Información de salud relevante para los ciudadanos con capacidad para decidir
Declaración conjunta: HAI/AIS Europa, ISDB [a] AIM [b], BEUC [c], Foro Europeo de Medicamentos
3 de octubre 2006
Traducido por Boletín Fármacos de: Relevant Health Information for Empowered Citizens
Resumen Ejecutivo
La información para la salud es un componente esencial y necesario en la prestación de servicios de salud. Sin embargo, las campañas de promoción de medicamentos dirigidas al consumidor y las de diseminación de información sobre enfermedades o de “enfermedades exageradas o inventadas” (disease mongering), los programas de “adherencia al tratamiento”, y el apoyo directo e indirecto que las compañías farmacéuticas proporcionan a organizaciones de pacientes han difuminado las diferencias entre la información para la salud y la promoción de medicamentos. Para que los pacientes puedan tomar decisiones bien informadas en lo que afecta a su salud, hay que distinguir claramente lo que es información de lo que es propaganda disfrazada como “información.”
La información de salud relevante tiene que:
1. Ser confiable: estar basada en evidencia (incluyendo las fuentes originales de la información), no puede estar sesgada, debe estar actualizada, y debe ser transparente en cuanto a la autoría y el financiamiento (para permitir el rechazo de información que proviene de fuentes con conflictos de interés).
2. Comparativa: debe presentar los beneficios y todos los peligros de todas las opciones terapéuticas (incluyendo, cuando amerite, la opción de “no tratar”), junto con una explicación de la historia natural de la enfermedad, o problema; y
3. Estar adaptada al usuario: ser entendible, accesible y culturalmente adecuada.
En este momento hay demasiadas fuentes de información de salud relevante tanto para el público europeo como a nivel internacional. Se puede mejorar, pero decir que en Europa “los pacientes tienen el síndrome de carencia de información” carece de sentido. Se han desarrollado herramientas para evaluar y calificar la calidad de la información de salud. El objetivo de estas herramientas es ayudar a los proveedores y a los usuarios a asegurar la precisión, calidad y relevancia de las opciones de cuidados de salud. Esta declaración incluye ejemplos de herramientas para evaluar la calidad de la información y fuentes de información que proveen las autoridades reguladoras, agencias de tecnología médica, agencias de evaluación de sistemas de salud, las agencias que financian los sistemas de salud, los proveedores de salud, las organizaciones de consumidores, y grupos independientes de pacientes.
El papel de la industria farmacéutica está severamente limitado por sus inherentes conflictos de interés. Las recomendaciones sobre opciones de tratamiento tienen que ser independientes de las compañías individuales que tienen productos para vender, y de la industria en general. La frase que utilizan los cabilderos de la industria “El que los productores de medicamentos tengan prohibido informar a los pacientes… incluso a través de sus propias páginas de internet ocasiona que los consumidores y los pacientes estén excluidos de recibir información sobre sus medicamentos y sus efectos comparativos” carece de sentido. Las compañías farmacéuticas y todos los que reciben financiamiento de la industria no pueden proveer información comparativa, libre de sesgos, sobre las alternativas de tratamiento disponibles, tanto medicamentosas como no medicamentosas.
Las compañías farmacéuticas tienen un papel específico: por ley, deben etiquetar bien los medicamentos, incluyendo los folletos de información para los pacientes. La Directriz 2004/27/CE exige que los folletos para pacientes sean evaluados por pacientes. Esto representa un paso importante y muy necesario. Es muy probable que el empaquetamiento adecuado y los folletos de información al paciente contribuyan a mejorar el uso de los medicamentos y a prevenir errores.
Las propuestas para mejorar el acceso de los ciudadanos europeos a la información incluyen:
– Asegurar la transparencia de las agencias de productos médicos para garantizar que todos los estudios de seguridad y eficacia de los medicamentos que se hagan pre-comercialización y los datos de farmacovigilancia post-comercialización sean de acceso público.
– Exigir que las compañías farmacéuticas cumplan con los requisitos de empaquetamiento.
– Desarrollar y fortalecer las fuentes de información comparativa y objetiva sobre alternativas de tratamiento.
– Mejorar la comunicación entre pacientes y profesionales de la salud.
– Eliminar la confusión entre el papel de las compañías farmacéuticas y los otros actores.
