Principales hallazgos
Por primera vez, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) tendrán la capacidad de negociar, en nombre de sus beneficiarios, precios máximos justos para una selección de medicamentos [1]. Con esta nueva autoridad, los CMS pueden enfrentarse a los precios excesivamente altos de la industria farmacéutica y reducir los gastos de bolsillo para los beneficiarios de Medicare, muchos de los cuales pagan cientos de dólares, si no miles, por un solo medicamento esencial. Public Citizen insta a CMS a que, al negociar los precios, tenga en cuenta cómo los fabricantes han abusado de las patentes, que son las que les han permitido especular con los precios de los medicamentos que Medicare ha seleccionado para dicha negociación. Muchos de estos abusos de patentes caen en la categoría de “tácticas de perennización“, que incluyen la obtención de patentes para modificaciones triviales y/o obvias de medicamentos existentes, con el objetivo de prolongar la exclusividad en el mercado de los medicamentos de marca [2]. En este informe, analizamos los abusos de patentes y de la perennización de los primeros diez medicamentos que Medicare ha seleccionado para la negociación de precios.
Las tácticas de perennización y los abusos de patentes que hemos documentado sugieren que el Congreso debería promover leyes que limiten la manipulación del sistema de patentes en detrimento de los pacientes de EE UU. Si bien la Ley de Recetas Asequibles para Pacientes (Affordable Prescriptions for Patients Act) de 2023, aprobada por el Senado, es un paso en la dirección correcta, la Ley PREVAIL patrocinada por los senadores Chris Coons y Thom Tillis podría ser devastadora para el acceso de los pacientes, porque dificultaría que los fabricantes de medicamentos genéricos y biosimilares y las organizaciones sin fines de lucro pudieran impugnar administrativamente los abusos de patentes que cometen los fabricantes de medicamentos de marca.
Referencias
Puede leer el documento completo en inglés en este enlace https://www.citizen.org/wp-content/uploads/Evergreening-Report_Final_12.10.pdf A continuación un resumen ampliado
Introducción
La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) permite que Medicare negocie los precios de ciertos medicamentos para reducir costos y evitar abusos. Nueve de los diez medicamentos en negociación han usado tácticas de extensión de patentes para retrasar la competencia y mantener precios altos. El informe expone estas estrategias, como el patentamiento de modificaciones menores y la adquisición de nuevas patentes para bloquear competidores. La negociación busca frenar estos abusos y que los medicamentos sean más accesibles para los beneficiarios de Medicare. Los primeros diez medicamentos seleccionados cuestan a Medicare entre US$2.500 millones y US$16.000 millones al año, generando altos costos de bolsillo para los pacientes. En la negociación de precios, los Centers for Medicare and Medicaid Services (CMS) considera varios factores, incluyendo las patentes de los medicamentos.
Prolongación y abusos de patentes en los medicamentos en IRA
El documento aborda la prolongación y los abusos de patentes para ocho de los diez medicamentos seleccionados para la negociación. Un informe previo se centró en las maniobras de Amgen con etanercept (Enbrel). La insulina aspart (Novolog y Fiasp) ya no esta protegica por patente, pero los biosimilares aún no están disponibles. Nueve de cada diez medicamentos en negociación muestran evidencia de prácticas anticompetitivas que protegen a los medicamentos de la competencia genérica o biosimilar, prolongando injustamente su monopolio. Esto resalta la necesidad de que la Ley de Reducción de la Inflación frene estos abusos que limitan las opciones de tratamiento para los pacientes estadounidenses, quienes a menudo tienen acceso a alternativas más económicas en otros países.
Stelara (ustekinumab)
La FDA aprobó Stelara en 2009 para tratar la psoriasis en placas de moderada a grave. Se estimó que la empresa perdería la exclusividad en septiembre de 2023, coincidiendo con la expiración de la patente del ingrediente activo, ustekinumab. Sin embargo, Johnson & Johnson ha abusado las patentes para retrasar la entrada de biosimilares en EE UU hasta enero de 2025, mientras que ya están disponibles en Canadá, Japón y Europa. La compañía adquirió patentes que expiraban en 2032 y 2033, que no se utilizan en la fabricación de su producto, para bloquear la competencia, además de una patente de método de uso para la colitis ulcerosa que expira en 2039.
Usos anticompetitivos de las patentes de fabricación de biosimilares. En marzo de 2023, Johnson & Johnson hizo valer por primera vez estas patentes en una demanda contra Amgen, que intentaba comercializar un biosimilar de Stelara. La compañía adquirió estas patentes de Momenta Pharmaceuticals, que describió como un “fabricante de biosimilares altamente capacitado” enfocado en la producción de anticuerpos para facilitar la comparabilidad de biosimilares con el producto de referencia.
