Anticonceptivos orales y el riesgo de infarto de miocardio (Oral contraceptives and the risk of myocardial infarction) | |
Tanis BC, ven den Bosch MAAJ, Kemmeren JM, Cats VM, Helmerhorst FM, Algra A, van der Graaf Y, Rosendaal FRN Engl J Med 2001; 345(25): 1787-93 | |
En algunos estudios se ha documentado una asociación entre el infarto de miocardio y el uso de anticonceptivos orales, pero hay otros estudios en que eso no ha sido así. Los autores investigaron esta asociación controlando el tipo de progestágeno incluido en los anticonceptivos de tercera (por ejemplo desogestrel o gestodene) y segunda generación (por ejemplo levonorgestrel), la dosis de estrógenos, y la presencia o ausencia de mutaciones protrombóticas.
Métodos: Estudio de casos y controles utilizando una base nacional de datos que permitió identificar 248 mujeres de 18 a 49 años que habían tenido el primer infarto de miocardio entre 1990 y 1995, y 925 mujeres que no habían tenido ningún infarto con las que se aparearon los casos controlando edad, año en que ocurrió el evento y residencia. A los participantes se les preguntó sobre el uso de anticonceptivos orales y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. En 217 de los pacientes y 763 de los controles se hizo un análisis del factor V de Leiden y de la mutación de G20210A en el gene de la protrombina.
Resultados: La razón de riesgo de infarto de miocardio entre las mujeres que utilizaban un contraceptivo combinado comparado con las no usuarias era de 2,0 (intervalo de confianza -IC- del 95%: 1,5-2,8). La razón de riesgo ajustada fue de 2,5 (con el IC del 95%: 1,5-4,1) entre las mujeres que tomaron anticonceptivos de segunda generación y de 1,3 (IC al 95%: 0,7-2,5) entre las que tomaron anticonceptivos de tercera generación. Entre las mujeres que tomaron anticonceptivos que no presentaban mutación protrombótica la razón de riesgo fue de 2,1 (IC al 95%:1,5-3,0) y para las que presentaban mutación de 1,9 (IC al 95%:0,6-5,5)
Conclusiones: El riesgo de infarto de miocardio fue superior entre las mujeres que tomaron anticonceptivos de segunda generación. Los resultados con respecto a los anticonceptivos de tercera generación no fueron concluyentes pero sugieren que son menos riesgosos que los anticonceptivos de segunda generación. El riesgo de infarto era independiente de que tuvieran una mutación protrombótica.
Traducido y editado por Núria Homedes
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