ADVIERTEN
Investigaciones
Exposición prenatal a un antiepiléptico relacionada con aumento en el riesgo de autismo en niños
(Prenatal Exposure to Antiepileptic Linked to Autism)
Carolyn Cassels
Medscape, 1 de febrero de 2013
http://tinyurl.com/ccnqh6v
Traducido por Salud y Fármacos
La exposición prenatal al ácido valpróico (AVP), un antiepiléptico, se había vinculado a malformaciones congénitas graves y a bajo coeficiente intelectual en los niños, e investigaciones recientes lo asocian con un aumento del riesgo de presentar problemas de desarrollo del tipo autístico.
Los resultados de un estudio longitudinal de 11 años de duración mostraron que además de autismo, cuando el AVP se consume como monoterapia o con otros medicamentos, se asocia a un aumento del riesgo de padecer otro tipo de problemas de desarrollo neurológico.
Según los autores, “el problema de desarrollo neurológico más importante que presentaban los niños de seis años expuestos a AVP durante el periodo prenatal es el autismo”.
Este estudio se publicó el 31 de enero en Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry[1].
Primera mirada prospectiva al autismo
Se sabe que la exposición prenatal a la mayoría de entiepilépticos se asocia, en forma dosis dependiente, con un aumento de las malformaciones congénitas. Sin embargo, los resultados del estudio sobre el impacto de la exposición a antiepilépticos sobre el desarrollo neurológico han demostrado que hay una asociación entre el AVP y la función cognoscitiva de los niños, más recientemente el coeficiente intelectual.
En enero, Kimford J. Meador y colegas publicaron los resultados a los seis años del estudio NEAD (Neurodevelopmental Effects of Antiepileptic Drugs) y tal como Medscape Medical News informó [2], los autores encontraron que la exposición prenatal a AVP se asociaba a una reducción de 7-10 puntos en el coeficiente intelectual de los niños de seis años. En este estudio, el Dr Bromley y colaboradores se refieren a estudios como NEAD y dicen “ha aumentado la preocupación por el impacto a largo plazo de la exposición antiepilépticos”.
Lo autores añaden que estudios en animales y estudios retrospectivos en humanos muestran que los antiepilépticos se asocian a autismo. Sin embargo, este es el primer estudio prospectivo que analiza esta asociación.
También mencionan que estudios en humanos sugieren que los problemas de neurodesarrollo son más prevalentes entre los niños expuestos a AVP. Otras investigaciones han documentado una asociación entre la exposición prenatal a la carbamacepina y el autismo, pero en menor proporción que el AVP. Sin embargo, añaden, la pregunta que queda por responder es si la exposición prenatal a antiepilépticos se asocia a un mayor riesgo de problemas de desarrollo.
Para comparar la prevalencia de problemas de desarrollo neurológico diagnosticados entre niños expuestos a diferentes antiepilépticos durante la época prenatal, los autores realizaron un estudio longitudinal de una cohorte de mujeres embarazadas, con y sin epilepsia. Los autores dieron seguimiento a los hijos de estas mujeres hasta que cumplieron seis años.
Consentimiento informado
El estudio incluyó 415 niños (214 en el grupo control y 201 hijos de madres epilépticas) nacidos entre 2000 y 2004 en el noroccidente de Inglaterra que fueron observados hasta la edad de seis años. Los niños recibieron una evaluación física y de desarrollo intelectual a los 12 meses, tres y seis años.
De las 528 mujeres incluidas en el estudio, 243 eran epilépticas, y todas menos 34 de ellas consumieron antiepilépticos durante el embarazo. 59 consumieron carbamacepina, 59 AVP, 36 lamotrignina, 41 una combinación de antiepilépticos, y 15 otro tipo de medicamentos.
A los seis años de edad, 19 niños habían sido diagnosticados con problemas de desarrollo neurológico. De ellos, 12 tenían autismo, y de esos uno tenía un diagnóstico de autismo y de déficit de atención por hiperactividad. Tres niños solo tenían déficit de atención por hiperactividad, y los cuatro niños restantes fueron diagnosticados con dispraxia.
