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Ética

Novedades sobre la Covid

Falta de información en los reportajes sobre las vacunas covid en los medios de comunicación tradicionales, según Peter Doshi

(No balanced coverage of covid vaccines in legacy media, says Peter Doshi)
Maryanne Demasi, 16 de octubre de 2022
https://maryannedemasi.substack.com/p/no-balanced-coverage-of-covid-vaccines?utm_source=email
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Ética y Derecho 2023; 26(1)

Tags: tergiversar la información científica, pandemia, mitos covid, decisiones de salud pública, CDC, FDA, vacunas covid, eficacia de las vacunas covid, seguridad de las vacunas covid, retirada de vacunas

Peter Doshi, profesor asociado de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Maryland y editor senior de The BMJ (British Medical Journal), ha hablado sobre cómo los principales medios de comunicación han ignorado datos importantes sobre las vacunas de covid-19.

En una entrevista reciente con la televisión alemana, Doshi afirmó: “Nuestros medios de comunicación tradicionales no han hecho un buen trabajo en ofrecer reportajes completos sobre las vacunas”.

Dijo que ha habido “mucho nerviosismo” en torno a cómo comunicarle a la gente los riesgos de las vacunas y le preocupa que “no estamos recibiendo la información que necesitamos para tomar mejores decisiones y tener una comprensión más detallada de sus riesgos y beneficios”.

Entre las preocupaciones de Doshi se incluyó el exceso de confianza de las autoridades de salud pública al promocionar las vacunas del covid-19.

“Fue muy desafortunado que, desde el principio, lo que nos presentaron las autoridades de salud pública fuera una imagen de gran certeza… Pero la realidad era que había incógnitas extremadamente importantes”, dijo Doshi, quien ha escrito y hablado sobre estas incógnitas, recalcando que incluso las autoridades de salud pública eran conscientes de estas limitaciones.

“Entramos a una situación en la que esencialmente lo que estaba en juego era demasiado importante como para compartir esa incertidumbre con la gente”. Y añadió: “Creo que eso fue lo que nos hizo empezar con el pie izquierdo. Las autoridades públicas deberían haber sido mucho más francas sobre las lagunas de nuestro conocimiento.”

Un estudio pivotal
Doshi formó parte de un grupo internacional de eminentes investigadores académicos y médicos que retrocedieron y reanalizaron los datos de seguridad de los ensayos clínicos aleatorizados originales que sustentaron la decisión de la FDA de autorizar las vacunas de ARN en diciembre de 2020.

Presenté un informe del estudio en una base de datos para compartir publicaciones antes de la revisión por pares, pero desde entonces se ha publicado en la revista científica “Vaccine” [1].

Los autores se centraron en los acontecimientos adversos graves que se produjeron en los ensayos clínicos de las vacunas de Moderna y Pfizer —acontecimientos que los patrocinadores clasificaron como “graves” en general, porque requirieron hospitalización—.

En resumen, su análisis demostró que las vacunas de ARN se asociaron con un acontecimiento adverso grave adicional por cada 800 personas vacunadas, lo que, según Doshi, es “mucho más frecuente” que lo que hemos observado tradicionalmente con otras vacunas, en las que la tasa de acontecimientos adversos oscila entre 1 y 2 por millón de vacunados [2].

“Solo para ponerlo en perspectiva, una tasa como esa en años pasados ha hecho que se retiren vacunas del mercado. En 1976, vimos el síndrome de Guillain-Barré como resultado de la aplicación de vacunas contra la gripe —que posteriormente fueron retiradas—”.

Los autores del estudio también descubrieron que los datos del ensayo clínico mostraban que el aumento de acontecimientos adversos graves tras la vacunación con ARN superaba la reducción en el riesgo de acabar hospitalizado por covid-19.

