Reuters ha publicado un interesante informe sobre los pagos de Novo Nordisk a los médicos estadounidenses [1], lo resumimos a continuación.
Reuters descubrió que en la última década, Novo Nordisk ha pagado a los médicos estadounidenses al menos US$25,8 millones en honorarios y otros gastos relacionados con sus medicamentos para bajar de peso. Estos gastos se concentraron en un grupo de élite de especialistas en obesidad que abogan por administrar sus potentes y costosos medicamentos a decenas de millones de residentes en EE UU.
Estos médicos se suben a los escenarios y dicen a sus colegas que hay que tratar la obesidad de forma tan agresiva como otras enfermedades crónicas. Afirman que, dado que los consejos sobre dieta y ejercicio han fracasado, hay que recurrir a una nueva generación de medicamentos para bajar de peso, que incluyen a Wegovy de Novo Nordisk, y dicen que es posible que los pacientes lo tengan que consumir de por vida.
La farmacéutica danesa, conocida desde hace mucho tiempo por sus medicamentos para la diabetes, se está transformando en la empresa que produce medicamentos para pérdida de peso más grande del mundo. Novo dice a los inversores que su potencial mercado incluye a los 764 millones de personas con obesidad que están esparcidas por el mundo. Novo cobra a los clientes estadounidenses US$1.300 al mes por una inyección semanal.
Kaplan, jefe de medicina de la obesidad en la facultad de medicina de Dartmouth College, es un poderoso abanderado del caso de Novo. Hasta el año pasado, el gastroenterólogo de 69 años dirigió el Instituto de Obesidad, Metabolismo y Nutrición del Hospital General de Massachusetts y enseñó en la Facultad de Medicina de Harvard. Entre 2013 y 2022, Novo pagó US$1,4 millones en Kaplan (Desglosados de la siguiente manera: consultorías: US$1,21 millones; viajes y alojamiento: US150.950; alimentos y bebidas: US11.000; honorarios: US$2.500). No se incluyen las becas para investigación.
En total, Novo, durante la última década ha gastado al menos US$25,8 millones para promover sus dos medicamentos contra la obesidad, Wegovy y Saxenda, entre los médicos estadounidenses. A esto hay que sumar otros pagos a médicos que se dedican a tratar la obesidad pero que no se vincularon directamente a ninguno de estos medicamentos. Por ejemplo, Kaplan recibió US$262.038 que la empresa clasificó como directamente relacionados con los dos medicamentos, US$131.624 con un medicamento para la diabetes más antiguo que tiene el mismo ingrediente activo que Saxenda; y US$976,019 sin especificar ningún medicamento.
El análisis de Reuters excluyó los pagos relacionados con Ozempic, un medicamento para la diabetes que también se usa para bajar de peso porque tiene el mismo ingrediente activo que Wegovy.
Según Open Payments, los US$25,8 millones que Novo pago a médicos estadounidenses entre 2013 y 2022, que se relacionaron con Wegovy y Saxenda se clasificaron como:
Honorarios para ponentes: US$12,38 millones
Comidas y bebidas: US$7,2 millones
Viajes y alojamiento: US3,34 millones
Pagos por consultorías: US$2,22 millones
Al menos 57 médicos estadounidenses aceptaron al menos US$100.000 de Novo en pagos asociados con Wegovy o Saxenda durante esa década. Cuarenta y uno eran especialistas en obesidad que dirigían clínicas de control de peso, trabajaban en hospitales académicos, redactaban guías para el tratamiento de la obesidad u ocupaban altos cargos en asociaciones médicas.
La Dra. Donna Ryan, investigadora de Luisiana y ex presidenta de The Obesity Society, ha aceptado más de un millón de dólares de Novo durante la última década, incluyendo US$600.691 relacionados con Wegovy y Saxenda. Ryan jugó un papel decisivo a la hora de persuadir a la Oficina de Gestión de Personal de Estados Unidos para que cubriera Wegovy y medicamentos similares para millones de trabajadores federales.
Ryan y Kaplan dijeron que su trabajo con los fabricantes de medicamentos es esencial para mejorar el tratamiento de una enfermedad crónica que lamentablemente no se trata. Los medicamentos más nuevos son muy efectivos, dijeron, y el dinero de los fabricantes de medicamentos no afecta su criterio médico.
