce estos efectos [2-4].
En la práctica, se recomienda alertar a las pocas pacientes que padezcan de presión intraocular elevada que reciben tratamiento con un análogo de la prostaglandina F2 alfa y que puedan quedar embarazadas y, de ser necesario, planificar el cambio de tratamiento.
Referencias