Prevención de la transmisión
A pesar de las garantías públicas de que las vacunas contra el covid-19 salvarían vidas y protegerían a la comunidad previniendo la transmisión, Doshi sabía desde el principio que nunca se probó adecuadamente. En octubre de 2020, Doshi publicó un artículo en The BMJ [3]:

Los ingresos hospitalarios y las muertes ocasionados por covid-19 son demasiado infrecuentes en la población estudiada como para que una vacuna eficaz demuestre diferencias estadísticamente significativas en un ensayo clínico con 30.000 personas. Lo mismo ocurre con su capacidad para salvar vidas o prevenir la transmisión: los ensayos clínicos no están diseñados para averiguarlo (énfasis añadido).

Por tanto, a Doshi no le sorprendió que las vacunas no lograran detener la propagación.

“Una de las principales razones es que se trata de una vacuna intramuscular, y esto no produce inmunidad en las mucosas [4]. Las infecciones por coronavirus, influenza y otras enfermedades respiratorias agudas comienzan en las membranas mucosas, un lugar donde, tradicionalmente, estas vacunas no son particularmente buenas produciendo anticuerpos”, dijo Doshi.

Solicitando datos brutos
Doshi y sus colegas han recurrido a las autoridades de salud y a los fabricantes de medicamentos para que divulguen los datos brutos y así podamos comprender mejor quién corre más riesgo de sufrir un evento adverso grave.

“No hay motivos para pensar que estos riesgos vayan a desaparecer y, si se trata de la población de bajo riesgo, son muy malas noticias, porque las personas de bajo riesgo tienen mucho menos que ganar potencialmente con las vacunas contra el covid, por lo que el perfil de efectos secundarios en estas personas tiene que ser extremadamente bajo”, afirmó Doshi, señalando que Dinamarca ahora desaconseja la vacunación de rutina contra el covid-19 en personas menores de 50 años [5].

La FDA y los fabricantes de vacunas tienen los datos brutos “a nivel de paciente”, pero no los han hecho públicos y ya hace casi 2 años que se ha lanzado el producto.

“Deberían advertir inmediatamente a la población sobre esta señal de seguridad que hemos detectado, y deberían repetir inmediatamente nuestro análisis: los datos indican que existe un mayor riesgo a un nivel mucho más elevado de lo que se había observado hasta ahora”, afirmó Doshi.

Durante toda la pandemia se nos ha dicho que “confiemos en la ciencia”, pero Doshi se cuestiona: “¿Cómo puede uno asegurar responsablemente que estos productos se basan en la ciencia si no hay datos disponibles? [6] La ciencia supone la divulgación de datos. Estamos en la era de la ciencia abierta, no de la ciencia confidencial”.

Doshi y sus colegas han escrito una carta abierta a los directores ejecutivos de las empresas de vacunas solicitando los datos brutos, pero hasta ahora no han recibido respuesta.

Ver la entrevista completa en https://www.mdr.de/nachrichten/deutschland/panorama/video-664028.html

Referencias

  1. Fraiman J, Erviti J, Jones M, Greenland S, Whelan P, Kaplan RM, Doshi P. Serious adverse events of special interest following mRNA COVID-19 vaccination in randomized trials in adults. Vaccine. 2022 Sep 22;40(40):5798-5805. doi: 10.1016/j.vaccine.2022.08.036. Epub 2022 Aug 31. PMID: 36055877; PMCID: PMC9428332.
  2. https://www.hhs.gov/immunization/basics/safety/side-effects/index.html
  3. Doshi P. Will covid-19 vaccines save lives? Current trials aren’t designed to tell us BMJ 2020; 371 :m4037 doi:10.1136/bmj.m4037
  4. Palca, J What A Nasal Spray Vaccine Against COVID-19 Might Do Even Better Than A Shot. NPR, 20 de agosto de 2020 https://www.npr.org/sections/health-shots/2020/08/28/906797539/what-a-nasal-spray-vaccine-against-covid-19-might-do-even-better-than-a-shot
  5. Danish Health Authority. Vaccination against Covid. https://www.sst.dk/en/English/Corona-eng/Vaccination-against-COVID-19
  6. Johnson R M, Doshi P, Healy D. Covid-19: Should doctors recommend treatments and vaccines when full data are not publicly available? BMJ 2020; 370 :m3260 doi:10.1136/bmj.m3260
creado el 18 de Mayo de 2023