Resumen:
La FDA empezó a advertir en 2003 que, entre los jóvenes, los antidepresivos pueden estar asociados con pensamientos y conductas suicidas. La FDA emitió una advertencia en 2003 y una advertencia de recuadro negro en 2005 que se centraron en los niños y adolescentes menores de dieciocho años. La FDA amplió la advertencia de recuadro negro en 2007 para incluir a los adultos jóvenes. Ambas advertencias tenían como objetivo aumentar el seguimiento médico de los pensamientos y conductas suicidas. Nuestra revisión sistemática identificó 34 estudios de depresión y resultados relacionados con el suicidio después de estas advertencias; once de estos estudios cumplieron con los criterios de diseño de investigación establecidos para reducir los sesgos.
Los once estudios analizaron el seguimiento de los pensamientos y conductas suicidas, las visitas al médico por depresión, los diagnósticos de depresión, las visitas de psicoterapia, el tratamiento y el uso de antidepresivos y las intoxicaciones por fármacos psicotrópicos (un indicador de los intentos de suicidio) y las muertes por suicidio. También evaluamos la posible repercusión en los adultos, que no eran destinatarios de las advertencias. El único estudio que midió la intención del médico de dar seguimiento a los pensamientos y conductas suicidas no encontró evidencia de aumento.
Varios estudios han descubierto reducciones significativas no deseadas en la atención de la salud mental después de las advertencias. Después de estas reducciones, hubo marcados aumentos en las intoxicaciones por fármacos psicotrópicos y muertes por suicidio. Estos hallazgos respaldan la necesidad de reevaluar los riesgos y beneficios de las advertencias de recuadro negro que emite la FDA sobre los antidepresivos.