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Prescripción, Farmacia y Utilización
Generales

Está de acuerdo, ¿no?
Traducido por Boletín Fármacos de: Iheanacho I (editor), You do agree, don’t you? Drug and Therapeutics Bulletin, BMJ 2008; 336:894,
Disponible en: bmj.bmjjournals.com/cgi/content/full/336/7649/894-a

Misoprostol en países de escasos recursos: Es barato y efectivo, pero su disponibilidad está restringida
Traducido por Boletín Fármacos de: Bergström S, Aronsson A, Misoprostol in resource poor countries: Is cheap and effective, yet its availability remains restricted, BMJ 2008;336:1032.

Persiste riesgo de cáncer tras terapia hormonal
Tanner L, El Nuevo Herald (EE.UU.), 5 de marzo de 2008.

Nature anunció que brindará acceso libre a revistas biomédicas
Editado por Boletín Fármacos de: Naomi Anthony, Nature grants free access for biomedical journals, Science and Development Network (Reino Unido), 29 de abril de 2008.

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Está de acuerdo, ¿no?

Traducido por Boletín Fármacos de: Iheanacho I (editor), You do agree, don’t you? Drug and Therapeutics Bulletin, BMJ 2008; 336:894,
Disponible en: bmj.bmjjournals.com/cgi/content/full/336/7649/894-a

Era una buena idea y todavía lo sigue siendo, pero algo sucede con el término “concordancia” cuando se utiliza en la práctica clínica. Este término se introdujo para modernizar la forma en que se presentan y discuten las recomendaciones y tratamientos médicos, y como los médicos y sus pacientes toman decisiones respecto a la conducta a seguir. Desgraciadamente es un término que sigue siendo mal interpretado y mal utilizado.

El término “concordancia” retaba al modelo tradicional de prestación de servicios de salud, donde el profesional impone el tratamiento y se espera que el paciente lo acepte sin quejarse y sin cuestionarlo. En ese escenario se consideraba que una de las razones más importantes de fracaso terapéutico era la falta de seguimiento de las recomendaciones médicas por parte del paciente. Si bien este razonamiento puede tener su atractivo, el concepto de “seguimiento del tratamiento médico” tenía serios problemas, incluso en un momento en que se esperaba que el médico viera a los pacientes aunque solo se les escuchara cuando relataban sus síntomas o le expresaban su eterna gratitud.

Es por eso que entre los entendidos el término “seguimiento del tratamiento” (compliance) empezó a evadirse y se sustituyó por adherencia (adherence). Cuando se utiliza el término adherencia se quiere indicar que los pacientes seguirán las recomendaciones que han consensuado con los profesionales de la salud. Adherencia no tiene la connotación tan negativa del término “seguimiento del tratamiento” pero no capta algunas de las ideas importantes que se incluyen en la palabra concordancia.

 

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Misoprostol en países de escasos recursos: Es barato y efectivo, pero su disponibilidad está restringida

Traducido por Boletín Fármacos de: Bergström S, Aronsson A, Misoprostol in resource poor countries: Is cheap and effective, yet its availability remains restricted, BMJ 2008;336:1032.

Recientemente se ha publicado una guía para el uso de misoprostol en la salud reproductiva de la mujer [1]. Esta guía resalta la importancia de misoprostol para indicaciones clínicas específicas en obstetricia y ginecología, a pesar de la marcada ausencia de propaganda que le han hecho los productores. El misoprostol es un análogo de la prostaglandina E1, que es efectiva, barata y segura cuando se utiliza en varias indicaciones obstétricas y ginecológicas [2]. Rara vez un medicamento puede salvar decenas de miles de vidas a madres, especialmente en los países más pobres del mundo.

La acción uterotónica del misoprostol se descubrió como efecto secundario de la indicación para la que se pensaba utilizar: el tratamiento de la úlcera péptica [3]. Durante más de 20 años ha llamado la atención de los obstetras y ginecólogos, a pesar de que el dueño de la patente se rehúsa a reconocer el tremendo valor que puede tener para las mujeres que residen en los países más pobres. Este rechazo parece relacionarse a que este medicamento ha sido ampliamente utilizado para inducir el aborto. Las amenazas de los grupos contra el aborto de realizar boicots han impedido que se haga propaganda para su utilización en ginecología.

Las propiedades uterotónicas del misoprostol pueden reducir la mortalidad de dos formas. Por una parte, el medicamento puede utilizarse para reducir los embarazos no deseados [4]. En segundo lugar, pueden reducir el riesgo de hemorragia postparto que pone en peligro la vida [5]. El 15% de las muertes maternas que ocurren en el mundo se deben a abortos inseguros [6], y el 30% de deben a hemorragia postparto [7].