Johnson & Johnson resumió sucintamente el valor de las patentes que adquirió de Momenta. Janssen adquirió patentes de fabricación de biosimilares, originalmente desarrolladas por Momenta, y ahora las usa para bloquear la competencia en medicamentos como Stelara. Estas patentes, que no están relacionadas con la producción del fármaco, expiran en 2032-2033 y han permitido a Johnson & Johnson retrasar la llegada de alternativas más económicas al mercado de EE UU hasta 2025, mientras que en otras regiones ya están disponibles. Esto evidencia prácticas anticompetitivas que afectan la negociación de precios de Medicare.
Método de uso de una patente que reivindica una solicitud divulgada previamente. Johnson & Johnson extendió su monopolio sobre Stelara manipulando las patentes para retrasar la competencia de biosimilares hasta 2025. Primero, adquirió patentes de fabricación de biosimilares sin relación con el fármaco. Luego, obtuvo una patente secundaria para tratar la colitis ulcerosa, pese a que su uso ya era conocido.
Januvia (sitagliptina)
Merck ha extendido su monopolio sobre Januvia mediante tácticas de perennización de patentes, retrasando la competencia genérica en EE UU hasta al menos 2026, pese a que la patente original expiró en 2023. Mientras en Europa y otros países ya existen genéricos, Medicare gastó más de US$4.000 millones en este medicamento en un año. Merck ha llegado a acuerdos con múltiples fabricantes para postergar la entrada de alternativas más económicas, manteniendo altos costos para los pacientes.
Merck prolongó su monopolio sobre Januvia mediante una patente cuestionable sobre una forma de sal específica de sitagliptina, pese a que su patente original ya mencionaba este proceso. Esta estrategia extendió su exclusividad hasta 2027, retrasando la competencia genérica en EE UU, aunque el medicamento ya se enfrenta a la competencia de los genéricos en otros países. Estas prácticas impiden el acceso a versiones más económicas y deberían haberse considerado inválidas.
Xarelto (rivaroxaban)
Johnson & Johnson y Bayer han extendido su monopolio sobre Xarelto mediante patentes secundarias que prolongan su exclusividad hasta 2039, para algunas presentaciones, pese a que la patente del ingrediente activo expira en 2025. Mientras los genéricos ya están disponibles en otros países, en EE UU las empresas han litigado contra los fabricantes de genéricos para retrasar su entrada, logrando acuerdos que postergan la competencia hasta al menos 2027.
La PTAB (Patent Trial and Appeal Board) invalidó la patente del comprimido de 2,5 mg de rivaroxabán, que protegía su uso con aspirina hasta 2039, por ser un método de tratamiento ya conocido. La decisión se basó en evidencia previa que anticipaba y hacía que sus reivindicaciones fueran obvias. Bayer ha apelado la decisión. Este caso refleja cómo las patentes secundarias pueden prolongar los monopolios farmacéuticos por décadas, limitando el acceso a genéricos.
Bayer y Johnson & Johnson prolongaron su monopolio sobre Xarelto mediante patentes secundarias. A pesar de que las patentes iniciales para las dosis de 10, 15 y 20 mg expiran en 2025, obtuvieron extensiones que prolongan la exclusividad hasta 2034. Además, aseguraron otra patente hasta 2039 al reclamar el uso del medicamento con aspirina, a pesar de ser un método obvio. Estas prácticas retrasan la competencia genérica y perjudican a los pacientes al mantener altos los costos del tratamiento.
Eliquis (apixabán)
Apixaban, comercializado como Eliquis, es un anticoagulante aprobado por la FDA en 2012, distribuido por Bristol Myers Squibb (BMS) y Pfizer. Aunque se aprobaron genéricos en 2019, no llegarán al mercado de EE UU hasta el 1 de abril de 2028, debido a que BMS y Pfizer han presionado a 25 fabricantes para retrasar la competencia. Por el contrario, los genéricos ya están disponibles en Canadá y el Reino Unido.
BMS y Pfizer extendieron su monopolio sobre apixabán mediante una patente para una versión cristalina, retrasando la entrada de genéricos hasta 2028, aunque la patente original expiraba en 2026. Estas patentes, consideradas variaciones obvias, prolongan injustamente la exclusividad y mantienen altos los costos del medicamento, afectando a Medicare y a los pacientes.
Imbruvica (ibrutinib)
AbbVie y Johnson & Johnson han mantenido el monopolio de Imbruvica, elevando su precio de US$99.776 en 2013 a US$181.529 en 2021, lo que ha generado enormes ganancias. Medicare gastó más de US$2.660 millones en el medicamento en un año, con altos costos para los pacientes. Además, AbbVie ha firmado acuerdos para retrasar la entrada de genéricos hasta 2032, afectando el acceso a alternativas más asequibles.
