ÉTICA Y DERECHO
Adulteraciones y falsificaciones
EE UU demanda a farmacéutica Novartis por sobornar a médicos
AFP
La Tercera (Chile), 26 de abril de 2013
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El gobierno estadounidense demandó el viernes por segunda vez en tres días al gigante farmacéutico suizo Novartis, acusándolo de haber sobornado a médicos y farmacéuticos para que prescribieran medicamentos de la empresa y no productos rivales.
"El departamento estadounidense de Justicia interpuso una segunda demanda civil contra Novartis Pharmaceuticals alegando sobornos pagados por la empresa a los profesionales de la salud", escribió el Departamento en un comunicado.
Según la demanda el laboratorio suizo sobornó a "médicos con el objetivo de incitarles a prescribir productos de Novartis que habrían sido pagados con fondos de los programas de salud federal", según detalla el comunicado del Departamento de Justicia.
La demanda, presentada en el Tribunal federal de Distrito de Nueva York, alega que, para promover la venta de medicamentos de Novartis como Lotrel y Valturna, recetados para tratar la hipertensión, o Starlix, prescrito para la diabetes, la empresa pagó a médicos para dar conferencias en lo que denominaban "eventos sociales" y organizó lujosas cenas para los doctores.
En varios casos, Novartis pagó a médicos por "falsas conferencias que no tuvieron lugar y a las que nadie o casi nadie asistió, y para las que no se imprimió ningún documento".
En algunos casos, estas charlas se producían supuestamente en lugares virtualmente imposibles como en "salidas al mar para pescar en Florida" o en actos organizados en los restaurantes de la cadena Hooters, conocida por sus curvilíneas camareras vestidas con ropa ajustada y corta, según detalla el Departamento de Justicia.
Sin embargo, los médicos también eran invitados con frecuencia a los restaurantes más caros y de moda: como ejemplo se cita una cena para tres donde el doctor en cuestión, además de ser invitado a una comida de US$672 por cabeza, recibió unos honorarios de US$1.000.
"Los analistas de Novartis muestran que estos programas" de supuestas conferencias "eran muy rentables en términos de recetas suplementarias generadas para sus medicamentos", subraya igualmente el Departamento de Justicia.
A consecuencia de ello, el laboratorio suizo no escatimó en gastos y dedicó US$65 millones entre enero de 2002 y noviembre de 2011 para llevar a cabo 38.000 programas de conferencias ligados a sus medicamentos Lotrel, Valturna y Starlix.
"Los pacientes merecen los cuidados basados en el juicio médico sano de un doctor, no en el interés financiero de los médicos", aseveró Stuart Delery, uno de los fiscales citados en el comunicado.
Los programas federales de cobertura médica Medicare y Medicaid, destinados a las personas mayores o de pocos recursos financieros, "debieron gastar millones de dólares en peticiones de reembolso derivadas de la corrupción", denunció Delery igualmente.
La demanda de este viernes es mucho más amplia que la que presentó el gobierno estadounidense este martes, cuando acusó a Novartis de haber sobornado desde 2005 a una veintena de farmacias "para que orientaran a miles de pacientes que habían recibido un trasplante" hacia uno de sus medicamentos, el Myfortic, ofreciendo a cambio a los establecimientos "sobornos en forma de rebajas y promociones".
Los pagos a las farmacias sumaron decenas de millones de dólares e hicieron que las ventas de Myfortic en las farmacias implicadas llegaran a US$100 millones, casi la mitad pagados con fondos de los programas Medicare y Medicaid.
Las autoridades acusaron igualmente a Novartis de haber organizado conferencias de médicos que "sabían estaban ligadas a posibles sobornos", después de haber puesto fin con un acuerdo amistoso y el pago de US$422,5 millones en septiembre de 2010 a las acusaciones del gobierno estadounidense de marketing e incitación ilícita para prescribir ciertos medicamentos.
Por su parte, Novartis contestó ambas demandas a través de un comunicado y afirmó que el gobierno estadounidense estaba expandiendo la definición de "soborno" más allá de la ley.
"Los descuentos y las rebajas realizadas por las compañías farmacéuticas son una práctica habitual, adecuada y legal reconocida por el propio gobierno", indicó la firma farmacéutica.
La demanda gubernamental, según Novartis, "amenaza con minar los descuentos y promociones de las compañías farmacéuticas que benefician tanto a los consumidores como a quienes los subvencionan, incluyendo el gobierno".
Además, la compañía añadió que "las conferencias médicas son aceptadas como práctica habitual en la industria".
"Estamos en desacuerdo con la forma como el gobierno describe nuestra conducta en ambos casos. Novartis ha invertido demasiado tiempo y recursos para asegurarse que manejamos nuestros negocios de manera responsable", comentó André Wyss, presidente de Novartis en EE UU.
Nota de los editores: El primer y segundo juicios contra Novartis son muy parecidos, la diferencia principal es que el primer juicio fue por sobornos a las farmacias y el segundo por sobornar a los médicos para aumentar las ventas de sus productos. Una de las cenas para tres personas en Des Moines (Iowa) costó más de US$3.000, y otra en Nobu casi US$10.000. Muchos de estos eventos violaron las políticas de la propia compañía, que establecen que los eventos con ponentes tienen que tener contenido educativo y deben incluir una presentación con diapositivas sobre los productos de la compañía.
En el caso contra las farmacias, el gobierno pide que Novartis pague el triple de lo que ingresó por las ventas de Myfortic a pacientes de los programas de Medicaid y Medicare. Además quieren que se imponga una multa de US$11,000 por cada una de las recetas que fueron sustituidas, incluyendo las recetas subsecuentes.
El caso Novartis ejemplifica un problema mayor de la industria farmacéutica. A pesar de los juicios y multas que se han ido imponiendo a la industria, las compañías siguen cometiendo fraudes. Hay que utilizar castigos más severos, quizás sanciones civiles más altas por cada transacción fraudulenta y juicios criminales para los ejecutivos responsables. El gobierno podría también consideras la exclusión de ciertos medicamentos de los programas federales o incluso todos los productos de una compañía declarada culpable.