Un estudio de casos y controles publicado en 2023 investigó el riesgo de trastornos cardiovasculares en adultos y niños expuestos durante períodos de tiempo de diferente duración a medicamentos para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) [1].
Pacientes de 6 a 64 años tratados principalmente con metilfenidato. Un estudio, que se basó en los registros de servicios médicos suecos, incluyó a 278.027 pacientes de 6 a 64 años diagnosticados con TDAH o a quienes se había dispensado medicación para el TDAH entre 2007 y 2020. Los casos fueron los 10.388 pacientes diagnosticados con trastornos cardiovasculares, como cardiopatía isquémica o enfermedad cerebrovascular, hipertensión, insuficiencia cardíaca, arritmia, enfermedad tromboembólica, enfermedad arterial u otras formas de cardiopatías.Los trastornos cardiovasculares más frecuentes fueron hipertensión (4210 casos) y arritmias (1310 casos). Cada caso se emparejó según la edad, el sexo y la duración del seguimiento con aproximadamente cinco controles, dentro de los mismos registros, que habían sido diagnosticados con TDAH pero que no padecían enfermedades cardiovasculares [1].
La mediana de la edad de los casos y los controles era de 35 años, y la mediana de la duración del seguimiento fue de 4,1 años. Aproximadamente un 84% de los casos y los controles recibió tratamiento para el TDAH durante el período de seguimiento, principalmente metilfenidato, un medicamento de tipo anfetamínico [1].
Un aumento del riesgo de trastornos cardiovasculares que aumenta con la duración de la exposición. En comparación con los períodos sin exposición, y después de ajustar por un conjunto de características de los pacientes y por otros trastornos psiquiátricos relacionados, se descubrió que el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumentaba con la duración de la exposición a un medicamento para el TDAH. La diferencia fue evidente tras dos o más años de exposición. Para una duración de la exposición de 3 a 5 años, el riesgo relativo estimado de la razón de probabilidades ajustada fue de 1,3 (intervalo de confianza del 95% 1,2-1,4). El riesgo de hipertensión aumentó aproximadamente el doble tras más de 5 años de exposición a estos medicamentos [1].
El aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular se observó a partir de una dosis diaria de metilfenidato desde los 45 mg (es decir, una dosis más baja que la dosis máxima autorizada para tratar este problema, incluso en niños) [1,2].
Un análisis de subgrupo mostró que los niveles de riesgo fueron similares para los pacientes menores o mayores de 25 años [1].
En la práctica, el metilfenidato tiene acciones simpaticomiméticas que crean un riesgo de hipertensión y de otros trastornos cardiovasculares, y su frecuencia aumenta con la duración de la exposición. Estos efectos adversos influyen mucho en el balance riesgo-beneficio del uso a largo plazo de este medicamento, y justifican que se revalúe su beneficio cuando se renueve la prescripción. Estos riesgos también se pueden prever con otros simpaticomiméticos, como la atomoxetina o la lisdexanfetamina [1].
Referencias seleccionadas de la búsqueda bibliográfica de Prescrire