AbbVie ha utilizado una estrategia de acumulación y goteo de patentes para extender su monopolio sobre Imbruvica hasta 2036, a pesar de que las patentes del ingrediente activo datan de 2006. Más de 150 solicitudes de patentes han impedido la competencia de genéricos, muchas presentadas después de la aprobación del fármaco. Además, AbbVie usa patentes de versiones cristalinas y nuevas formulaciones para prolongar la exclusividad, afectando el acceso a versiones más asequibles. Su continua protección del medicamento, mediante litigios y patentes de valor innovador cuestionable, refuerza sus prácticas de perennización en perjuicio de los pacientes.
Jardiance (empagliflozina)
Jardiance, un medicamento para la diabetes e insuficiencia cardíaca de Boehringer Ingelheim y Eli Lilly, ocasionó el segundo mayor gasto de la Parte D de Medicare, con más de US$7.000 millones entre 2022 y 2023. Aprobado en 2014, su protección de patente podría extenderse hasta 2034. La empresa ha demandado a fabricantes de genéricos, logrando acuerdos que retrasan su entrada al mercado, prolongando su monopolio y manteniendo altos costos para los pacientes.
Boehringer Ingelheim ha utilizado estrategias para extender injustamente la exclusividad de Jardiance más allá de la expiración de su patente original en 2025. Recibió extensiones hasta 2029 y patentó el uso del fármaco en combinación con otros medicamentos, extendiendo su monopolio hasta 2034. Además, registró formas cristalinas y métodos de evaluación de insuficiencia renal para excluir genéricos hasta 2034. Estas prácticas de perennización permiten prolongar su monopolio y retrasar la competencia de genéricos.
Farxiga (dapagliflozina)
Farxiga, de AstraZeneca, es un fármaco para la diabetes, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica. Aprobado en 2014, su exclusividad en EE UU sigue protegida por múltiples patentes, retrasando la entrada de genéricos, aunque en países como Canadá ya existen alternativas.
AstraZeneca ha utilizado múltiples patentes para extender la exclusividad de Farxiga y retrasar la competencia genérica. Aunque la patente del ingrediente activo expira en 2026, otra patente sobre las formas cristalinas extiende la protección hasta 2030. Además, existen numerosas patentes sobre diferentes dosis, combinaciones, métodos de tratamiento y riesgos cardiovasculares, algunas consideradas obvias o redundantes. Estas protecciones permiten a AstraZeneca mantenga su monopolio hasta 2040 en ciertas indicaciones, mucho después de la expiración de la patente original.
Entresto (Sacubitril/Valsartán)
En 2024, la FDA aprobó versiones genéricas, pero Novartis intentó bloquear su lanzamiento mediante demandas y acuerdos con fabricantes, aunque no logró impedir la comercialización del genérico de MSN en agosto.
Novartis ha utilizado múltiples patentes para prolongar la exclusividad en el mercado de Entresto, incluyendo combinaciones de ingredientes, formas cristalinas y métodos de tratamiento. Aunque las patentes clave expiraron en 2024 y 2025, la empresa obtuvo protecciones adicionales hasta 2037. Un tribunal rechazó una de sus reclamaciones por falta de novedad, y los genéricos han evitado sus patentes de uso modificando etiquetas. Novartis también ha demandado a la FDA por frenar la competencia, intentando mantener su monopolio más de 21 años después de la aprobación del fármaco.
Enbrel (etanercept)
Public Citizen analizó las maniobras de Amgen para prolongar su monopolio en el mercado de etanercept (Enbrel), un biológico para tratar enfermedades autoinmunes. Amgen no participó en el desarrollo de etanercept, pero adquirió Immunex en 2002 por US$16.000 millones. Aunque las patentes de Immunex expiraron en 2019, Amgen utilizó prácticas abusivas para bloquear la competencia de biosimilares como Erelzi y Eticovo, aprobados en 2016 y 2019. Los estadounidenses no tendrán acceso a estos biosimilares hasta 2029, mientras que en Europa están disponibles desde 2016.
Amgen extendió injustamente la exclusividad de Enbrel hasta 2029 mediante un acuerdo con Roche que le permitió modificar las solicitudes de patentes para incluir etanercept. A pesar de que la ley prohíbe extender la exclusividad con variantes obvias, los tribunales fallaron a favor de Amgen, argumentando que las patentes no eran propiedad de la misma entidad. Esto permitió a la empresa mantener su monopolio y bloquear la entrada del biosimilar Eticovo al mercado.