– Implementar y asegurar que se cumple la regulación europea de promoción de medicamentos.
Declaración completa
Objetivos y contexto
La información es parte integral de la atención a la salud: el consentimiento informado de los pacientes es la base de los servicios de salud y del tratamiento. Con el tiempo, la información en salud ha ido adquiriendo mayor importancia y ha ido ampliando su rol; y también se ha ampliado el rango y número de fuentes de esa información, lo que ha ocasionado que se cuestione la confiabilidad de la información.
El reciente y creciente interés de las compañías farmacéuticas, durante los 80 y los 90, en proveer “información a los pacientes” ha difuminado las diferencias entre promoción de los medicamentos e información de salud. El desarrollo por parte de la industria farmacéutica de propaganda dirigida al consumidor (DTCA) en algunos países (EE.UU. y Nueva Zelanda), las campañas mundiales para informar sobre enfermedades, y quizás mas recientemente la invención o exageración de enfermedades (disease mongering) y los “programas de adherencia al tratamiento”, aunados al apoyo que la industria presta, directa e indirectamente, a las asociaciones de enfermos han contribuido a acrecentar la confusión y la preocupación.
La situación en Europa es álgida. Tras el rechazo, en el 2002 por parte del Parlamento Europeo y en 2003 por el Consejo Europeo, de una propuesta de la Comisión Europea para cambiar las regulaciones europeas de propaganda y permitir que las compañías farmacéuticas promuevan “conocimiento sobre la disponibilidad” de productos para la diabetes, asma, y sida, las compañías han encontrado otras formas de proveer “información” a pacientes y consumidores. Si bien utilizan el término “información”, las actividades incluyen propaganda directa y disfrazada. En pocas palabras, el reto de la industria sigue siendo el mismo: eliminar la prohibición de la propaganda dirigida al consumidor en Europa. Si los pacientes tienen que tomar decisiones bien informadas sobre su salud, hay que clarificar y distinguir lo que es información y propaganda disfrazada de información.
1. Identificar la necesidad básica de los ciudadanos a la información de salud.
La información es importante para prevenir la enfermedad, tanto a nivel individual como en un nivel social más amplio a través de la promoción de la salud pública. La información puede tener impacto directa e indirectamente. Entre los efectos inmediatos están los avances en los conocimientos y su comprensión, mientras que más a largo plazo se sitúan las mejoras en la salud y el bienestar. Además hay muchas otras consecuencias, como por ejemplo una mayor seguridad al entablar un proceso conjunto de toma de decisiones con los profesionales de la salud. Responder a las necesidades de información de los pacientes y de los consumidores no es solo un tema de contenido, sino también de comunicación.
1.1 La información como parte de la educación en salud. La sobremedicalización de los europeos genera confusión entre “información en salud” e “información sobre enfermedad y medicamentos.” La información en salud básica incluye conocimientos sobre el funcionamiento del cuerpo en las diferentes etapas de la vida, y sobre las estrategias que pueden contribuir a mantener la salud. Para que los consumidores puedan tomar decisiones responsables sobre su salud y contribuir mejor a su autocuidado, hay que proporcionarles información clara sobre conceptos básicos como: equilibrio riesgo (daño)-beneficio, síntomas versus etiología etc.
1.2 Información como parte del cuidado en salud. Los ciudadanos necesitan diferentes tipos de información para mejorar su acceso a los servicios de salud: información sobre prevención (detección sistemática, vacunación, anticonceptivos, etc.), sobre enfermedades y tratamientos, e información específica cuando participen en ensayos clínicos (para que puedan proporcionar un consentimiento realmente bien informado). La información escrita es útil, pero el intercambio cara a cara, y una relación de confianza son esenciales para adaptar el contenido a cada situación.
1.3 Información en caso de enfermedad. En caso de enfermedad que requiera los servicios de un profesional, tanto el paciente como sus familiares deben tener la posibilidad de expresar sus sentimientos y preocupaciones, deben ser escuchados, y deben poder obtener respuestas a sus preguntas, por ejemplo:
a. ¿Cuál es la causa del problema?
b. ¿Desaparecerán los síntomas de forma espontánea?
c. ¿Cuál es el objetivo de las pruebas e investigaciones?
d. ¿Hay algo que yo pueda hacer para mejorar mi situación?
e. ¿Existe alguna intervención efectiva para mejorar los síntomas, curar la enfermedad, o prevenir la recaída?
f. ¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
g. ¿Cuáles son los posibles beneficios y daños del tratamiento? ¿en el corto y más a largo plazo?
h. Si vale la pena seguir el tratamiento, ¿Cómo puedo disminuir los efectos secundarios?
