Resumen
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se utilizan habitualmente para tratar a bebés, niños y adolescentes de todo el mundo; sin embargo, a pesar de que hay pruebas suficientes de los efectos beneficiosos de los AINE en niños y adolescentes, se carece de datos exhaustivos en los bebés. La presente revisión resume lo que se sabe actualmente sobre la seguridad y eficacia, en los bebés, de los AINE para los que se dispone de datos, incluyendo ibuprofeno, dexibuprofeno, ketoprofeno, flurbiprofeno, naproxeno, diclofenaco, ketorolaco, indometacina, ácido niflúmico, meloxicam, celecoxib, parecoxib, rofecoxib, ácido acetilsalicílico y nimesulida. Se ha documentado la eficacia de los AINE para diversas afecciones, como la fiebre y el dolor. Los AINE son también los principales pilares del tratamiento antiinflamatorio, por ejemplo, las enfermedades reumáticas inflamatorias pediátricas. Hay evidencia limitada sobre la seguridad de la mayoría de los AINE en los bebés.
Las reacciones adversas al fármaco pueden ser renales, gastrointestinales, hematológicas o inmunológicas. Dado que los AINE se encuentran entre los fármacos que más se utilizan en la población pediátrica, se pueden realizar estudios de seguridad y eficacia como parte de la rutina clínica normal, incluso en lactantes pequeños. Las fuentes de datos disponibles, como las historias clínicas (electrónicas), se deben utilizar para los análisis de seguridad y eficacia. A mayor escala, las bases de datos existentes, como los programas/redes de reacciones adversas a medicamentos, los sistemas nacionales de notificación espontánea y las historias clínicas electrónicas, se deben evaluar utilizando métodos específicos para niños con el fin de detectar señales de seguridad pertinentes para niños de determinados grupos de edad o con ciertas patológicas. Para mejorar la seguridad de los AINE en los bebés, el tratamiento se debe iniciar con la dosis más baja apropiada para la edad o en función del peso. La duración del tratamiento y la cantidad de fármaco utilizado se debe evaluar periódicamente y se deben seguir los límites de dosis máxima y otras recomendaciones del fabricante o de los comités de expertos. El tratamiento de afecciones no crónicas, como la fiebre y el dolor agudo (postoperatorio), debe ser lo más breve posible. Los pacientes con enfermedades crónicas deben ser controlados periódicamente para detectar posibles efectos adversos de los AINE.
Puntos clave