En el mundo se interrumpen anualmente 42 millones de embarazos. Entre otras razones por falta de acceso a información adecuada o por fallos en la contracepción. Aunque todos los hombres y mujeres utilizasen la contracepción perfectamente, cada año habría seis millones de embarazos no deseados [8].

Los abortos inseguros se estima que matan a 67.000 mujeres anualmente [6]. Además, cinco millones de mujeres sufren invalidez permanente o temporal como resultado de las complicaciones de los abortos inseguros, incluyendo hemorragias, sepsis, peritonitis, trauma de cuello uterino, vagina, útero y órganos abdominales [8]. Estas complicaciones son totalmente prevenibles si los abortos se realizan de forma segura.

El aborto inducido se asocia a morbilidad mínima y tiene muy poco riesgo de ocasionar la muerte cuando lo realizan profesionales de salud bien entrenados, con equipos adecuados, utilizando la técnica correcta y en condiciones de higiene adecuadas [9]. El misoprostol puede utilizarse para el aborto médico, para estimular la madurez del cuello uterino antes del aborto quirúrgico, la evacuación del útero por razones médicas múltiples, incluyendo el aborto incompleto o el aborto retenido. Se puede utilizar en forma oral, sublingual o vaginal [1].

La primera causa de hemorragia postparto es la atonía uterina, que puede prevenirse con medicamentos uterotónicos convencionales. El medicamento de elección es la oxitocina pero pocas veces está disponible fuera del hospital. Un ensayo clínico controlado en una comunidad de escasos recursos documentó que el misoprostol es efectivo en la prevención de la hemorragia postparto durante en el manejo activo del tercer estadio del parto. Sin embargo, esto no es el tratamiento estándar en esas comunidades [5].

Como la oxitocina por vía parenteral no está disponible en lugares de bajos recursos es importante que se pueda acceder a otras alternativas terapéuticas. En Angola se ha ensayado la utilización de oxitocina en jeringas pre-llenadas desechables (UniJect), pero precisan refrigeración y son más adecuadas para uso hospitalario [10]. Por estas razones, el misoprostol es muy prometedor en la prevención de la hemorragia postparto, pero no eliminará completamente una hemorragia postparto abundante.

El misoprostol es barato y efectivo para terminar los embarazos no deseados y prevenir la hemorragia postparto que podría ocasionar la muerte. Tiene la ventaja de permanecer estable con el calor y no precisa ser inyectado, puede tomarse por vía oral, sublingual o vaginal. Es trágico que por la resistencia de los laboratorios que fabrican el medicamento no se haya convertido en un medicamento esencial en muchos países, aunque sí esta disponible en el mercado negro. Cuando caduque la patente en el mercado global podría mejorar su disponibilidad entre las mujeres más pobres de los países más pobres.

Referencias:

1. Weeks A, Faúndes A. Misoprostol in obstetrics and gynaecology. Int J Gynecol Obstet 2007;99:156-9.
2. Shaw D. Misoprostol for reproductive health: dosage recommendations. Int J Gynecol Obstet 2007;99:155.
3. Garris RE, Kirkwood CF. Misoprostol: a prostaglandin E1 analogue. Clin Pharm 1989;8:627-44.
4. Von Hertzen H, Piaggio G, Huong NT, Arustamyan K, Cabezas M, Khomassuridze A, et al. Efficacy of two intervals and two routes of administration of misoprostol for termination of early pregnancy: a randomised controlled equivalence trial. Lancet 2007;369:1938-46.
5. Derman RJ, Kodkany BS, Goudar SS, Geller SE, Naik VA, Bellad MB, et al. Oral misoprostol in preventing postpartum haemorrhage in resource-poor communities: a randomized controlled trial. Lancet 2006;368:1248-53.
6. Guttmacher Institute, WHO. Facts on induced abortion worldwide. 2007. www.guttmacher.org/pubs/fb_IAW.html.
7. WHO. Maternal mortality in 2005. 2007. www.unfpa.org/publications/detail.cfm?ID=343.
8. Grimes D, Benson J, Singh S, Romero M, Ganatra B, Okonofua FE, et al. Unsafe abortion: the preventable pandemic. Lancet 2006;368:1908-19.
9. WHO. Safe abortion. Technical and policy guidance for health systems. 2003. www.who.int/reproductive-health/publications/safe_abortion/.
10. Strand RT, da Silva F, Jangsten E, Bergström S. Postpartum haemorrhage: a prospective, comparative study in Angola using a new disposable device for oxytocin administration. Acta Obstet Gynecol Scand 2004;83:1-6.