Hay que elaborar la información en base a los distintos objetivos, por ejemplo para: entender las características del problema, tener una idea más clara del pronóstico, entender el proceso y el posible impacto de las pruebas y el tratamiento, identificar las mejores opciones y servicios, ayudar a vivir con el problema, aprender sobre diferentes servicios y ayudas etc. Esta información ayudaría a que los pacientes pudieran tomar de decisiones conjuntamente con los profesionales de la salud.
1.4 Información comparativa para la toma de decisiones bien informadas. Para tomar decisiones se necesita tener información comparativa, incluyendo los puntos a favor y en contra de las diferentes opciones. Con frecuencia este tipo de información es escasa o inexistente, porque la investigación es inadecuada o está sesgada, o por la falta de investigación. A pesar de eso, toda la información comparativa que exista debe estar al alcance de los pacientes, de los profesionales de salud, de las familias y otros cuidadores. Esto incluye información sobre la historia natural de la enfermedad (autolimitante o con posibles repercusiones en la vida de un individuo, ya sea a corto o a largo plazo) y sobre las posibles consecuencias de no tratar la enfermedad.
La información comparativa también presenta diferentes opciones de tratamiento: diferentes combinaciones de medicamentos, pero también tratamientos no farmacológicos, cambios de estilo de vida, apoyo social, cirugía, fisioterapia, psicoterapia y otras formas terapéuticas que se hayan evaluado para determinado problema. Para cada una de las opciones, el paciente debería poder identificar claramente las ventajas (grado de efectividad clínica sobre diferentes indicadores, comodidad, etc.) y daños potenciales (efectos secundarios, problemas con la vida personal o social etc.).
2. Herramientas que ayudan a evaluar y a utilizar la información relevante
Ha habido varias iniciativas para desarrollar una lista de criterios de calidad de la información de salud para los pacientes y consumidores. Los siguientes criterios aparecen en muchas de estas listas:
Confiabilidad: debe haber transparencia sobre el origen de la información (para permitir rechazar la información que proviene de fuentes con conflictos de interés) y basada en la evidencia (dando los detalles de las fuentes confiables de información), no puede estar sesgada, y tiene que estar actualizada.
Comparativa: debe explicar la historia natural de la enfermedad, presentar los beneficios y el posible daño de cada una de las intervenciones, ofrecer un amplio abanico de opciones terapéuticas (incluyendo la opción de no tratar), y facilitar el que se opte por un tratamiento teniendo toda la información necesaria.
Adaptada el usuario: debe ser entendible, fácil de utilizar, accesible y debe estar de acuerdo al contexto cultural.
Se han desarrollado instrumentos en diferentes partes del mundo, incluyendo Europa, para evaluar y calificar la calidad de la información sobre opciones de tratamiento, para entrenar a usuarios a hacer una evaluación crítica, o para ayudarlos a identificar fuentes confiables. Estos ejemplos deben difundirse y utilizarse por todas partes.
Ejemplos de herramientas:
– DISCERN cuestionario www.discern.org.uk
– The UK Centre for Health Information Quality www.quick.org.uk
– Which? Lista de recursos útiles www.which.co.uk
– Stiftung Warentestlist de recursos de información www.stiftung-warentest.de
– Ayudas para que el paciente decida www.ohri.ca/DecisionAid
– HealthInsite www.healthinsite.gov.au
– Una guía para que las mujeres entiendan la información sobre salud y cuidados de salud www.cwhn.ca
– James Lind Alliance www.lindalliance.org
– James Lind Library www.jameslindlibrary.org
3. Obstáculos para acceder a información relevante sobre salud.
El reto de la información en salud es doble: 1. asegurar que la información es de buena calidad y gira en torno al paciente (presenta todos las opciones de forma balanceada), y 2. asegurar que se otorga como parte integral de la atención en salud. Hay varios obstáculos que dificultan esta tarea.
