La domperidona y la metoclopramida, junto con la alizaprida y la metopimazina, son neurolépticos que se usan como antieméticos [1-3]. La domperidona y la metopimazina tienen un balance riesgo-beneficio desfavorable para este uso. Conllevan un riesgo de arritmias y de muerte súbita, efectos adversos desproporcionados para los síntomas que tratan y la poca eficacia que tienen [3]. Estos medicamentos exponen a los pacientes a los efectos adversos que comparten con todos los neurolépticos, es decir, efectos sedantes, antimuscarínicos, extrapiramidales, endocrinos y cardíacos. Los síntomas extrapiramidales se deben a su acción bloqueante del receptor de dopamina [3-6]. Los síntomas extrapiramidales del parkinsonismo se manifiestan en particular como rigidez muscular (hipertonía), reducción o enlentecimiento marcado del movimiento (hipocinesia), y temblor de reposo o postural. Ocurren por la enfermedad de Parkinson y por otros trastornos del sistema nervioso central y, en ocasiones, su origen es ambiental o farmacológico [7].
En 2023, un equipo surcoreano publicó un estudio sobre el parkinsonismo que se presentaba tras el uso de neurolépticos comercializados como antieméticos, como la domperidona o la metoclopramida [8]. Los siguientes son los principales descubrimientos de este estudio.
Aumento del riesgo de parkinsonismo, sobre todo después de tomar domperidona. Este estudio se realizó usando datos de prescripciones obtenidos de una muestra representativa de la población que tiene la cobertura del principal prestador obligatorio de seguro médico en Corea del Sur. Cada paciente actuó como su propio control. El estudio incluyó a 5842 pacientes diagnosticados por primera vez con parkinsonismo o mal de Parkinson entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2015, y que durante los tres meses previos habían recibido al menos una prescripción para un neuroléptico que usarían como antiemético.
El promedio de edad aproximado de los pacientes era de 62 años: alrededor de un 60% eran mujeres [8]. No se conocen las dosis de los neurolépticos.
Después de tomar en cuenta varios factores de confusión (sobre todo la exposición a otros neurolépticos), el riesgo general de padecer parkinsonismo fue aproximadamente dos veces mayor tras la exposición a un neuroléptico usado como antiemético: razón de probabilidades ajustada (aOR) 2,3; intervalo de confianza del 95% [IC95] 2,1-2,6.
Entre los medicamentos estudiados, la exposición a la metoclopramida se asoció a un riesgo aproximadamente 1,6 veces mayor (IC95 1,1-2,0), y la exposición a la domperidona a un riesgo aproximadamente 4 veces mayor (aOR 4,1; IC95 3,4-5,0) [8]. Con la itoprida, un medicamento relacionado con la metoclopramida, el riesgo fue aproximadamente 1,8 veces mayor (IC95 1,4-2,2) [9]. No se estudió a la metopimazina ni a la alizaprida.
Los pacientes mayores de 65 años tienen un riesgo mayor. El uso de cualquier neuroléptico como antiemético se asoció a un riesgo mayor, estadísticamente significativo, de parkinsonismo en pacientes de 65 años o mayores (aOR 2,7; IC95 2,3-3,1) que en los más jóvenes (aOR 1,9; IC95 1,6-2,3). En los pacientes de 65 años o mayores, la exposición a la metoclopramida se asoció a un riesgo 1,7 veces mayor (IC95 1,3-2,0), mientras que el riesgo mayor se asoció a la exposición a la domperidona (aOR 5,1; IC95 4,0-6,7) [8].
Mayor riesgo con la metoclopramida, incluso en dosis que no sobrepasaban las recomendaciones. Los resultados de otro estudio de cohorte que se realizó usando los datos de reembolsos de la base de datos del seguro médico nacional taiwanés son similares. De los 218.931 pacientes expuestos a la metoclopramida (combinando todas las dosis), 122 fueron diagnosticados con parkinsonismo, versus 56 de los 218.931 pacientes no expuestos, lo que corresponde a un riesgo estimado del cociente de riesgos ajustado (aHR) de 2,2 (IC95 1,5-3,0). En los pacientes expuestos a dosis de metoclopramida mayores a las dosis máximas recomendadas, este riesgo fue aproximadamente 3 veces mayor que en los pacientes no expuestos [2,10]. Sin embargo, se observó un aumento del riesgo incluso cuando la dosis se ajustaba a las recomendaciones de los resúmenes franceses de las características del producto (RCP) de 2024 para los productos que contenían metoclopramida, es decir, dosis máximas de 30 mg por día, sin sobrepasar los cinco días de tratamiento.
En la práctica, el parkinsonismo provocado por un neuroléptico suele ser reversible cuando se interrumpe el medicamento [5,6]. En los pacientes que experimentan síntomas de parkinsonismo, siempre es beneficioso comprobar si hay antecedentes de uso de neurolépticos, incluso si se usaron como antieméticos y si las dosis se ajustaban a las recomendaciones de los RCP, ya que en tales casos se puede interrumpir el tratamiento o reemplazarlo por otro medicamento. Esta recomendación aplica sin importar la edad del paciente ni si se ha considerado un diagnóstico de enfermedad de Parkinson.
Revisión de la literatura hasta el 20 de junio de 2024