Los precios de los medicamentos de venta con receta han sido un tema candente durante años y, si bien el Congreso ha celebrado audiencias y aprobado leyes en un intento por reducir los precios de los medicamentos, el problema persiste. Los estados individuales están empezando a tomar el asunto en sus propias manos, estableciendo comités de precios de los medicamentos y otras soluciones para ayudar a reducir los costos de salud para los pacientes.
Estados como Colorado, Maryland y el estado de Washington han establecido comités de precios de los medicamentos y les han otorgado poderes relativamente amplios. Otros estados como Maine, New Hampshire, Ohio y Oregon también tienen comités, pero no pueden poner límites al pago de los medicamentos.
Colorado tiene un Comité de Asequibilidad de Medicamentos de Venta con Receta (Prescription Drug Affordability Board (https://doi.colorado.gov/insurance-products/health-insurance/prescription-drug-affordability-review-board) o PDAB) desde 2021 [1]. El PDAB puede revisar los costos de los medicamentos de venta con receta y evaluar su impacto en los habitantes de Colorado, así como recomendar formas de abordar esos costos y establecer un límite de pago máximo para ciertos medicamentos. Sin embargo, recientemente, el estado comenzó a publicar una página que mostrará qué medicamentos tienen más probabilidades de contar con límites de precio, el Panel de Medicamentos Elegibles PDAB 2023 de Colorado (Colorado PDAB 2023 Eligible Drug Dashboard) [2]. El Panel incluye datos de los dos primeros de los cuatro pasos del proceso de revisión de la asequibilidad: identificar y seleccionar/priorizar. Esto significa que el Comité ha seleccionado y aprobado la lista de todos los medicamentos elegibles que cumplen con los criterios legales. El Comité también seleccionó los medicamentos para revisar su asequibilidad, después de priorizar criterios de selección de resultados y una lista de medicamentos priorizados.
Maryland también tiene una Comité de Asequibilidad de Medicamentos de Venta con Receta, establecido en 2019 [3]. El Comité de Asequibilidad de Medicamentos de Maryland tiene capacidad para revisar los costos de los medicamentos que parecen demasiado caros, como un medicamento genérico cuyo precio ha aumentado un 200% durante el último año, un medicamento genérico que cuesta más de $100 por mes, o medicamentos de marca que se lanzan con un costo anual de US$30.000 o superior. Al realizar las revisiones, el Comité considerará diez factores diferentes, incluyendo los descuentos disponibles, las alternativas al medicamento y el costo para los planes de salud. Después de realizar la revisión, el Comité determinará si será asequible para los pacientes.
El PDAB de Washington se estableció en 2022 [4] y tiene capacidad para limitar los pagos estatales por ciertos medicamentos de alto costo, tras hacer una revisión de asequibilidad. Anteriormente se estableció una base de datos con las facturas de todos los pagadores, que debería ayudar al PDAB a identificar los medicamentos costosos que se pueden considerar para revisar su asequibilidad. El PDAB de Washington se centrará en medicamentos de marca que cuesten más de US$60.000 al año o que durante el año previo hayan aumentado de precio en un 15% o más, o un total de 50% o más en los últimos tres años. En circunstancias específicas también se incluyen los biosimilares y los genéricos.
Otras soluciones
Como estrategia distinta pero relacionada, hace años, Covered California, el conjunto de seguros médicos de California, cambió el diseño de los planes de seguro médico [5] para limitar los copagos mensuales de los asegurados por los medicamentos especializados y ayudar a reducir los costos para los consumidores. Tras el cambio, la mayoría de los asegurados de Covered California tenían pagos mensuales por medicamentos especializados con un límite de $250 por mes, aunque el rango oscilaba entre $150 y $500.
PhRMA señala que los comités estatales que se responsabilizan por controlar los precios de los medicamentos de venta con receta colocan al gobierno entre los pacientes y los tratamientos que prescriben sus médicos, “amenazando el acceso a los tratamientos y paralizando la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos, además de “ser un desastre para los pacientes, quienes podrían enfrentar barreras para obtener medicamentos que salven vidas”.
Referencias