3.1. Hay más cantidad que calidad de información. Aumenta el número de fuentes de información, especialmente con el aumento del uso del Internet, pero más no siempre es mejor. La confiabilidad de parte de esta información es desconocida. Si bien la información puede no estar sesgada por conflictos de interés, puede ser poco precisa, o no estar actualizada, ser inconsistente, incompleta, irrelevante, o puede transmitir mensajes poco útiles y contradictorios. Puede no estar basada en la evidencia. Puede no haberse producido para responder a las necesidades de los pacientes y puede ser difícil de entender y de utilizar. Si los pacientes y los consumidores no tienen los criterios de evaluación, la información confiable puede diluirse cuando se difunde a través de medios de comunicación masiva.
3.2. Promoción de medicamentos que se disfraza como “información”. La creciente cantidad de información que difunden compañías farmacéuticas o sus colaboradores se presenta frecuentemente como “conocimiento sobre enfermedades”, suele ir acompañada de soluciones farmacéuticas, y es un obstáculo importante para la provisión de información objetiva. Esta “información” suele presentarse de forma atractiva, utilizando estrategias modernas de marketing, y algunas veces se disemina a través de organizaciones de pacientes pagadas por la industria, lo que rodea al mensaje en un aura de confianza para los que lo reciben.
Las compañías farmacéuticas tienen una doble responsabilidad: hacia los pacientes que consumen sus medicamentos, y hacia los accionistas. A consecuencia de los conflictos de interés, la información que proveen estas compañías no puede ser imparcial y hay que evaluarla cuidadosamente. En un mercado extremadamente competitivo, donde el objetivo es maximizar las ventas, no se puede esperar que la industria farmacéutica provea información objetiva y haga comparaciones con otros tratamientos, con tratamientos no medicamentosos, o con la opción de no tratar. Así pues la propagada dirigida al consumidor se disfraza como “información” pero no es más que promoción para maximizar las ventas. La regulación de este tipo de actividades es vaga, no es pro-activa, y las sanciones suelen ser mínimas.
3.3. Falta de tiempo para comunicar y tradición de secretismo. Asegurar la calidad de la información es solo parte del reto. El objetivo de proveer información es asegurar que responde a las necesidades del paciente y que este se puede beneficiar de ella. La comunicación de información requiere de tiempo y disponibilidad para escuchar a los que reciben la información.
Se está animando a pacientes, personas encargadas de su cuidado y a sus familias a que se involucren más en la toma de decisiones y se responsabilicen por su salud. Sin embargo, con frecuencia los profesionales de la salud no se toman el tiempo o no tienen el tiempo o los recursos para responder a las necesidades de los “pacientes expertos.” Con frecuencia los profesionales no tienen fácil acceso a cierto tipo de información (i.e. datos sobre efectos adversos de medicamentos) para poder informar a los pacientes de los posibles daños. La falta de transparencia de las compañías y de las agencias de productos médicos, en algunos casos, impide que se pueda proveer información balanceada. El reto es asegurar que cuando los profesionales de la salud se comunican o informan a los pacientes, lo hacen de forma centrada en el paciente, sin sesgos, y sin la influencia de valores y actitudes paternalistas.
3.4. Diversidad de necesidades individuales. Las necesidades de información son complejas y pueden ser diferentes para diferentes personas. También pueden cambiar con el transcurso de la vida, de la enfermedad y del tratamiento. Hay que tener en cuenta las diferencias en la capacidad física y/o mental, el lenguaje, el nivel de educación, y los recursos.
Estos factores influyen el tipo de información que los pacientes desean recibir y como la van a utilizar. Dirigirse a niños o a población adulta mayor, a poblaciones emigrantes, a personas con problemas visuales o auditivos, o con problemas de aprendizaje es un reto constante. Las diferencias locales, regionales y culturales deben tenerse en cuenta cuando se adapta la información a las necesidades de los pacientes y de los consumidores.
