En 2019, estudiamos los datos disponibles sobre el riesgo de malformaciones y los efectos a largo plazo de la exposición a la carbamazepina (Tegretol u otras marcas) en el útero. Este antiepiléptico también está autorizado para tratar el trastorno bipolar, el dolor neuropático y algunos tipos de neuralgia. Se estableció claramente su acción teratógena, con un riesgo general de malformaciones graves aproximadamente dos veces mayor que en un grupo sin epilepsia (en particular de malformaciones craneofaciales y hendiduras bucofaciales). También se notificaron malformaciones cardíacas y de las vías urinarias, así como hipospadias. Los pocos estudios realizados sugieren que existe un riesgo aproximadamente dos veces mayor de padecer trastornos del desarrollo neurológico temprano [1].
En 2023, la ANSM publicó una revisión actualizada de los riesgos de malformaciones y trastornos del desarrollo neurológico asociados a la exposición a la carbamazepina en el útero [2]. Esta revisión se basó principalmente en la base de datos bibliográfica metaPreg, mantenida por el Hospital Universitario de Lyon. Los datos bibliográficos se usan para crear metaanálisis que se actualizan periódicamente. La revisión publicada por la ANSM en 2023 se basó en datos de metaPreg actualizados a mediados de 2022 [2].
Se comprueba el riesgo teratogénico. El metaanálisis cubrió 26 estudios sobre malformaciones graves e incluyó a aproximadamente 10.000 niños expuestos a la carbamazepina durante el primer trimestre el embarazo [2]. Como se podía prever, reveló un riesgo mayor de malformaciones graves en los niños nacidos de madres que habían tomado carbamazepina durante el embarazo que en los niños de madres epilépticas que no habían tomado este medicamento, con una razón de probabilidades (OR) de 1,5 (intervalo de confianza del 95% [IC95] 1,3-1,9). Este riesgo de malformaciones también se observó cuando el análisis se limitó a las embarazadas epilépticas, sin importar si el grupo control era la población general, un grupo de mujeres epilépticas tratadas con otro antiepiléptico o un grupo de mujeres con epilepsia sin tratamiento [2,3].
Otros metaanálisis han mostrado un aumento claro del riesgo, en particular, de espina bífida (defecto del cierre del tubo neural) y hendiduras bucofaciales en los niños expuestos a la carbamazepina en el útero, en comparación con los que no se expusieron [2,3].
Nuevas señales de seguridad para trastornos del desarrollo neuropsicológico. También se realizó un metaanálisis de 10 estudios que evaluaron el riesgo de trastornos del desarrollo neuropsicológico en aproximadamente 4000 niños expuestos a la carbamazepina en el útero. Combinando todas las indicaciones, reveló que, tras la exposición a la carbamazepina en el útero, el riesgo general de padecer trastornos del desarrollo neurológico era mayor que cuando no hubo exposición, con un OR de aproximadamente 1,5 (IC95 1,1-2,0) [2,3]. Estos estudios cubrieron varios trastornos y grupos etarios.
En los niños de 3 a 6 años, otro metaanálisis sugirió que existe una asociación entre la exposición a la carbamazepina en el útero y los trastornos cognitivos, con un OR de aproximadamente 3. Este resultado se observó sin importar si el análisis cubría todas las indicaciones (5 estudios que incluyeron un total de 684 niños expuestos, OR 2,8; IC95 1,3-5,7) o solo la epilepsia (5 estudios en un total de 392 niños expuestos, OR 2,7; IC95 1,2-6,4) [2,3].
En los niños mayores de 6 años, el OR para trastornos del desarrollo cognitivo fue de aproximadamente 1,6 (12 estudios que incluyeron a un total de 4112 niños expuestos; IC95 1,1,-2,4), y el OR para discapacidades intelectuales graves (IQ menor a 70), combinando todas las indicaciones, fue de 1,9 (7 estudios en un total de 3895 niños expuestos; IC95 1,1-3,4).
Otro metaanálisis sugirió que existe una asociación entre la exposición a la carbamazepina en el útero y los problemas de aprendizaje en los estudios que incluyeron a madres epilépticas, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa (3 estudios en un total de 349 niños expuestos). En un metaanálisis de 14 estudios que incluyeron a un total de 976 niños expuestos, se observó una asociación con problemas o retrasos en el habla (OR 1,7; IC95 1,2-2,5) [2,3]. Finalmente, otro metaanálisis también mostró un aumento del riesgo de que ocurra el criterio de valoración compuesto “diagnóstico o sospecha de trastorno de déficit de atención con hiperactividad” (8 estudios en 776 niños expuestos, OR 1,3; IC95 1,1-1,6). El riesgo de trastornos del espectro autista pareció mayor que en los niños que no fueron expuestos, pero esta diferencia no alcanzó la significancia estadística. Sin embargo, dado el bajo poder estadístico de este estudio, no se puede descartar un aumento del riesgo.
En la práctica, además de los riesgos teratogénicos establecidos asociados a la exposición a la carbamazepina en el útero, nuevas señales de seguridad sugieren que existe un riesgo a largo plazo de trastornos del desarrollo neurológico. Por ello, es muy importante sopesar cuidadosamente las ventajas y desventajas cuando se considera tratar a una mujer en edad fértil con carbamazepina. Si se elige este tratamiento a pesar de los riesgos establecidos que conlleva, es importante asegurarse de que usen anticonceptivos que no pierdan eficacia debido al efecto de la carbamazepina, que es un inductor enzimático. En tal caso, la primera elección es un dispositivo intrauterino a base de cobre.
Referencias seleccionadas de la búsqueda bibliográfica de Prescrire