El actualGobierno desmanteló el sistema de compras y distribución de medicamentos que operaba en el País en sexenios pasados y designó a Birmex para realizar esas tareas, pero la paraestatal admitió que no ha logrado establecer el programa de distribución por la complejidad que implica y por falta de recursos.
“Debido al nivel de complejidad que implica el desarrollo de un Sistema Nacional de Distribución que cubra las necesidades de un territorio como es la República Mexicana no se ha concluido el desarrollo del proyecto”, admitió Birmex en su informe Avance y Resultados 2021.
La empresa tiene originalmente como propósito, desde antes de la encomienda de distribuir medicinas, garantizar la producción de vacunas, productos biológicos, químicos farmacéuticos, reactivos, medicamentos e insumos.
Pero en eso también tiene tropiezos, pues para la producción de antídotos para el envenenamiento por picadura de alacranes y otros animales ponzoñosos, Birmex no ha logrado renovar el Certificado de Buenas Prácticas, que otorga la Cofepris, de acuerdo con el informe.
En 2021, el gasto de Birmex en partidas restringidas por la Ley Federal de Austeridad Republicana ascendió a 63 millones de pesos (1US$=18,8Pmx), cifra superior en casi 67 por ciento respecto de 2020, pero la mayoría (34.8 millones de pesos) se destinó al mantenimiento de inmuebles administrativos.
Además, las erogaciones en servicios personales sumaron 294.6 millones de pesos, 15,7 por ciento más respecto de 2020.
Según Birmex, eso permitió la contratación de personal eventual para cumplir con la distribución de la vacuna contra la Covid 19 y de medicamentos.
Rafael Gual, director general de Canifarma, refirió que la situación es tal que este año el IMSS hizo una licitación para la distribución de sus medicamentos y Birmex fue descalificado por no tener las condiciones para llevarlo a cabo.
“La distribución de medicamentos requiere especialización. Son cerca de mil 300 claves (de medicamentos) diferentes; surten cerca de 180 proveedores y cada lugar tiene una demanda completamente distinta.
Hacer la selección de productos que van para cada uno de los casi 7 mil puntos, es muy complejo. Hay que tener un almacén computarizado. Tener la infraestructura que se tenía llevó décadas.
Sabíamos que no se lograría construir esos almacenes y tener los medios de transporte especializados en un año ni en dos ni en cuatro”, afirmó.
Además de las fallas de Birmex, el Gobierno terminó pagando 20 por ciento más caras las medicinas en 2021 debido a que la mitad la tuvo que adquirir mediante compras directas, y tampoco se cumplieron las metas de cobertura en las adquisiciones vía la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
Para el primer semestre de 2022, la UNOPS estimó aportar sólo 549 millones de piezas de medicinas y material de curación, es decir, 60 por ciento de las 900 millones que, en promedio, requiere el País en medio año.
Ya había advertencias sobre Birmex
Aunque ya se habían documentado los problemas de abasto de medicinas en el País, debido a las fallidas estrategias del actual Gobierno federal para reemplazar el esquema de compra y distribución de sexenios pasados, es la primera vez que Birmex admite que no logró cumplir la encomienda presidencial.
El representante de la industria advirtió que actualmente el Insabi contrata a los distribuidores de fármacos, pero el esquema no ha funcionado y muestra de ello es que el IMSS hizo su propia licitación para el tema de distribución de fármacos en sus centros.
“Una distribución de medicamentos requiere especialización. Es un paquete de cerca de mil 300 claves (de medicamentos) diferentes; surten cerca de 180 proveedores y cada lugar tiene una demanda completamente distinta, es decir, Chiapa de Corzo es diferente a Tijuana, a Veracruz o a San Cristóbal de las Casas”, expuso.
Gual precisó que los medicamentos se transportan a 7 mil puntos, por lo que es indispensable contar con almacenes computarizados donde se pueda llevar a cabo esta selección de productos para cada uno de los destinos.
Indicó que, además, en la entrega de medicamentos en la última milla había una corresponsabilidad entre los productores y los distribuidores; esto fue así del 2018 para atrás.
“Si no llegaba el producto las multas eran para ambos (fabricantes y distribuidor). Esto cambió radicalmente; se separó la distribución de la fabricación y ya no tenemos injerencia de cómo se lleve a cabo, pero observamos un cuello de botella importante en esa distribución, sobre todo los problemas que tienen en la entrega de última milla”.
Puntualizó que la industria se compromete a entregar en 11 lugares de la zona metropolitana. “De ahí perdemos totalmente la trazabilidad de qué se hace con ese producto y quién lo lleva”.