Conclusiones:
Muchos países de ingresos medios se encuentran en grave desventaja a la hora de acceder a antivirales genéricos contra la covid. Actualmente, hay veinte países/territorios que no figuran entre los territorios autorizados en ninguna de las tres licencias de medicamentos antivirales del Banco de Patentes (Medicines Patent Pool o MPP) y otros 28 están excluidos en al menos una licencia. El análisis del estado de las patentes revela que la mayoría de estos países excluidos cuentan con una patente pendiente o concedida que impide el acceso a los genéricos de uno o más antivirales, a no ser que se emita una licencia obligatoria nacional (y es posible que se requiera otra licencia obligatoria en el país de fabricación/exportación). Unos pocos países excluidos no tienen que superar ninguna barrera de patentes interna, pero el acceso puede depender de que se emita una licencia obligatoria en el país exportador. Desafortunadamente, Hetero, el único productor de genéricos con licencia y precalificado, no puede suministrar nirmatrelvir fuera del territorio cubierto por la licencia de Pfizer, mientras que tres licenciatarios de molnupiravir pueden suministrar a territorios sin licencia, pero solo si se cumplen otros requisitos no patentarios, de licencia obligatoria y regulatorios
Esta revisión pone de manifiesto una debilidad evidente en la estructura de las licencias MPP. Los titulares de patentes, en particular aquellos que poseen patentes de medicamentos más complejos, ofrecen con sus licencias paquetes de transferencia de tecnología, pero están condicionados, y esas condiciones terminan haciendo que las restricciones territoriales sean férreas. Aunque las licencias MPP habitualmente incluyen excepciones para permitir que los titulares de licencias suministren a países donde no hay patentes que lo impidan o a aquellos que han emitido licencias obligatorias (y lo hacen para evitar socavar las flexibilidades del Acuerdo sobre los ADPIC), los paquetes de transferencia de tecnología basados en secretos comerciales actúan como excepción para esas excepciones, y eliminan el derecho de suministro basado en licencias obligatorias, que los licenciatarios tendrían para suministrar fuera del territorio bajo licencia. Los titulares de licencias están ansiosos por aceptar el paquete tecnológico, como lo han hecho con nirmaltrevir y molnupiravir, por su deseo de acelerar la producción y/o adquirir conocimientos técnicos sin los cuales la fabricación a escala comercial con calidad garantizada podría ser difícil, costosa y requerir mucho tiempo, o podría ser incluso imposible de adquirir o desarrollar por sí solos.
Es cuestionable, pero ahora aparentemente rutinario, permitir que el acceso a secretos comerciales opere como elemento independiente para restringir el acceso extraterritorial, incluso en los países donde no hay ninguna patente que lo bloquee o en donde se ha emitido una licencia obligatoria adecuada. Aunque no se indica expresamente en las licencias, las limitaciones territoriales basadas en secretos comerciales pueden durar más que las basadas en patentes, que expiran veinte años después de la emisión de la última patente bloqueadora. Las limitaciones de los secretos comerciales pueden durar mientras la información siga siendo “confidencial” y tenga valor comercial.
El resultado neto de la restricción territorial relacionada con los secretos comerciales es que los países excluidos, en su mayoría de ingresos medios altos, se tendrán que abastecer a partir de empresas que no son licenciatarias de MPP, al menos donde todos los licenciatarios de MPP existentes hayan aceptado paquetes de transferencia de tecnología. Si ciertos licenciatarios de MPP no han aceptado el paquete de transferencia de tecnología, entonces, al menos en teoría, están autorizados contractualmente a suministrar cuando no haya patentes que lo bloqueen o se haya emitido una licencia obligatoria en el país receptor de los suministros.