 

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Persiste riesgo de cáncer tras terapia hormonal

Tanner L, El Nuevo Herald (EE.UU.), 5 de marzo de 2008.

El primer seguimiento de un famoso estudio sobre el uso de hormonas tras la menopausia muestra que los problemas cardiacos ligados a las píldoras parecen desaparecer cuando las mujeres dejan de tomarlas, aunque aparecen nuevos y sorprendentes riesgos de cáncer.

Que los problemas cardiacos asociados con las hormonas probablemente no sean permanentes son buenas noticias para millones de mujeres que dejaron de tomarlas después de que el estudio del gobierno se interrumpiera hace seis años debido a los riesgos cardiacos y de cáncer de seno.

Pero nuevos riesgos de otros tipos de cáncer, particularmente del pulmón, en mujeres que habían tomado píldoras de estrógeno-progesterona por unos cinco años dejaron intrigados a los investigadores y a expertos.

Estos riesgos “fueron totalmente inesperados’”, dijo el doctor Gerardo Heiss de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, principal autor del análisis de seguimiento.

El análisis se centró en la salud de las participantes durante los primeros dos o tres años tras el fin del estudio. En ese tiempo, las que habían tomado hormonas pero dejaron de hacerlo tenían 24% más probabilidades de desarrollar cáncer que las mujeres que tomaron placebos en el transcurso del estudio.

“Todavía hay mucha incertidumbre sobre la causa del aumento en el riesgo de cáncer”’, dijo la coautora del análisis, la Dra. JoAnnn Manson, jefa de medicina preventiva en el Hospital de Mujeres de Harvard.

Los cánceres incluían tumores de seno, que también se producían con más frecuencia entre las que usaron hormonas durante el estudio.

Los investigadores observaron que el aumento del riesgo para todos los tipos de cáncer sólo representaba tres casos más al año por cada 1.000 mujeres que tomaron hormonas en comparación con las que no lo hicieron.

Con todo, Heiss dijo que los resultados sugerían que las antiguas usuarias de hormonas tenían que ser vigilantes y hacerse exámenes, incluyendo mamogramas. “La vigilancia está justificada”’, dijo. “Alarma no, vigilancia”.

El estudio inicial de 16.608 mujeres posmenopáusicas debía examinar los pros y los contras de tomar píldoras que, durante mucho tiempo, se pensó beneficiaban la salud de las mujeres. El estudio se detuvo en el 2002 cuando se descubrieron más ataques al corazón, cánceres de seno y problemas relacionados entre las que usaban hormonas en comparación con las que no las usaban.

Algunos datos sugieren que los índices de cáncer del seno en EE.UU. han disminuido desde el fin del estudio. Pero probablemente eso refleje que menos mujeres toman las pastillas y no una baja en el riesgo de cáncer de seno entre las que las usaron en el pasado, dijo el Dr. Lasuer del Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre del Instituto Nacional de la Salud, que hizo y financió el famoso estudio.

Los autores dijeron que los nuevos resultados envían el mismo mensaje que ellos han defendido desde el final del estudio: los riesgos a la salud de las píldoras de estrógeno-progesterona superan sus beneficios, y sólo deberían usarse para aliviar los síntomas de la menopausia, en la menor dosis y por el menor tiempo posible.

El nuevo análisis aparece en JAMA 2008;299(9):1036-1045 [a].

Un portavoz de Wyeth Pharmaceuticals, fabricante de las píldoras estrógeno-progesterona utilizadas en el estudio, expresaron una crítica frecuente también entre los científicos: que el promedio de edad de las participantes en el estudio estaba en sesenta, por lo menos 10 años mayor que el de las típicas usuarias de hormonas.

Nota de los editores:

a. Ver el contenido del abstract de este artículo en la Sección Advierten de este número del Boletín Fármacos.

 

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(regresa a prescripción, farmacia y utilización)

 

 

Nature anunció que brindará acceso libre a revistas biomédicas

Editado por Boletín Fármacos de: Naomi Anthony, Nature grants free access for biomedical journals, Science and Development Network (Reino Unido), 29 de abril de 2008.

Nota de los editores: Ver el contenido de esta noticia en la Sección Advierten de este número del Boletín Fármacos.

 

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modificado el 18 de septiembre de 2017