El proyecto de la cadena de suministro que financió el Gobierno ha estado plagado de fallos, ineficiencias, acusaciones y denuncias de fraude.
En sus dos primeros años de funcionamiento, el proyecto más grande jamás financiado por la Agencia de EE UU para el Desarrollo Internacional (USAID o US Agency for International Development) entró en crisis.
La iniciativa, valorada en US$9.500 millones, fue dirigida por el contratista estadounidense Chemonics International. Su objetivo era transformar las cadenas de suministro de productos de la salud a nivel mundial, es decir, el extenso sistema de adquisición y transporte que suministra productos vitales —incluyendo medicamentos contra el VIH/sida, mosquiteras y anticonceptivos— a millones de personas en todo el mundo.
La cadena de suministro ha sido la columna vertebral de los programas de salud mundial más célebres del gobierno estadounidense, incluyendo la iniciativa contra el VIH/sida, a la que se atribuye el haber salvado 25 millones de vidas. Pero este proyecto pretendía ir un paso más allá, mejorando las cadenas de suministro hasta el punto en que pudieran ser gestionadas por cada país.
Según un funcionario de la USAID, de tener éxito, la agencia no tendría que volver a financiar otro proyecto similar.
Pero al llegar la primavera de 2017, estaba claro que el proyecto estaba fracasando. Durante su peor trimestre, solo el 7% de sus envíos llegaron a sus destinos a tiempo e íntegros. Los responsables del proyecto se movilizaron de inmediato al ver que varios países se quedaron sin productos esenciales para la salud y enfrentaron situaciones de desabastecimiento.
Los informes publicados por Devex en aquel momento contribuyeron a aumentar el escrutinio en torno al proyecto, incluyendo una investigación bipartidista del Congreso de EE UU que dio lugar a una investigación del propio organismo de control de la USAID. Ambos descubrieron errores graves y una gestión deficiente por parte de USAID y su contratista.
Pero con el tiempo, el proyecto parecía mejorar. Hoy, Chemonics afirma que se han superado los retos y USAID afirma que el proyecto ha reforzado las cadenas de suministro de los países.
Sin embargo, esta narrativa pública de recuperación queda en entredicho por una nueva investigación realizada por Devex y la Oficina de Periodismo de Investigación (TBIJ o Bureau of Investigative Journalism), que plantea cuestiones importantes sobre el desempeño del proyecto. Las entrevistas con antiguos miembros del personal del proyecto y altos funcionarios de la agencia, junto con el análisis de los datos del proyecto, han revelado:
Chemonics es una enorme empresa de consultoría, que ha recibido algunos de los contratos de ayuda más importantes del gobierno estadounidense, que opera en más de 100 países.
Puede leer el informe completo en el enlace que aparece en el encabezado (en inglés)