Entre los 19 niños con problemas de desarrollo neurológico, tres tenían malformaciones físicas, y todos estos niños habían sido expuestos a antiepilépticos en útero.
Los problemas de desarrollo neurológico fueron más frecuentes (7,46 vs 1,87%) en niños con madres epilépticas comparados con los controles. Los niños que estuvieron expuestos al AVP in útero en monoterapia (6/50 [12.0%]; odds ratio ajustado [aOR], 6.05; 95% intervalo de confianza [IC], 1.65 – 24.53; P = .007) o en combinación con otros medicamentos (3/20 [15.0%]; aOR, 9.97; 95% IC, 1.82 – 49.40; P = .005) tuvieron un riesgo mayor de ser diagnosticados con un trastorno del desarrollo neurológico comparados con los no expuestos (4/214 [1.87%]). Los desórdenes de espectro autístico fueron los diagnósticos más frecuentes. Los investigadores no encontraron un aumento de autismo entre los niños expuestos a carbamacepina (1/50) o lamotrignina (2/30).
Los autores escribieron “Se encontró un incremento del riesgo de presentar problemas de desarrollo neurológico de 6 a 10 veces superior entre los niños expuestos al AVP como monoterapia o asociado a otros medicamentos, respectivamente. El problema más frecuente de desarrollo a los seis años de edad para los niños expuestos a AVP fue el autismo”.
“Si AVP se considera el tratamiento de preferencia, las mujeres deberían recibir toda la información necesaria para poder tomar una decisión informada. Esto debería hacerse antes de la concepción pues la evidencia disponible sugiere que el autismo se desarrolla en las etapas wp_postsranas de la gestación”, añadió el Dr Bromley y sus colegas.
El mensaje no llega a los médicos
Cuando Medscape Medical News solicitó comentarios al Dr Meador, de Emory University en Atlanta (GA) e investigador principal del estudio NEAD, este manifestó estar de acuerdo en que hay que educar mejor a las mujeres sobre los riesgos de los antiepilépticos, sobre todo el AVP.
Según el Dr Meador, una de las fortalezas del estudio es su carácter prospectivo, y aunque incluyó un número relativamente pequeño de participantes, el Dr Meador dijo que demuestra que hay una asociación entre el autismo y el AVP, aportando a los médicos “más información sobre el efecto de la exposición fetal al AVP sobre un rango de problemas cognitivos y de comportamiento en niños”.
A pesar de que hace una década que tenemos publicaciones sobre los efectos teratogénicos de los antiepilépticos, el Dr Meador dijo que en su experiencia, los médicos han sido lentos en incorporar esta información en su práctica clínica. La información disponible sugiere que excepto en los centros terciarios de atención, muchas mujeres en edad reproductiva siguen recibiendo tratamiento con AVP.
El Dr Meador también dijo que la mayoría de los antiepilépticos no se utilizan para tratar la epilepsia. “Menos de la mitad de las recetas de antiepilépticos que se escriben en EE UU son para tratar las convulsiones o la epilepsia. La mayoría se recetan para trastornos psiquiátricos y para el dolor”.
“El AVP es muy eficaz para tratar varios problemas; y también es muy peligroso para el feto. Si una mujer sale de la oficina del médico con una receta de AVP y desconoce los riesgos, hay alguien que no se está asegurando de que el paciente otorgue su consentimiento informado adecuadamente. Pienso que tenemos que mejorar la educación de las mujeres para que puedan decidir” añadió.
Referencias
1. Rebecca Louise Bromley RL, Mawer GE, Briggs M et al on Behalf of the Liverpool and Manchester Neurodevelopment Group. The prevalence of neurodevelopmental disorders in children prenatally exposed to antiepileptic drugs. J Neurol Neurosurg Psychiatry doi:10.1136/jnnp-2012-304270. http://jnnp.bmj.com/content/early/2013/01/21/jnnp-2012-304270
2. Hughes S. Valproate in Pregnancy Linked to Reduced IQ in Children. Medscape News, 13 de enero de 2013. http://www.medscape.com/viewarticle/778103
Nota de los Editores: Algunos de los medicamentos para tratar la migraña y el trastorno bipolar contienen valproato sódico y también deben evitarse durante el embarazo.