4. Pasos positivos en Europa y en el mundo
A pesar de los obstáculos mencionados anteriormente, hay ejemplos de buenas prácticas entre los muchos que se dedican a ofrecer información de salud en Europa. Se puede mejorar, y hay que dar herramientas a los consumidores que se enfrentan a una cantidad creciente de “información.” Pero decir que los pacientes de la Unión Europea sufren el Síndrome de Falta de Información es falso: hay fuentes de información disponibles, adaptadas para los diferentes contextos nacionales y regionales, que proporcionan a los pacientes información pertinente para la toma de decisiones.
4.1. Autoridades de salud (ministerios de salud e instituciones relacionadas). A nivel de los países miembros de la Unión Europea, las autoridades nacionales de salud llevan a cabo campañas de educación e información, tanto directamente a través de sus servicios centrales y regionales y de las páginas de internet, como a través de otras instituciones de financiamiento público. Entre los temas se incluyen la mayor parte de asuntos de salud pública: nutrición, inmunizaciones, dejar de fumar, uso adecuado de medicamentos como los antibióticos, prevención de la mala utilización de drogas como los hipnóticos, las epidemias etc. Además otros organismos de gobierno proveen información específica sobre medicamentos, por ejemplo las que pueden afectar la vigilancia para conducir. Otros ejemplos fuera de Europa confirman el rol que pueden tener las autoridades de salud en la provisión de educación e información.
Ejemplos de recursos de autoridades de salud:
– Belgian health ministry. Campañas para el uso adecuado de antibióticos, benzodiazepinas etc. portal.health.fgov.be y www.bcfi.be
– French Institute of Health Prevention and Education. Campañas de hepatitis, prevención del cáncer, vacunas etc. www.inpes.sante.fr
– Reino Unido: información sobre medicamentos que pueden modificar el estado de vigilancia para conducir www.dft.gov.uk
– Australian Consumer portal of the National Prescribing Service www.nps.org.au
– Health Canada Drug Safety Advisories www.hc-sc.gc.ca/dhp-mps/medeff.advisories-avis/
4.2. Agencias de productos médicos (europeas y nacionales). Estas agencias están financiadas primordialmente por compañías farmacéuticas a través de las cuotas que pagan cuando solicitan el permiso de comercialización de un fármaco nuevo; generalmente se concentran en la aprobación de medicamentos y en los estudios de vigilancia post-comercialización, y pocas veces producen información de salud. Proveen la información requerida por ley sobre medicamentos (resumen de las características del producto y los folletos para informar al paciente) y algunos informes de evaluación, que pueden ser útiles si no están influenciados por la industria. Pocas veces proveen información comparativa que ayude al paciente o al profesional de salud a seleccionar el tratamiento adecuado. Sin embargo algunas agencias producen recomendaciones para el público.
Cuando las agencias de medicamentos son transparentes y explican las razones por las que toman sus decisiones (tal como requiere el marco legal europeo que todavía no se ha implementado totalmente), también entregan información original que, si bien no es comparativa, es relevante para el público, especialmente en lo que se refiere a las medidas de farmacovigilancia.
Ejemplos de recursos de las agencias de productos médicos:
– Recomendaciones de la agencia de medicamentos sueca www.lakemedelsverket.se
– Agencia de medicamentos holandesa: revisión de la información de medicamentos para consumidores y pacientes www.nam.fi
– Información de la FDA sobre la seguridad de los medicamentos. Portal para consumidores www.fda.gov/cder/drug/drugsafety/DrugIndex.htm
4.3. Agencias de Evaluación de Cuidados de Salud. Las agencias de evaluación de cuidados de salud, que suelen ser de financiamiento público, son responsables de evaluar las terapias existentes y nuevas, así como los tratamientos preventivos. Su objetivo es, basándose en la evidencia, tomar decisiones de tipo político y financiero sobre las terapias que se pueden reembolsar o pagar con fondos públicos. La información que generan puede ser de utilidad para los pacientes, y en algunos casos la presentan de forma adecuada para el público.
