Integridad de los reportes de seguridad en ensayos clínicos aleatorios, evaluación de 7 áreas médicas (Completeness of safety reporting in randomized trials, an evaluation of seven medical areas) | |
Ioannidis JP, Lau JJAMA 2001; 285 (4): 437-443 | |
Los autores realizan un meta-análisis sobre la integridad de los informes de seguridad de medicamentos que forman parte de ensayos clínicos aleatorios. Contexto: Los ensayos clínicos aleatorios con un tamaño de muestra adecuado ofrecen la oportunidad de determinar la frecuencia y severidad de eventos adversos (EA) ocasionados por el consumo de medicamentos nuevos de forma controlada y efectiva. En general, los datos sobre la seguridad de los fármacos son dispersos. Método: Se analizaron 192 ensayos clínicos aleatorios que incluían informes de seguridad de medicamentos; sólo se incluyeron estudios en los que el tamaño de la muestra era superior a 100 pacientes y en los que había un mínimo de 50 pacientes en cada grupo de estudio. En total los estudios afectaron a 130.074 pacientes que recibieron tratamientos en 7 áreas médicas: 1) tratamiento del VIH; 2) antibióticos (ATB) para sinusitis aguda; 3) trombolíticos para infarto agudo de miocardio (IAM); 4) antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para Artritis reumatoide (AR); 5) Hipertensión arterial (HTA) en ancianos; 6) tratamiento del Helycobacter pylori con ATB; y 7) descontaminación selectiva del tracto gastrointestinal (GI) Principal medida de los resultados: Presencia de informes específicos de EA, frecuencia y razones de retiro de la medicación debido a efectos tóxicos, espacio asignado a los informes de seguridad y variables que puedan predecir el que se presente esta información. Parámetros cualicuantitativos evaluados: Se evaluaron componentes cualitativos y cuantitativos de los informes de EA. Aunque es difícil especificar qué aspectos de seguridad son más importantes, algunos probablemente sean indispensables si el informe va a utilizarse con propósitos clínicos: 1) los datos deben presentarse en forma numérica, no en términos genéricos (“pocos”, “varios”); 2) los EA deben ser establecidos por frecuencia y con escalas estandarizadas con graduaciones para toxicidad y gravedad; y 3) los datos deben presentarse en forma separada para cada tipo específico de EA grave, determinando el tipo de daño involucrado. Se seleccionaron dos componentes cualitativos: 1) Cuando se informaba del número de retiradas y suspensión del tratamiento por toxicidad, y cuando se especificaba el número de personas afectadas por cada tipo específico de EA; 2) Cuando la severidad de los EA o alteraciones de las pruebas de laboratorio estaban definidas de forma adecuada (prueba de toxicidad). La evaluación cuantitativa implica que se evalúe el énfasis dado en la publicación sobre la seguridad de los medicamentos. Así se evaluó el espacio utilizado para la sección de resultados comparado con el espacio para autores y auspiciantes. Otros parámetros que pueden afectar la seguridad de los informes incluyen: 1) si los estudios de comparación de dosis enfatizan la seguridad, 2) si se publican en revistas de alto impacto, y si los artículos con resultados significativos de eficacia usan menos espacio para seguridad, 3) si los informes de seguridad fueron dando más énfasis a los grandes ensayos clínicos, ensayos clínicos prolongados o ensayos clínicos enmascarados, 4) si el organismo financiador, tipo de población y localización del estudio afectan el informe, 5) si la seguridad fue menos enfatizada para medicamentos que se han usado para otras indicaciones, y 6) si el primer estudio, para nuevas indicaciones, enfatiza mas los aspectos de seguridad. Resultados: La severidad de los EA fue adecuadamente definida en el 39% de los casos, la toxicidad medida en laboratorio en 29% de los ensayos clínicos, y sólo el 46% determinó las razones para discontinuar el tratamiento que se relacionaban con la toxicidad. Conclusión: La evaluación de los informes de seguridad que se incluyen en ensayos clínicos aleatorios realizados en 7 áreas médicas diferentes revela que las publicaciones incluyen datos sobre la seguridad inadecuados y desordenados, la extensión de la información varia significativamente entre las áreas estudiadas y en ningún caso fue dado en forma satisfactoria. Con la excepción de un trabajo, el informe sobre la seguridad de los medicamentos ocupó menos de una hoja. En el 39% de los casos se informó adecuadamente de los EA, la mayoría sin distinción de severidad. Los estudios a largo plazo ponen menos énfasis en los EA, y la mitad falló en informar sobre los cambios en las pruebas de laboratorio relacionadas con seguridad. Se sabe que los ensayos clínicos incluidos en esta evaluación poseen limitaciones para proveer información de EA. Pueden no aparecer EA importantes que ocurran en una frecuencia menor igual al 1/1000 pacientes. Con frecuencia, EA importantes no son reconocidos hasta muchos años después, cuando el medicamento es utilizado extensamente. Sin embargo, los ensayos clínicos aleatorios serían la mejor herramienta para estudiar la severidad y la frecuencia de EA comunes de un nuevo medicamento en una forma controlada. Los autores concluyen que los estándares para reportar la seguridad de medicamentos en ensayos clínicos aleatorios deberían ser revisados para su mejor adecuación. Traducido y editado por César Rafael Conti |