Kaplan, Ryan y otros colegas financiados por Novo han presionado para que se prescriba Wegovy y otros medicamentos similares a una gran proporción de pacientes con obesidad, y para que las aseguradoras gubernamentales y privadas los cubran. La empresa y algunos de los expertos que reciben sus pagos han dicho que negar su cobertura equivale a discriminar a las personas con obesidad.
Reuters entrevistó a 10 médicos o investigadores con experiencia en obesidad que cuestionaron la prescripción de estos medicamentos a una población tan amplia, especialmente a las muchas personas con sobrepeso que no presentan otros problemas de salud. Argumentan que los medicamentos tienen efectos secundarios graves y hay que estudiarlos más, además de que representan una carga financiera importante para el sistema de salud estadounidense.
Wegovy y medicamentos similares pueden causar náuseas intensas, pérdida de masa muscular y posibles obstrucciones intestinales. Los reguladores estadounidenses y europeos están estudiando su asociación con pensamientos suicidas. Algunos médicos advierten que prescribir estos medicamentos expone innecesariamente a los pacientes a riesgos desconocidos que pueden tardar años en descubrirse.
Algunos especialistas recomiendan cautela y dicen que se podría empezar utilizando estos medicamentos en pacientes con obesidad severa o afecciones graves relacionadas con el peso. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ha adoptado esa estrategia para limitar el número de personas elegibles para recibir el tratamiento.
Desarrollados originalmente para la diabetes, estos fármacos que se conocen colectivamente como agonistas del receptor GLP-1, imitan a una hormona natural que ralentiza la digestión y hace que los pacientes se sientan más llenos después de comer. Novo es la primera empresa en obtener la aprobación para comercializar medicamentos GLP-1 para bajar de peso. La FDA aprobó Saxenda para ese propósito en 2014 y Wegovy en 2021.
Wegovy, junto con dieta y ejercicio, ayudó a los participantes en los ensayos clínicos a perder un promedio del 15% de su peso corporal. Novo también dice que, comparado con los que recibieron placebo, el Wengovy redujo en un 20% la incidencia de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o muerte por enfermedad cardíaca.
Estos resultados han hecho que aumenten mucho las recetas de Wegovy y Ozempic, y la oferta no es suficiente para satisfacer la demanda. Novo ha pasado a ser la empresa más valiosa de Europa, con un valor de unos US$457.000 millones. Según Iqvia, en agosto 2023 se emitieron más de dos millones de recetas de Ozempic, casi un millón de Mounjaro y casi medio millón de Wegovy. Las dos primeras están aprobadas para tratar la diabetes tipo 2 pero a menudo se recetan para bajar de peso, Wegovy está aprobado para tratar la obesidad.
Muchas aseguradoras, empleadores y agencias gubernamentales se muestran reacios a pagar el alto precio que Novo ha establecido para un medicamento que según la compañía se habrá de tomar indefinidamente. Los ensayos de Novo mostraron que los pacientes que dejaron de tomarlo recuperaron la mayor parte del peso. Ahí es donde Kaplan y otros médicos financiados por Novo desempeñan un papel importante. Sus consejos, en cursos de capacitación, cursos de formación continuada, conferencias médicas y publicaciones, moldean la forma en que miles de médicos tratan a los pacientes en todo el país. Algunos médicos dijeron que los pagos de Novo ejemplifican cómo la avalancha de dinero de la industria puede dominar la toma de decisiones sobre la atención y cobertura de los problemas de salud.
La etiqueta de Wegovy que ha aprobado la FDA recomienda el medicamento para cualquier persona con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, el umbral de la obesidad. La recomendación también se extiende a pacientes con un IMC de 27 y al menos una afección médica relacionada con el peso. En total, eso cubriría alrededor del 46% de los adultos estadounidenses: unos 120 millones de personas.
Algunos de los que se dedican a investigar la obesidad dicen que los expertos pagados por Novo van demasiado lejos al abogar por una adopción amplia de estos medicamentos. Se estima que el 40% de los adultos con obesidad están “metabólicamente sanos”, según un artículo de 2021 publicado en el Journal of the American Medical Association. Esto significa que millones de pacientes podrían tener kilos de más sin riesgo adicional de sufrir enfermedades graves.
Kaplan, Ryan y otros expertos en obesidad financiados por Novo descartaron cualquier sugerencia de que se han convertido en portavoces de compañías farmacéuticas.