Ejemplos de recursos de agencias de evaluación de cuidados de salud
– German Institute für Qualität und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen (IQWiG) ofrece consejos basados en evidencia en su sección Gesundheitsinformation www.iqwig.de
– National Institute for Health and Clinical Evidence (NICE) provee información para el público y para los profesionales de la salud www.nice.org.uk
– Swedish organisation Statens beredning för medicinsk utvärdering (SBU) proveen información sobre tratamientos disponibles y medidas preventivas, y sobre farmacias www.sbu.se
4.4. Proveedores de salud (agencias financieras). Algunas agencias que financian los sistemas de salud difunden información a sus clientes sobre el uso racional de medicamentos, en forma de folletos, entrenamiento, y/a a través de la internet. Algunas también hacen campañas de información y manejo de la enfermedad, colaboran con las autoridades de salud y con las asociaciones de profesionales de la salud para distribuir información orientada al paciente. Algunas tienen mucha experiencia entregando información a pacientes y ciudadanos a nivel nacional, regional y local.
Ejemplos de recursos de agencias financieras de salud:
– British National Health Services, distribuye información sobre enfermedades, su diagnóstico y tratamiento a través de Internet www.nhsdirect.nhs.uk
– French Caisse Nationale D’assurance Maladie des Travailleurs Salariés tiene una campaña de buen uso de antibióticos y ha contribuido a disminuir el consumo de antibióticos en un país donde el consumo era extremadamente alto www.ameli.fr/174/DOC/2641/cp.html
– Modellverbund “Unabhängige Patientenberatung Deitschland gGmbH, una red independiente de pacientes financiada por los seguros obligatorios de salud.
– German Arzneimittelkommission der deutschen Arzteschaft produce folletos con guías para la prevención y tratamiento de diferentes enfermedades www.akdae.de. Las publica Technikerkankenkasse y otras autoridades de salud.
4.5. Profesionales de la salud. Además de la información que transmiten durante su práctica clínica, algunos profesionales de la salud dispuestos a evitar la influencia de la industria farmacéutica producen información independiente dirigida al paciente, lo hacen a través de boletines impresos o electrónicos, o a través de revistas. Otras formas de distribución de información incluyen folletos y volantes dedicados a temas específicos. Los profesionales de la salud de varios países también han abierto centros de información permanentes, y algunos centros incluso ayudan a los pacientes a seleccionar sus fuentes de información. Otros profesionales organizan sesiones de entrenamiento para niños sobre temas como los medicamentos genéricos, enfermedades transmisibles como la influenza etc. Los profesionales también organizan campañas de información sobre uso racional de medicamentos.
Ejemplos de recursos para profesionales de la salud:
– Guten Pillen Schelte Pillen, fundada por tres revistas alemanas que pertenecen a La Sociedad Internacional de Boletines de Medicamentos (ISDB) www.gutepillen-schlechtepillen.de
– British Treatment Notes editada por Drug Therapeutics Bulletin, también miembro de ISDB www.dtb.org.uk/idtb/portal/public/intro_tn.html
– Italian Health and Drug Information Centre of the Mother-Child Health Research Laboratory of Mario Negri Institute www.marionegri.it
– Organización alemana Arzliches Zentrum für Qualität in der Medizin www.patienten-information.de
– Organización moldova Medex, miembro de ISDB
– Campaña andaluza por el uso de la denominación común internacional www.easp.es
4.6. Organizaciones de defensa del consumidor. La mayor parte de publicaciones de organismos de defensa del consumidor incluyen una sección sobre salud. Elaboran números especiales sobre salud y medicamentos, o publicaciones específicas o páginas de internet sobre asuntos de salud, y ofrecen consejos y guías. Algunas organizaciones están orientadas específicamente hacia temas de uso racional y medicamentos, efectos secundarios (identificación y prevención), y las experiencias de los pacientes.
Ejemplos de recursos de organismos de defensa el consumidor:
– Which? Ofrece información para los pacientes que quieren información confiable www.which.co.uk
– Dipex acumula información sobre las experiencias de los pacientes para mejorar la calidad de los servicios de salud www.dipex.org
– Stifung Warentest publica “Handbuch Medikamente”, un libro que tiene información actualizada sobre tratamientos y está dirigido a los pacientes www.stiftung-warentest.de
– Verbraucherzentralen Budesverband produce información sobre enfermedades y sus tratamientos y esta dirigida a pacientes y el público en general www.vzbv.de
– Kilen trabaja el tema de efectos secundarios (información y prevención) www.kilen.org
– Campañas organizadas entre varios organismos de consumidores y grupos independientes como por ejemplo la campaña para promover el buen uso que se basa en la utilización del DCI que lidera Que choisir, La revue Prescrire, y la Fédération nationale de la mutualité www.prescrire.org/cahiers/dossierDCIAccueil.php.
