Resumen:
El objetivo de los cuidados paliativos es mantener al paciente con una calidad de vida lo más alta posible a pesar de estar sufriendo una enfermedad potencialmente mortal. Por lo tanto, hay que evaluar los medicamentos prescritos y sopesar el beneficio de cada tratamiento frente a sus posibles efectos secundarios. Debe darse prioridad a los medicamentos que contribuyen a aliviar los síntomas y a mantener la calidad de vida. Sin embargo, los estudios han demostrado que el tratamiento con fármacos preventivos que pueden no beneficiar al paciente al final de la vida se suelen prescribir muy tarde en la evolución de la enfermedad de los pacientes con cáncer. Sin embargo, saber cómo y cuándo prescribir los fármacos puede resultar difícil. Además, algunos fármacos, como los betabloqueantes, los inhibidores de la bomba de protones, los antidepresivos y la cortisona, se deben ir reduciendo lentamente para evitar los molestos síntomas de abstinencia. En cambio, otros medicamentos, como las estatinas, los antihipertensivos y las vitaminas, se pueden suspender sin consecuencias.
El objetivo de esta revisión es ofrecer algunos consejos sobre cuándo y cómo interrumpir la medicación al ofrecer cuidados paliativos a pacientes oncológicos, en base a la evidencia existente y la práctica clínica. La revisión incluye antihipertensivos, estatinas, anticoagulantes, aspirina, antidiabéticos, inhibidores de la bomba de protones, bloqueantes de la histamina-2-, bifosfonatos, denosumab, urológicos, antidepresivos, cortisona, tiroxina y vitaminas.