Nuevos estándares para la publicidad dirigida al consumidor [1]. El 21 de noviembre de 2023, la FDApublicó la versión final de los nuevos estándares para la publicidad dirigida al consumidor, en respuesta a un requisito de la Ley de Enmiendas de la Administración de Alimentos y Medicamentos vigente desde marzo de 2008. Esta norma consta de cinco estándares que se deben cumplir al transmitir mensajes publicitarios de productos médicos al consumidor, ya sea por radio o por televisión. La norma entra en vigor el 20 de mayo de 2024 y la fecha en que se empezará a exigir su cumplimiento es el 20 de noviembre de 2024.
La norma considera “declaración principal” al nombre del medicamento y sus condiciones de uso, sus principales efectos secundarios y contraindicaciones. Todas las declaraciones principales deben presentarse de manera clara, que generen atención, y de forma neutral.
Esta publicación complementa los requisitos de incluir información de riesgo en los anuncios de medicamentos de venta con receta, y describe cómo hay que presentar la declaración principal sobre los efectos secundarios y contraindicaciones en los anuncios de radio y televisión dirigidos al consumidor, con el objetivo de contribuir a garantizar que esta información de riesgo se presente de manera efectiva, que ayude a los consumidores a identificar, fijarse y comprender los riesgos del medicamento.
La FDA también dice que es importante garantizar que los anuncios dirigidos al consumidor que incluyen información sobre los beneficios de los medicamentos de venta con receta comuniquen de forma efectiva los riesgos, para que los anuncios de radio y televisión transmitan información veraz y no engañosa sobre el medicamento anunciado, y los consumidores tengan la información necesaria para tomar decisiones de atención médica”.
Es importante destacar que estos cambios solo se aplican a los medicamentos de venta con receta, no a los medicamentos de venta libre, suplementos dietéticos u otros productos.
Estos nuevos estándares requieren que:
A finales de diciembre de 2023, la FDA publicó un documento de preguntas y respuestas en el que la FDA reafirma los estándares mencionados anteriormente y detalla cómo espera que los fabricantes cumplan con cada uno de ellos [2].
Por ejemplo, por lenguaje amigable se entiende “que las empresas utilicen un lenguaje y una terminología fáciles de entender por el consumidor, en lugar de jerga o términos médicos o técnicos que suelen resultar más familiares a los proveedores de atención médica”, dijo la FDA. “Para cumplir con este estándar, en la presentación de la declaración principal, las empresas también deben evitar lenguaje o terminología que sea vaga y se pueda interpretar de diversas formas”.
La agencia señala que no es necesario que el lenguaje se adapte a un grado de lectura específico, ya que es posible que se requiera un nivel de grado alto para expresar cierta información. Sin embargo, pide que la información se presente de manera comprensible para el consumidor medio.
Los estándares también exigen que el texto de los anuncios de televisión cumpla con ciertos requisitos de estilo, tipo de letra, contraste de pantalla y ubicación en la pantalla. “Para cumplir con esta norma, las empresas deben garantizar que la presentación del texto de la declaración principal sea fácilmente legible”, dijo la FDA. “Las empresas no están obligadas a utilizar colores, tamaños, ubicaciones o fondos determinados, sino que deben garantizar que la combinación de estos aspectos del texto resulte en una presentación fácilmente legible de la declaración principal”.
El quinto estándar requiere que los elementos visuales o de audio del anuncio no hagan que la declaración principal sea menos comprensible. La FDA señala que la combinación de dichos elementos se pueda usar para reforzar la información sobre riesgos para los consumidores.
La guía establece que los fabricantes también pueden comunicarse con la FDA para analizar sus anuncios antes de difundirlos.
Referencias
Guía de la FDA para evaluar los riesgos y beneficios de un medicamento [1]. Según ha publicado Joanne S Eglovitch en Regulatory News [2], la FDA ha finalizado una guía que aclara cómo la FDA evalúa los beneficios y riesgos de un medicamento o producto biológico cuando decide si aprueba una solicitud de comercialización de un medicamento nuevo (NDA) o una solicitud de licencia de un producto biológico (BLA).
El documento también aborda cómo se pueden utilizar los datos de la experiencia del paciente para informar las evaluaciones riesgo-beneficio, y el mejor momento para que los patrocinadores interactúen con la FDA para discutir la información que se debe incluir sobre el balance riesgo-beneficio en sus solicitudes.
La guía se desarrolló de acuerdo con los objetivos establecidos en la Ley de Tarifas para Usuarios de Medicamentos Recetados de 2017 (PDUFA VI), en virtud de la Ley de Reautorización de la FDA de 2017 y la Ley de Curas del Siglo XXI.
