El equipo asistencial y los gestores de los sistemas de salud reconocen cada vez más la capacidad de los farmacéuticos para analizar, revisar y ofrecer recomendaciones sobre medicamentos. Con estas responsabilidades nuevas, que ahora abarcan desde las farmacias comunitarias hasta los equipos de atención interprofesionales, los farmacéuticos aportan información relacionada con la medicación para mejorar los resultados de la atención en salud.
Un estudio de 2015 informó que el 20% de los pacientes en cuidados paliativos tomaban ocho o más medicamentos [1]. Al aumentar el número de medicamentos, se acrecienta la necesidad de que los farmacéuticos garanticen su seguridad.
A medida que los farmacéuticos asumen nuevas responsabilidades, los investigadores analizan la contribución de los farmacéuticos a los equipos de atención interprofesional. El Journal of Palliative Medicine publicó un estudio que cuantificó el impacto de los farmacéuticos en un entorno de cuidados paliativos [2]. Dado que en este entorno los pacientes suelen tomar muchos medicamentos, los farmacéuticos recomiendan deprescribir fármacos para mejorar la transición de la atención del paciente de un proveedor a otro.
Los investigadores analizaron 45 consultas de pacientes hospitalizados, en las que los farmacéuticos hicieron 184 recomendaciones y el equipo asistencial aplicó con éxito el 82% de las mismas. Las recomendaciones aplicadas con éxito son las que se utilizaron durante la hospitalización y se incluyeron en el informe de alta. Como media, los farmacéuticos suspendieron 3,3 medicamentos por paciente.
El estudio observó que las estatinas, los anticoagulantes y los antiagregantes plaquetarios representaron el 30% de los medicamentos deprescritos. A nivel individual, las recomendaciones más frecuentes se relacionaron con las vitaminas y los suplementos, que representaron un 20%.
Aunque los farmacéuticos recomendaron suspender las vitaminas y los suplementos en 37 de las 184 recomendaciones (20%), el equipo asistencial sólo los suspendió en 27 pacientes. También se observaron diferencias con los antiagregantes plaquetarios, cuya suspensión se recomendó en 19 pacientes, pero el equipo asistencial sólo aplicó esta recomendación a 13 pacientes.
El equipo asistencial estuvo de acuerdo con la mayoría de las recomendaciones sobre antidiabéticos y antibióticos. Los farmacéuticos recomendaron su suspensión en 24 pacientes y el equipo asistencial aplicó la recomendación en 23 pacientes (96%). En el caso de los antibióticos, el equipo asistencial aplicó el 100% de las recomendaciones (9 pacientes).
Al deprescribir, los farmacéuticos retiran los medicamentos que aportan un beneficio limitado, que tienen más posibilidades de causar daño y/o para reducir la carga de medicación. El equipo de cuidados paliativos dio de alta al 69% de los pacientes y les recomendó su transición a hospice (lugar que ofrece cuidados a los pacientes terminales y sus familias), por lo que retiró los medicamentos que ya no se esperaba que beneficiaran al paciente.
Este plan está en consonancia con los objetivos de atención al paciente: aumentar la calidad de vida reduciendo los posibles síntomas y la carga de medicación. La mayoría de los medicamentos suspendidos (es decir, vitaminas/suplementos, antidiabéticos y antiagregantes plaquetarios) no controlaban los síntomas ni aportaban beneficios al paciente.
Los investigadores mencionaron que el estudio no contaba con un grupo de comparación sin farmacéutico. El estudio no pudo concluir el verdadero impacto de la intervención del farmacéutico porque no están seguros de que estas intervenciones se hicieran si el equipo asistencial no contara con farmacéutico.
Las investigaciones futuras deberían incluir un grupo de comparación y un análisis sobre los problemas para aceptar las recomendaciones.
Referencias