4.7. Asociaciones de pacientes. Dada la cantidad de asociaciones y su proximidad a los pacientes, estas asociaciones producen una gran cantidad de información sobre salud y enfermedad. Tienen un papel importante en la transferencia de conocimientos y de experiencias sobre como sobrellevar los problemas, en especial las enfermedades crónicas (tanto a nivel individual como con la familia). Las compañías farmacéuticas consideran que estas asociaciones son un medio excelente para enviar propaganda a sus miembros, y para fortalecer la presión política. Sin embargo, las asociaciones independientes de pacientes, que tienen guías claras y mecanismos para evitar los conflictos de interés, producen información de salud de calidad y llevan a cabo campañas de información que son muy útiles.
Ejemplos de recursos de organizaciones independientes de pacientes:
– DES Action representa a las víctimas de dietilstilbestrol (DES) y ha generado mucha información sobre el tema
– German Buko Pharma-Kampagne provee información crítica sobre medicamentos para los pacientes y el público general, y también representa a los pacientes en un comité consultivo del cuerpo de gobierno de cuidados de salud autogestionados en Alemania www.bukopharma.de
– Belgian Ligue des Usagers des Services de Santé discute temas de salud pública en la realidad diaria de los pacientes y provee información práctica luss.daaboo.net
– British Medical Association for Mental Health (Mind) es una asociación que tiene como política mantenerse independiente y produce información para el público www.mind.org.uk
– Insulin Dependent Diabetes Trust no acepta financiamiento de la industria farmacéutica y provee información para el público www.iddtinternational.org
4.8. Obligaciones de las compañías farmacéuticas. Su papel como informantes de la comunidad está acotado por su conflicto de interés, que impide dar credibilidad a sus recomendaciones sobre elección de tratamiento. Decir que “El que los productores de medicamentos tengan prohibido informar a los pacientes… incluso a través de sus propias páginas de internet ocasiona que los consumidores y los pacientes estén excluidos de recibir información sobre sus medicamentos y sus efectos comparativos,” como han dicho los cabilderos de la industria, no tiene sentido porque las compañías farmacéuticas y todos los colaboradores financiados por ellas, no pueden otorgar la información independiente que se requiere.
Sin embargo, por ley, las compañías farmacéuticas pueden entregar medicamentos bien etiquetados y folletos de información para los pacientes. El contenido de los folletos debe ser preciso y debe estar escrito de forma que los pacientes puedan entenderlo, y la Guía 2004/27/CE requiere que sean evaluados por los pacientes. Cuando las compañías elaboran etiquetas y folletos informativos y relevantes están contribuyendo a mejorar el uso de medicamentos y a prevenir errores con los medicamentos. Se puede mejorar pero hay ejemplos que pueden imitarse.
5. Propuestas para mejorar: poniendo fin a la confusión de roles.
Dadas las consecuencias del consumo inadecuado de medicamentos, mejorar la relevancia de la información dirigida a los pacientes que se produce en Europa y en el mundo entero es un reto muy importante por motivos de salud pública pero también por razones económicas. Hay una serie de acciones que pueden contribuir a esa mejoría:
5.1. Asegurar la transparencia de las agencias de tecnología médica. En Europa todavía no se ha conseguido garantizar el acceso a información sobre la evaluación de medicamentos (existencia, protocolos y resultados de ensayos clínicos; razones por las cuales las agencias otorgan o modifican los permisos de comercialización) y a los datos de farmacovigilancia. La nueva regulación europea (Guía 2004/27/EC y la Regulación EC/726/2004) exige transparencia en las agencias de productos médicos y que se permita el acceso de profesionales y pacientes a información esencial, pero no han sido implementada.
5.2. Obligar a las compañías farmacéuticas a cumplir con sus obligaciones con respecto al empaquetado. La nueva regulación exige que la calidad del etiquetado sea buena, incluyendo para los que tienen problemas parciales o totales de visión, y que se consulte con pacientes o con los pacientes a quienes va dirigido el producto para asegurar que los folletos se pueden leer, son claros y fáciles de utilizar. Algunos estados tenían que obligar el cumplimiento de esas guías antes de octubre 2005 pero muchos países no pudieron cumplir con las fechas. Es urgente considerar estos aspectos.