La FDA utilizará los siguientes criterios para evaluar el perfil riesgo-beneficio de un medicamento:
La FDA afirma que “el contexto terapéutico juega un papel importante cuando la FDA evalúa la aceptabilidad de la incertidumbre”. Por ejemplo, en el caso de los medicamentos para tratar enfermedades graves con necesidades insatisfechas, la agencia puede aceptar un riesgo mayor, y también puede tolerar riesgos más altos en el caso de tratamientos para enfermedades raras “donde la prevalencia de la enfermedad, y las consiguientes limitaciones del tamaño del estudio, pueden limitar la precisión de la seguridad” y las caracterizaciones de eficacia”.
La FDA trata de incorporar mejor la voz del paciente en el desarrollo y la evaluación de medicamentos a través de su iniciativa de Desarrollo de Medicamentos Centrado en el Paciente (Patient-Focused Drug Development o PFDD). Según la agencia “diferentes datos sobre la experiencia del paciente pueden informar casi todos los aspectos de la evaluación riesgo-beneficio que hace la FDA”.
Según la agencia, el mejor momento para que los patrocinadores programen una reunión para discutir lo relacionado con el balance riesgo -beneficio es al Final de la Fase 2, ya que esto puede influir en los estudios de Fase 3, en términos de diseño del estudio, selección de poblaciones de pacientes adecuadas, y criterios de valoración clínicamente significativos.
Se aconsejó a los patrocinadores que consultaran las orientaciones M4E(R2) del Consejo Internacional de Armonización (ICH) sobre cómo presentar esta información beneficio-riesgo en el Documento Técnico Común (CTD) adoptado en junio de 2016.
Referencias
Una perspectiva de los cambios que propone la FDA para las etiquetas de los biosimilares [1] Según un artículo publicado en National Law Review [2], la FDA ha publicado un borrador de guía para describir lo que se debe incluir en las etiquetas de los biosimilares. Esta guía, una vez se apruebe la versión final reemplazará la guía de la FDA para la industria de 2018. Los cambios más importantes son los siguientes:
Referencias
Comunicaciones de las empresas a los proveedores de servicios de salud sobre la información científica relacionada con usos no aprobados de productos médicos aprobados [1]. Específicamente, esta guía se relaciona con las empresas que comparten los siguientes tipos de comunicaciones con los profesionales de la salud:
Referencias
Guía final sobre el desarrollo de medicamentos para enfermedades raras [1]. La FDA ha finalizado una guía sobre programas de desarrollo de medicamentos para enfermedades raras, y según Regulatory News [2], ha eliminado una sección sobre la historia natural e incluido otras consideraciones relacionadas con las aportaciones de los pacientes y cuidadores, y las poblaciones pediátricas.
El objetivo de la guía es ayudar a los patrocinadores de medicamentos huérfanos. Cubre la farmacología y la toxicología no clínica, el diseño de ensayos y la selección de criterios de valoración, el estándar de evidencia para establecer su seguridad y eficacia, y cuestiones sobre la fabricación de medicamentos.
“La FDA reconoce que las enfermedades raras son muy diversas, con diferentes prevalencias, tasas de progresión y grados de heterogeneidad que pueden afectar tanto las manifestaciones clínicas como la evolución de la enfermedad, incluso cuando se trata del mismo problema de salud. La complejidad depende de lo que se sabe sobre la historia natural y la fisiopatología de una enfermedad. Como tal, ningún programa puede diseñarse exactamente igual a otro”.
Esta guía final elimina una sección sobre historia natural, que se trata en un borrador de guía separado que se publicó en marzo de 2019. El documento de guía final también agrega información sobre el uso de controles externos, una sección dedicada a cuestiones de seguridad, consideraciones para hacer cambios en la sustancia del fármaco o el proceso de fabricación, y secciones que abordan las aportaciones de los pacientes y los grupos de defensa de los consumidores que apoyan el desarrollo de fármacos, y algunas consideraciones para los participantes pediátricos.
La FDA señala su intención de aplicar la “más amplia flexibilidad” a los productos que se están desarrollando para el tratamiento de enfermedades raras gravemente debilitantes o potencialmente mortales (SDLT, por sus siglas en inglés). El grado de flexibilidad puede depender de una variedad de factores, como la idoneidad de las opciones de tratamiento existentes, el mecanismo del fármaco, los datos de seguridad y la tasa esperada de progresión hacia la mortalidad o la morbilidad irreversible. La FDA anima a los patrocinadores a hablar con la agencia para determinar los requisitos regulatorios para el producto que quieran desarrollar.