Kaplan dijo que acepta dinero de numerosas empresas y que no está en deuda con ningún fabricante de medicamentos. Reuters descubrió que Novo representó el 64% de los US$2,1 millones que ha recibido de empresas farmacéuticas desde 2013. Kaplan dijo que eso se debe a que Novo es uno de los pocos grandes fabricantes de medicamentos que han trabajado en la obesidad durante años.
Ryan no se disculpa por aceptar dinero de la industria. Dijo que la gravedad de la epidemia de obesidad exige que los médicos trabajen estrechamente con las empresas para ayudar a impulsar los avances médicos y ampliar el tratamiento. “Ser purista no ayuda a nadie”, dijo en una entrevista. “Estoy orgullosa del trabajo que he realizado en favor de los pacientes con obesidad”.
Zepbound de Lilly, otro medicamento GLP-1, fue aprobado en noviembre para bajar de peso y tiene el mismo ingrediente activo que Mounjaro de Lilly, un medicamento para la diabetes que también se usa comúnmente para bajar de peso.
Dinero e influencia
El dinero de Novo ha ido a parar a médicos e investigadores con amplia influencia sobre cómo se dispensan y cubren los medicamentos para bajar de peso.
Reuters analizó cuanto había gastado Novo en los expertos involucrados en la elaboración de cinco guías médicas para el tratamiento de la obesidad. Entre los 109 autores y revisores, 53 habían aceptado pagos en efectivo o en especie de empresas que vendían o desarrollaban medicamentos para la obesidad entre 2013 y 2022. En total, estas empresas invirtieron US$12,4 millones en estos autores, dos terceras partes (US$8 millones) fueron gastos de Novo.
Uno de estos médicos, el Dr. Jamy Ard de la Universidad Wake Forest ha recibido US$200.000 de Novo, y es el presidente entrante de The Obesity Society. En ese cargo, supervisará el esfuerzo del grupo por redactar nuevos “estándares de atención”. Ard dijo a Reuters que cree que los estándares deberían enfatizar que los medicamentos son un tratamiento a largo plazo, y deberían informar las decisiones de cobertura de las aseguradoras y de los formuladores de políticas.
Donna Ryan, ex presidenta de la Sociedad de Obesidad, ayudó a dirigir el Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge, Luisiana, durante más de dos décadas. También realizó investigaciones sobre diabetes y obesidad para los Institutos Nacionales de Salud de EE UU y copresidió un panel de los NIH que redactó pautas para el tratamiento de adultos con sobrepeso.
Ryan estuvo entre los expertos que asesoraron a la Oficina de Gestión de Personal de EE UU sobre la cobertura del tratamiento de la de obesidad para millones de empleados federales. Ryan tenía interés en que así fuera para que otras aseguradoras hicieran lo mismo.
Ryan puso a los funcionarios del gobierno en contacto con dos grupos clave vinculados a los fabricantes de medicamentos: la Obesity Action Coalition y STOP Obesity Alliance de la Universidad George Washington.
Novo, Eli Lilly y otros fabricantes de medicamentos son miembros corporativos de STOP Obesity Alliance y donan al menos US$25.000 al año. Novo donó US$200.000 adicionales para hacer una investigación en 2021.
El director médico de STOP Obesity Alliance es el Dr. Scott Kahan, que planea ayudar a Ard en la actualización de las guías de The Obesity Society. Kahan ha aceptado más de US$300.000 de Novo en la última década.
La Obesity Action Coalition también depende de la financiación de Novo, que es el principal donante corporativo de la organización, con más de US$500.000 anuales.
Finalmente, la Oficina de Gestión de Personal de EE UU comunicó a sus planes de salud que debían cubrir al menos un medicamento GLP-1 contra la obesidad para 8 millones de trabajadores, jubilados y familiares.
La Obesity Action Coalition celebró la decisión federal como uno de sus principales “éxitos”. Christine Gallagher, directora de investigación en STOP Obesity Alliance dijo que su grupo cita la política de cobertura de los trabajadores federales “como un ejemplo para ayudar a influir en otros tomadores de decisiones”.
Resultados dispares, riesgos crecientes
Reuters informó en julio de que sólo un tercio de los pacientes que empezaron a tomar Wegovy, Ozempic o fármacos similares para perder peso seguían tomándolos un año después. El estudio no exploró por qué las personas abandonan el tratamiento, pero los expertos en salud citan sus efectos secundarios, la escasez, los altos copagos y deducibles del seguro o la incapacidad para perder peso.
