El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (European Centre for Disease Prevention and Control ECDC), por sus siglas en inglés) ha presentado un nuevo informe sobre el uso y el abuso de los antibióticos y las muertes que esto está acarreando en la Unión Europea (UE). Dicho análisis estima que cada año mueren más de 35.000 personas a causa de infecciones resistentes a los antimicrobianos.
El informe del ECDC, que examina los años 2016-2020, muestra un aumento con respecto a las estimaciones anteriores y el organismo europea señala que el impacto en la salud de la resistencia a los antimicrobianos “es comparable al de la gripe, la tuberculosis y el VIH/SIDA juntos”.
“Vemos aumentos preocupantes en el número de muertes atribuibles a infecciones con bacterias resistentes a los antimicrobianos, especialmente aquellas que son resistentes al tratamiento antimicrobiano de última línea”, señala Andrea Ammon, directora del ECDC”.
Cada día, señala el ECDC, casi 100 personas mueren a causa de estas infecciones en la UE. Por ello, señalan que se necesitan “más esfuerzos para continuar reduciendo el uso innecesario de antimicrobianos, mejorar las prácticas de prevención y control de infecciones, diseñar e implementar programas de administración de antimicrobianos y garantizar una capacidad microbiológica adecuada a nivel nacional”.
Los últimos datos muestran tendencias significativamente crecientes en el número de infecciones y muertes atribuibles para casi todas las combinaciones de resistencia bacteriana y antibiótico, especialmente en entornos sanitarios. “En 2021, el número de casos notificados de especies de Acinetobacter resistentes a diferentes grupos antimicrobianos fue más del doble (+121%) que el promedio de 2018-2019. Otro ejemplo es el porcentaje de casos de Klebsiella pneumoniae que son resistentes a los carbapenémicos, un antibiótico que se usa a menudo como último recurso, de los cuales hubo un aumento del 31% en 2020 y un aumento adicional del 20% en 2021”, explica el ECDC en un comunicado, y añade que se trata de patógenos que son difíciles de erradicar una vez establecidos en entornos sanitarios.
“Además, el número de casos reportados de Candida auris casi se duplicó entre 2020 y 2021 y fue considerablemente mayor que en años anteriores. Es un patógeno fúngico que causa brotes de infecciones invasivas asociadas a la atención médica y puede ser resistente a múltiples agentes antifúngicos”, dice el ECDC.
Según el informe, durante el período 2012-2021 se observó una disminución del 23% en el consumo total de antimicrobianos en humanos, en los sectores de atención primaria y hospitalarios combinados. “Aunque esto representa un logro, ha habido un aumento en la proporción de antibióticos de amplio espectro que se utilizaron, en particular en los hospitales. Entre 2012 y 2021 en estos centros, el consumo de antibióticos de amplio espectro aumentó en un 15%, el consumo de carbapenémicos, en un 34% y la proporción de antibióticos de reserva, es decir, antibióticos que deben reservarse para el tratamiento de infecciones confirmadas o presuntamente resistentes a múltiples fármacos, se duplicó con creces en el mismo período de tiempo”.
Los porcentajes de RAM notificados variaron ampliamente entre los países para varias combinaciones de especies bacterianas y grupos antimicrobianos. En general, los porcentajes más bajos de resistencia antimicrobiana fueron notificados por los países del norte de Europa, y los más altos por los países del sur y el este de Europa.