El Subcomité de la Cámara de Representantes Seleccionado para analizar la Crisis del Coronavirus debatió su informe final [1] en una audiencia celebrada el 14 de diciembre 2022, en la que destacaron las lecciones aprendidas a partir de la pandemia de covid-19, desde la necesidad de invertir en vacunas de nueva generación hasta la importancia de abordar la desinformación.
El informe, que reúne la información generada durante 42 audiencias y las investigaciones realizadas por cada miembro del panel, 37 análisis, y el testimonio de decenas de funcionarios, ofrece detalles sobre el “fracaso de la administración Trump en reconocer y responder a la amenaza planteada por el virus”, e incluye decenas de recomendaciones para prevenir futuras pandemias.
El representante James “Jim” Clyburn (D-S.C.), presidente del subcomité, expresó durante la audiencia que, en los 3 años transcurridos desde el inicio de la pandemia, más de 100 millones de estadounidenses han contraído el SARS-CoV-2, y más de un millón de personas han muerto.
El representante subrayó que “Este resultado no era inevitable” y señaló que las tasas de mortalidad fueron significativamente más altas que en países como Australia, Alemania y Japón.
Clyburn comentó que EE UU se vio más afectado que otros países porque su infraestructura de salud pública estaba “subdesarrollada” y porque una gran franja de su población -minorías, ancianos y residentes en zonas rurales y con bajos ingresos- eran más vulnerables como consecuencia de las disparidades en salud y económicas que sufrían desde hacía tiempo.
El representante agregó: “Además de las vulnerabilidades existentes, la administración anterior optó por minimizar el coronavirus y desalentar el uso de medidas sanitarias probadas, socavando a los científicos que dirigían la respuesta a la pandemia”.
Por su parte, el almirante Brett Giroir, ex subsecretario de Salud del HHS durante la administración Trump, dijo que el informe, publicado en diciembre 2022, “ignoró muchas preguntas críticas”.
Respuesta lenta y desarticulada frente a la amenaza viral
Los últimos hallazgos del informe sugieren que a principios de 2020 la administración Trump fue lenta en responder a la amenaza del “patógeno desconocido”.
Rick Bright, PhD, ex director de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (Biomedical Advanced Research and Development Authority BARDA), expresó durante la audiencia: “La respuesta temprana fue caótica e imprudente, llena de negaciones, retrasos y engaños de parte de líderes del gobierno y otros encargados de proteger a EE UU”.
Según el informe, a pesar de la creciente preocupación de los científicos de los CDC por la inexactitud de los informes sobre el número de casos que había en Wuhan (China) -el recuento inicial fue de cinco a siete, cuando el número real parecía estar más cerca de 27- y había indicios de que la infección se transmitía de persona a persona, el doctor Robert Redfield, entonces director de los CDC, se esforzó poco para obtener más información.
Uno de los dos funcionarios médicos anónimos del CDC, que examinaron a los pasajeros que llegaban a los aeropuertos en enero y febrero de 2020, dijo al subcomité que los funcionarios de la agencia les dijeron que no usaran equipo de protección personal, como máscaras, guantes y protectores faciales porque “podría causar miedo”.
El otro funcionario dijo que expresó su preocupación por la posibilidad de que al tomar decisiones no se tuviera en cuenta la propagación asintomática, señalando que la agencia actualizó su guía interna, pero sus “políticas de cara al exterior permanecieron sin cambios” durante semanas.
El funcionario dijo a los entrevistadores que “se sentía atrapado” porque “los datos indicaban lo que había que hacer para frenar el virus y proteger al público, pero su agencia -el líder mundial en ciencias de la salud- no estaba actuando en consecuencia.”
El informe también describe cómo Jared Kushner, quien dirigió el grupo de trabajo de la cadena de suministro, erró al reclutar personal voluntario que no tenía “experiencia significativa en adquisiciones o distribución”, y cómo priorizó las recomendaciones de proveedores de equipos de protección personal que sugirieron los aliados políticos por encima de las de los profesionales de la salud.
Giroir arremetió contra la investigación y el informe del subcomité, señalando que su “interrogatorio” de 6 horas se centró en “hallar culpables políticos” dentro la administración Trump, lo que calificó de “inútil” y “contraproducente.”
“¿Realmente no cree este subcomité que es apropiado aprender de los éxitos y fracasos de la administración Biden al igual que lo hizo de la administración Trump?” preguntó.
Giroir señaló entre los fracasos de la administración Biden: el “colapso de la infraestructura nacional de fabricación de pruebas [diagnósticas] a principios y mediados de 2021; la edición directa de los borradores de las guías oficiales de los CDC por parte de gente con intereses especiales; el que la FDA no convocara a sus comités de asesores externos al autorizar los refuerzos, y la posterior dimisión de altos funcionarios de la FDA; el trato denigrante a los no vacunados y el retraso en concluir que la inmunidad natural protege al menos tanto como la inmunidad generada por las vacunas”.
Agregó que el informe también ignora “cuestiones clave” en torno a los orígenes del virus y señaló: “Después de probablemente 20 millones de muertes en todo el mundo, necesitamos saber de dónde vino este virus, porque si queremos prevenirlo en el futuro, y no depender únicamente de las contramedidas que tenemos, tenemos que entender” dónde empezó.
Lecciones aprendidas
Aunque el informe menciona las deficiencias de la administración previa, Clyburn subrayó que el trabajo del subcomité debe tener “visión de futuro”.
El representante describió algunas de las recomendaciones del informe para preparar al país y para prevenir la próxima emergencia de salud pública, entre las que se incluyen:
Los testigos de la audiencia también compartieron sus propias recomendaciones.
Bright expresó al subcomité: “Para salvar más vidas, debemos conseguir que más personas se vacunen completamente contra la covid y la gripe, y hay que proporcionar orientaciones claras sobre la realización de pruebas diagnósticas, el uso de mascarillas de calidad y la permanencia en casa cuando se enferman… Y debemos garantizar que todas las vacunas, medicamentos, pruebas diagnósticas y mascarillas estén disponibles, sean accesibles y gratuitas para todos los estadounidenses”.
Kizzmekia Corbett, profesora adjunta de inmunología y enfermedades infecciosas en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, pidió al Congreso que “financie celosamente la investigación, no sólo para la covid-19, sino para todas las enfermedades víricas y bacterianas y de otro tipo” y que “dé prioridad al desarrollo de vacunas universales y terapias novedosas”.
Referencias