Un estudio realizado a partir de las bases de datos de utilización de los servicios de salud en EE UU, publicado en 2021, evaluó el riesgo de malformaciones en lactantes que habían estado expuestos a la hidroxicloroquina (Plaquenil u otras marcas) dentro del útero, durante el primer trimestre del embarazo [1].
Se comparó a un total de 2.045 mujeres, que estuvieron expuestas a la hidroxicloroquina durante el primer trimestre del embarazo, con unos 3 millones de mujeres embarazadas que no lo estuvieron.
Entre las mujeres expuestas a la hidroxicloroquina durante el primer trimestre del embarazo, alrededor del 25% estuvieron expuestas durante 30 días o menos, y el 40% durante más de 60 días.
La incidencia de malformaciones fue aproximadamente del 5,5% en los lactantes expuestos, en comparación con el 3,5% en los que no estuvieron expuestos. Tras ajustar varios factores de confusión, incluyendo un diagnóstico de trastornos reumáticos crónicos (cuyo tratamiento o exacerbaciones pueden tener posibles efectos nocivos durante el embarazo) y medicamentos concomitantes, el riesgo relativo estimado de malformaciones en mujeres expuestas a la hidroxicloroquina, durante el primer trimestre del embarazo, fue de 1,26 (intervalo de confianza del 95%: 1,04-1,53) [1].
El análisis según el tipo de malformación —aunque impreciso debido al pequeño número de casos—, mostró un riesgo 2 veces mayor de malformaciones del tracto urinario y un riesgo 4 veces mayor de hendiduras bucales en los lactantes expuestos. El riesgo de malformaciones respiratorias resultó ser casi 2 veces mayor, pero esta diferencia no es estadísticamente significativa. Entre los 112 lactantes con malformaciones, 12 tenían más de un defecto, pero no se encontraron combinaciones de malformaciones específicas [1].
En este estudio solo se incluyeron los recién nacidos vivos. La exclusión de abortos y mortinatos pudo haber llevado a subestimar el riesgo de malformaciones relacionadas con la exposición a la hidroxicloroquina.
En la práctica Estos datos indican que hay que tener precaución cuando se considere el uso de hidroxicloroquina para tratar un trastorno reumático inflamatorio crónico en una mujer que esté o pueda quedar embarazada. Cuando su uso no está basado en datos fehacientes —como sucedió cuando lo recomendaron para la prevención de la covid-19— no es razonable asumir tal riesgo [2].
Referencias