La guía final también reconoce el interés de utilizar controles externos en las investigaciones clínicas para enfermedades raras graves con necesidades médicas no cubiertas, permitiendo comparar a los participantes en el estudio con un grupo externo que no recibió el mismo tratamiento. Debido a las limitaciones de los controles externos, como la falta de cegamiento, este tipo de diseño generalmente se reserva para estudios en los que el efecto del fármaco es “grande y evidente” o se puede demostrar en enfermedades cuya historia natural es bien conocida.
La guía final también alienta a los patrocinadores de medicamentos huérfanos a involucrar a pacientes, cuidadores y defensores en el proceso de desarrollo de medicamentos.
La FDA también “alienta encarecidamente” a los patrocinadores a estudiar el medicamento en todas las poblaciones pediátricas que sean relevantes, desde el nacimiento hasta los 17 años, y a desarrollar formulaciones pediátricas de medicamentos que permitan una dosificación precisa para los pacientes más jóvenes. En el caso de que los estudios clínicos incluyan participantes tanto pediátricos como adultos, la FDA recomendó a los patrocinadores que consideren la relevancia de los criterios de valoración para ambos grupos y evalúen si los resultados podrían combinarse en un único análisis estadístico.
Referencias
La FDA añade evaluaciones microbiológicas a borrador de la guía sobre la calidad de los medicamentos oftálmicos [1]. La FDA ha revisado un borrador de guía para la fabricación de medicamentos oftálmicos de aplicación tópica, en la que recomienda que los fabricantes hagan ciertos análisis microbianos para garantizar que los productos son estériles durante toda la vida útil del medicamento. El alcance de la guía también se ha ampliado para incluir productos oftálmicos tópicos fabricados en instalaciones subcontratadas, informa un artículo publicado en Regulatory News [2].
La guía se emitió después de que el 14 de noviembre la FDA enviara una carta de advertencia a Global Pharma Healthcare, con sede en India, por fabricar gotas para los ojos que se han relacionado con un brote de infecciones bacterianas que provocaron lesiones, ceguera y al menos tres muertes.
La guía presenta las consideraciones para controlar la calidad de los geles, ungüentos, cremas y formulaciones líquidas oftálmicas destinadas a la administración tópica, dentro y alrededor del ojo, y reemplaza un borrador publicado en octubre de 2023.
El nuevo borrador de la guía aclara que los medicamentos galénicos preparados en instalaciones subcontratadas bajo la sección 503B de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (FD&C) están cubiertos por la guía. Otros procesos ya estaban cubiertos, incluyendo las solicitudes de nuevos medicamentos (NDA), las solicitudes abreviadas de nuevos medicamentos (ANDA), las solicitudes de licencia de productos biológicos (BLA) y los medicamentos de venta libre.
La guía agrega estudios microbiológicos a la batería de pruebas que los fabricantes deben realizar para evaluar la calidad de los productos oftálmicos tópicos. Las otras pruebas incluyen estudios de partículas visibles, estudios de extraíbles y lixiviables, estudios de sistemas de cierre de contenedores, así como estudios para evaluar impurezas y productos de degradación.
Los sistemas de cierre de envases (CCS) de dosis unitarias pueden garantizar una mejor esterilidad y prevenir la contaminación y el crecimiento de microorganismos que los envases multidosis que se abren varias veces durante la vida útil del medicamento. Si se utilizan recipientes multidosis para envasar productos oftálmicos líquidos, los fabricantes deben asegurarse de que los recipientes incluyan “sustancias adecuadas” que preserven el producto y minimicen los riesgos de contaminación.
La FDA advierte a los fabricantes contra el uso de conservantes que contengan sulfato de plata u otros compuestos que contengan plata debido a preocupaciones de seguridad asociadas con la administración de plata directamente al ojo, lo que produce argiria o una decoloración irreversible de la piel y los ojos.
Algunos fabricantes utilizan una formulación sin conservantes en frascos multidosis con un diseño que evita la contaminación microbiana. Sin embargo, estos contenedores deben usarse con precaución. La guía dice que “existen numerosas formas en las que tales presentaciones podrían no evitar la contaminación microbiana. Cualquier medicamento oftálmico que carezca de propiedades conservantes adecuadas, cuando se expone a la contaminación durante el uso, es especialmente vulnerable a la proliferación de microbios que pueden acarrear un daño grave para los consumidores”.
Referencias