A medida que decenas de miles de nuevos pacientes prueban estos fármacos, surgen más problemas de salud.
Algunos pacientes han sufrido efectos secundarios poco frecuentes, como parálisis estomacal y obstrucción intestinal, por tomar medicamentos que contienen semaglutida, el principio activo de Wegovy y Ozempic. En junio, la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos advirtió que los pacientes tratados con medicamentos GLP-1 podrían tener un mayor riesgo de sufrir una complicación peligrosa: aspiración durante la cirugía. La digestión más lenta de los medicamentos podría hacer que los pacientes fueran más propensos a regurgitar bajo anestesia, dijo la sociedad.
Los reguladores estadounidenses y europeos están estudiando si los medicamentos GLP-1 pueden provocar pensamientos suicidas. Reuters informó en septiembre que, desde 2010, la FDA ha recibido 265 informes que describen ideas o comportamientos suicidas en pacientes que toman estos medicamentos. Treinta y seis informes describieron una muerte por suicidio o sospecha de suicidio.
Otra preocupación surge de los resultados de los ensayos clínicos que muestran que los pacientes que toman Wegovy pueden perder una cantidad significativa de masa muscular. Esto puede ser particularmente perjudicial para los adultos mayores, pues exacerba la pérdida de fuerza o movilidad relacionada con la edad.
Gastos para las aseguradoras
Investigadores de la Universidad de Vanderbilt concluyeron en marzo que el gasto anual solo en Wegovy, con un descuento estimado del 23%, para tratar sólo al 10% de los pacientes con obesidad inscritos en Medicare, el programa federal de salud para personas mayores alcanzaría los US$27.000 millones. Eso equivaldría a casi una quinta parte de todo el gasto actual en medicamentos del programa Medicare, tras ajustar por reembolsos y descuentos.
Novo ha dicho que Medicare debería cubrir los medicamentos para la obesidad como lo hace para aquellos que tratan cualquier otra enfermedad grave. No hacerlo, afirmó, “validaría el estigma y el prejuicio que enfrentan los pacientes con obesidad”.
Algunos funcionarios e investigadores federales cuestionan si los ahorros futuros en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el peso que promete Novo llegarán a cubrir los costos del medicamento. El director de la Oficina de Presupuesto del Congreso, Phillip Swagel, señaló una investigación que muestra que el gasto federal en la salud de los pacientes que perdieron peso mediante la cirugía bariátrica no disminuyó. La junta de seguros del estado de Wisconsin rechazó en mayo una propuesta, apoyada por Novo, para cubrir a los empleados del gobierno tras descubrir que los US$14 millones en gastos anuales en medicamentos para la obesidad, si los miembros mantuvieran un peso más bajo, sólo ahorrarían US$2 millones.
Viajeros frecuentes gracias a Novo
En total, Novo pagó al menos 3.400 viajes de profesionales médicos vinculados a Wegovy y Saxenda entre 2013 y 2022. Durante ese periodo, la Dra. Ryan hizo 130 viajes domésticos e internacionales pagados por Novo, que la llevaron a Europa, Medio Oriente, Sudamérica, Canadá y México, entre una docena de destinos internacionales. Novo llevó al Dr. Ryan a Dinamarca, donde está la sede la empresa, 12 veces en la última década, según muestran datos federales
Otro especialista en obesidad, el Dr. Ken Fujioka, también realizó 130 viajes pagados por Novo durante ese tiempo, principalmente a destinos en EE UU. Fujioka dirige del Centro de Investigación Metabólica y Nutricional de la Clínica Scripps en San Diego. En el momento en que viajaba en nombre de Novo, estaba redactando las guías de tratamiento de la obesidad que publicó la Asociación Estadounidense de Endocrinología Clínica en 2016. Ahora es miembro de la Junta Estadounidense de Medicina de la Obesidad, que evalúa y certifica a los médicos como especialistas. En total, Novo ha gastado US$715.000 dólares en Fujioka en concepto de viajes, conferencias y honorarios de consultoría.
“Estos médicos tan bien pagados terminan ahogando las voces de las personas que no se suben al avión para ir a todas las reuniones médicas”, dijo la Dra. Adriane Fugh-Berman, profesora de farmacología y fisiología del Centro Médico de la Universidad de Georgetown que estudia el marketing farmacéutico. “Como resultado, no hay mucha resistencia a la visión predominante financiada por la industria”.
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