Introducción: El uso de medicamentos potencialmente inapropiados (MPI) y medicamentos potencialmente omitidos (MPO) es considerado un problema de salud pública, ya que aumenta la morbi-mortalidad de las personas mayores. Por esta razón, se han desarrollado herramientas para la detección de MPI y MPO, como los criterios STOPP & START. Objetivos: Determinar la prevalencia y factores asociados al uso de MPI en una muestra de PM hospitalizadas en el servicio de medicina interna.
Metodología: Estudio analítico, observacional transversal anidado en un ensayo clínico aleatorio y pragmático. Los datos se obtuvieron a partir de la base de datos del proyecto FONIS SA14ID0141, recopilados entre el año 2015 y 2018. La muestra incluyó 613 pacientes de ≥60 años hospitalizados. La prevalencia de MPI se determinó según STOPP 2015 al ingreso y en algún momento durante la hospitalización, es decir, al ingreso o durante la hospitalización. Mientras que la prevalencia de MPO se determinó sólo al ingreso??? según START 2015. Los factores de riesgo asociados a MPI o MPO se obtuvieron a partir de las características sociodemográficas, mórbidas y farmacoterapéuticas de las personas mayores. Los datos se analizaron mediante estadística descriptiva y comparativa.
Resultados: El 54,3% de las personas mayores eran mujeres y el 59,7% tenía ≥70 años. La prevalencia de MPI al ingreso y durante la hospitalización fue 27,8% (n=164) y 30,5% (n=187), respectivamente, mientras en algún momento fue 45,7% (n=280). En cambio, la prevalencia de MPO al ingreso fue 50,2% (n=308). Los factores de riesgo asociados independiente y significativamente al uso de MPI o MPO al ingreso fueron ansiedad/depresión (OR: 2,0, IC 95%: 1,3 – 3,0, p<0,01), polifarmacia (OR: 1,6, IC 95%: 1,1 – 2,5, p<0,05), cardiopatía coronaria (OR: 6,5, IC 95%: 2,4 – 17,3, p<0,001), hiperuricemia (OR: 20,6, IC 95%: 7,0 – 60,6, p<0,001) y comorbilidades entre 2-3 (OR: 4,9, IC 95%: 2,1 – 11,2, p<0,001), 4-5 (OR: 9,3, IC 95%: 3,9 – 21,9, p<0,001), y ≥6 (OR: 19,7, IC 95%: 7,5 – 51,6, p<0,001).
Conclusión: Aproximadamente 1 de cada 3 personas mayores PM utilizaron al menos un MPI al ingreso y durante la hospitalización, mientras que 1 de cada 2 PM utilizaron al menos 1 MPI en algún momento del estudio. Asimismo, 1 de cada 2 PM tuvo al menos un MPO al ingreso. Los pacientes con ansiedad y depresión, polifarmacia y múltiples comorbilidades tienen más riesgo de tener MPI y MPO al ingresar al servicio de medicina interna que aquellos sin estas condiciones. Estos resultados advierten sobre la magnitud del problema y la necesidad de implementar estrategias para reducir los MPI y MPO en personas mayores, las cuales podrían direccionarse en aquellos grupos identificados como de mayor riesgo.