5.3. Desarrollar y fortalecer las fuentes de información independiente. Hay fuentes de información de buena calidad en los diferentes contextos regionales y nacionales, que permiten que los pacientes y los consumidores tomen decisiones bien informadas. Estas fuentes de información deben recibir el apoyo que necesitan y donde no hay informantes se deben desarrollar grupos locales que elaboren información independiente. Cuando sea necesario, estos grupos deberían recibir fondos públicos.
5.4. Maximizando la comunicación entre los pacientes y los profesionales de la salud. Parte del reto de involucrar al paciente en la toma de decisiones exige dedicar tiempo y recursos suficientes para poder responder a las expectativas de los pacientes. La comunicación entre el médico y los pacientes tiene que ser en ambas direcciones. Iniciativas simples, como animarlo a preparar las reuniones con el profesional de salud, escribiendo algunas preguntas que el paciente quiera hacer, pueden contribuir a maximizar la utilización del tiempo y los resultados. La utilización del DCI en lugar de los nombres de marca puede facilitar la comprensión de los tratamientos y mejorar el diálogo.
5.5. Incluir a los pacientes como actores del sistema de farmacovigilancia. Se necesita que los pacientes informen sobre las reacciones adversas. Esto contribuye a que mejore el conocimiento sobre los medicamentos pero también permite adecuar la información. Varios estados miembros recogen información directamente de los pacientes, incluyendo Dinamarca, Italia, Holanda (LAREB), el Reino unido (MHRA). Hay organizaciones independientes que también recaban información, como DGV en Holanda, Liken en Suecia. Es más, la educación sobre reacciones adversas puede contribuir al uso racional de medicamentos.
5.6. Tomar en consideración las necesidades individuales de los pacientes. Las bases de datos europeas, o incluso nacionales, las páginas de internet, las campañas de TV etc. no pueden sustituir la comunicación cara a cara entre los pacientes y los profesionales de la salud o las organizaciones independientes de pacientes. La proximidad y el compartir una misma cultura son ingredientes importantes del proceso de comunicación. Se debe entregar financiamiento europeo a las iniciativas que consideren aspectos sociales y culturales, en lugar de centrarse en iniciativas globales como si fueran la panacea.
5.7. Terminar con la confusión de roles. La producción de información de calidad para los pacientes y los consumidores requiere la separación de funciones entre los diferentes actores: las compañías farmacéuticas deben proveer etiquetas y folletos para los pacientes, que sean claros y fáciles de entender; y la información comparativa sobre enfermedades y tratamientos tienen que producirla las autoridades sanitarias, los profesionales de la salud, las agencias que financian el sistema de salud, los consumidores y las asociaciones de pacientes que sean independientes. La confusión de roles es negativa para la calidad de la información y puede eventualmente dañar la salud de los ciudadanos.
5.8. Mantener y hacer que se cumplan las leyes europeas de promoción de los medicamentos. Eliminar la prohibición de hacer propaganda dirigida al consumidor sin mejorar el acceso a información relevante ocasionaría un aumento del consumo de medicamentos. Se debe mantener la regulación europea y hay que establecer mecanismos de control rigurosos para asegurar que se cumple y se aplica a todo tipo de promoción, incluyendo cuando se disfraza de “información.”
Conclusión
Los autores de este trabajo instan a las instituciones europeas y a los estados miembros a que apoyen a las fuentes disponibles de información independiente. Piden a los diferentes grupos interesados en los sistemas de salud europeos que identifiquen y compartan la mejor información y que elaborar documentos adicionales. También hacen un llamado a desarrollar una campaña para ayudar a los pacientes y a los consumidores a evitar la confusión entre información para la salud y lo que la industria farmacéutica llama información para pacientes pero es en realidad promoción de medicamentos.
Notas:
a. International Society of Drug Bulletins
b. Association Internationale de la Mutualité. Agrupa a proveedores de seguros de salud y de protección social sin ánimo de lucro y que operan bajo los principios de solidaridad.
c. Bureau Européen des Unions de Consommateurs. Oficina Europea de Asociaciones de Consumidores.
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(regresa a prescripción, farmacia y utilización)