Previsión de las próximas crisis climáticas, los países en desarrollo deberían incluir “en sus leyes internas mecanismos eficaces” que les permitan utilizar las flexibilidades del Acuerdo sobre los ADPIC, afirmó el martes la Dra. Ngozi Okonjo Iweala, Directora General de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El término flexibilidades de los ADPIC [1] se refiere al espacio permitido en el Acuerdo sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la OMC para que los gobiernos relajen los derechos de patente y aborden las necesidades de salud pública, incluyendo la emisión de licencias obligatorias para fabricar medicamentos sin el permiso del titular de la patente.
“Permítanme enfatizar que muchos gobiernos de países en desarrollo aún no han implementado los mecanismos o herramientas legales que permiten el uso de flexibilidades existentes o futuras. Ahora que el impacto del cambio climático en la salud se hace más evidente, es el momento de prepararse”, dijo Iweala en el simposio trilateral sobre cambio climático y salud [2] convocado por la OMC, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Los tres organismos acordaron intensificar su apoyo a los países en desarrollo para “analizar sus opciones para utilizar las flexibilidades del Acuerdo sobre los ADPIC” y actualizar sus leyes para permitir el uso de estas flexibilidades así como “mejores planes de adquisiciones”, añadió.
“Como todos saben, en la OMC también hemos estado abordando cuestiones delicadas en torno a la propiedad intelectual (PI) y la transferencia de tecnología”, añadió Iweala.
“Para resolver los problemas de salud pública y clima, se deben incentivar, inventar, desarrollar y difundir ampliamente las tecnologías innovadoras. La innovación y el acceso deben ir de la mano. Es por eso que se diseñó el sistema de propiedad intelectual, teniendo como núcleo las ideas de equilibrio e interés público. Los gobiernos tienen un margen legítimo para intervenir cuando sea necesario para proteger el interés público”.
“De la misma manera que hemos estado luchando por el acceso global equitativo a las vacunas contra la covid-19, debemos asegurarnos de que la propiedad intelectual y las normas comerciales no se conviertan en una barrera para acceder a tecnologías más ecológicas y saludables”, afirmó Tedros.
“La adicción del mundo a los combustibles fósiles es un acto de autolesión”, añadió. “Esta adicción no solo impulsa la crisis climática, sino que también contribuye en gran medida a la contaminación del aire, que mata a casi siete millones de personas cada año: una muerte cada cinco segundos. La comunidad que trabaja por la salud tiene un papel fundamental que desempeñar para proteger a las personas de las crecientes amenazas climáticas a la salud”.
Sin embargo, los países tenían la responsabilidad de construir sistemas de salud que puedan resistir los impactos climáticos y reducir su huella de carbono, agregó Tedros, refiriéndose al marco de la OMS para construir sistemas de salud resilientes al clima y bajos en carbono que se publicó la semana pasada [3].
Al advertir que África sería la más afectada por las muertes relacionadas con el clima, que se prevé representarán más de la mitad de estas muertes para 2050, el Director General de la OMPI, Daren Tang, dijo “este no puede ser nuestro futuro”.
Tang añadió que, si bien algunos ven los derechos de propiedad intelectual como un obstáculo para lograr un mundo mejor, más justo y sostenible, la OMPI espera que la propiedad intelectual “desate el potencial innovador y creativo de nuestra gente en todo el mundo” para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Referencias