La enzalutamida es un inhibidor de la vía de señalización de los andrógenos que ha demostrado mejorar la supervivencia global en pacientes con cáncer de próstata [1]. Este medicamento está incluido en la lista de medicamentos esenciales para tratar el cáncer de la Organización Mundial de la Salud [2]. Para entender el papel de la financiación pública en el desarrollo de la enzalutamida, recopilamos los registros centrales de las subvenciones gubernamentales que fueron cruciales en este proceso.
En este estudio transversal se observó que el gobierno de EE UU contribuyó con al menos US$74 millones durante las primeras etapas del descubrimiento y desarrollo de la enzalutamida, cuando el riesgo de fracaso era el más elevado. Pasaron cinco años entre el estudio de fase 1 y la aprobación de la FDA para la primera indicación de la enzalutamida, y la aprobación de la FDA se logró tras la financiación privada del ensayo de fase 3 [1].
Este estudio tiene algunas limitaciones. Una subvención o beca puede respaldar múltiples líneas de investigación, por lo que es posible que la enzalutamida no estuviera relacionada con el monto total de cada subvención identificada. Sin embargo, nuestra estimación es conservadora y omite otras subvenciones para la ciencia básica y translacional que ayudaron a dilucidar el mecanismo de acción de la enzalutamida, así como la financiación de instituciones filantrópicas como el Instituto Médico Howard Hughes y la Fundación para el Cáncer de Próstata. Además, no tuvimos en cuenta las subvenciones federales otorgadas a centros oncológicos designados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés), como la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que proporcionan infraestructura para la investigación básica. Recomendamos que los formuladores de las políticas desarrollen medios más transparentes para que se pueda contabilizar las contribuciones de los fondos públicos al desarrollo de fármacos.
En enero de 2016, Knowledge Ecology International y la Unión para el Tratamiento Asequible del Cáncer presentaron una solicitud al NIH y al Departamento de Defensa (DOD) argumentando que la enzalutamida no está disponible de forma efectiva para algunas personas debido a su precio esinasequible y pedían a las agencias gubernamentales que autorizaran su producción por parte de un fabricante diferente basándose en parte en las disposiciones de “derecho a intervenir (march-in rights)” de la Ley Bayh-Dole. Esta solicitud fue rechazada, al igual que una apelación posterior y otra petición en marzo de 2023 [5]. El precio de lista de enzalutamida en 2022 era de US$189.900 por año de tratamiento en EE UU, muchas veces más elevado que su precio en Japón (US$25.000), Australia (US$31.000) y otros países de altos ingresos [6]. La importante contribución de fondos públicos al descubrimiento de este importante medicamento contra el cáncer demuestra la necesidad de contar con mejores políticas para proteger a los contribuyentes estadounidenses de pagar precios excesivos por medicamentos que han financiado.
Referencias