Según el Wall Street Journal [1], CVS, la cadena de farmacias más grande del país se alejará de las complejas fórmulas utilizadas para fijar los precios de los medicamentos de venta con receta que dispensa, y adoptará un modelo más simple que podría alterar la forma en que se paga a las farmacias estadounidenses.
Según el plan, las aproximadamente 9,500 farmacias minoristas de CVS recibirán un reembolso de los administradores de beneficios farmacéuticos (PBMs) y otros pagadores en función de la cantidad que CVS pagó por los medicamentos, además de un margen de beneficio limitado y una tarifa fija para cubrir el costo de la gestión de los medicamentos y su dispensación. Esta estrategia aumentará la transparencia en los precios.
La forma como actualmente se reembolsa a las farmacias es independiente de lo que pagaron al comprar los medicamentos.
Para los consumidores, los empleadores y los seguros de salud que pagan por las recetas, el cambio tendrá efectos mixtos. Algunos medicamentos pueden costar menos, mientras que otros pueden aumentar de precio, dijeron ejecutivos de CVS. La mayoría costarán menos.
CVS está tomando la medida en su intento por estabilizar su negocio de farmacia minorista, que durante mucho tiempo ha luchado contra el estancamiento de los márgenes de retribución de su función principal: dispensar recetas.
Con esto la empresa aborda las críticas de legisladores, empleadores y pacientes sobre la complejidad y opacidad en torno a cómo se compran y venden los medicamentos.
CVS dijo que no se espera que el cambio aumente las ganancias de sus farmacias, pero garantizaría ganancias más estables y predecibles. La compañía se negó a revelar los rangos objetivo para establecer el margen de beneficio de sus medicamentos o las tarifas fijas.
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