INTERVENCIÓN DE ACCIÓN INTERNACIONAL PARA LA SALUD (AIS) Y CONSUMERS INTERNACIONAL (CI) EN LA SESIÓN DE CLAUSURA DE LA III CONFERENCIA PANAMERICANA DE ARMONIZACIÓN DE LA REGULACIÓN FARMACÉUTICA (Washington, 24-27 abril 2002) “…se nos ha invitado a ubicar este proceso en aquel que esta llevando a la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Este es un tema todavía en debate en los países de la región y tiene que examinarse sus potenciales beneficios, así como sus probables efectos perturbadores en los países en desarrollo. Los diferentes sectores deben tener una participación en este proceso y qué mejor a través de los procesos de integración subregional, que pueden jugar un papel decisivo para proponer las condiciones necesarias para que los países Latinoamericanos y Caribeños puedan tener posibilidades de desarrollarse y satisfacer las necesidades de la salud de sus poblaciones. Esta es una grave responsabilidad, pues puede estar en nuestras manos las vidas de millones de habitantes latinoamericanos y caribeños. Las armonizaciones – y particularmente los acuerdos de comercio – no deben ser obstáculos para que los individuos ejerzan su pleno derecho a la salud y la vida, tal como de alguna manera ha sido sancionado en la última reunión de la OMC en Doha a propósito del acuerdo ADPIC. Desde otro ángulo nos preocupa, como lo hemos manifestado en días anteriores, que las normas de la Conferencia Internacional de Armonización o ICH (por sus siglas en inglés) se propongan como un standard que van a permitir o no la circulación de medicinas del sur al norte. Es contradictorio como los países ricos exigen abrir nuestros mercados pero empiezan a cerrar los suyos con barreras no comerciales, sino de otro tipo como pueden ser ciertas regulaciones farmacéuticas. Se nos ha explicado que una de las consecuencias de la ICH en la región de las Américas es "definir requisitos para las empresas farmacéuticas que deseen exportar a las regiones de la ICH", lo que es fácil convertir en un insalvable obstáculo para las empresas farmacéuticas de los países no ICH que producen medicamentos de buena calidad, pero que a lo mejor no alcanzan los sofisticados requisitos que establezcan los países ICH. Esto puede considerarse un nuevo tipo de proteccionismo. En muchos países de la región sus sistemas de registro dejan mucho que desear. En algunos, los gobiernos han renunciado a su facultad evaluadora de los medicamentos que solicitan registro. Esta facultad es un elemento que debe recuperarse cuando sea el caso y fortalecerse en todos los casos. No bastan los registros armonizados basados únicamente en los criterios de eficacia y seguridad. Es crucial que los registros se hagan a la luz de los principios de la salud pública, incluyendo el impacto económico. Muchos medicamentos nuevos y caros no agregan nada a las condiciones de salud de las poblaciones aunque puedan demostrar eficacia y rangos aceptables de seguridad. Por otro lado, acelerar el registro de medicamentos sin una evaluación de las necesidades de la salud pública lleva a hacer innecesariamente compleja la oferta de medicamentos lo cual a su vez hace prácticamente imposible una adecuada vigilancia post-comercialización y sobrecarga también innecesariamente el trabajo de las autoridades reguladoras. Precisamente porque nuestros recursos son escasos es que nuestro registro tiene que ser mejor evaluado…” (El documento completo está disponible en http://ekeko2.rcp.net.pe/AIS-LAC/) |