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Europa

Jürgen Windeler y el Instituto de Calidad y Eficiencia de Atención Médica en Alemania
(Jürgen Windeler – The Institute for Quality and Efficiency in Health Care Germany)
Mark Hollmer
FierceBiotech, 12 de febrero de 2013
http://tinyurl.com/lhgfn79

Windeler no es un nombre muy conocido en Big Pharma. Pero debería serlo, si se tiene en cuenta la enorme influencia que tiene este médico e investigador en los precios de las medicinas. Jürgen Windeler es el Director del Instituto de Calidad y Eficiencia en Atención Médica de Alemania. El Instituto se especializa en la evaluación de medicamentos y sus precios para el mercado alemán, y muchos otros países siguen con atención sus decisiones.

Pero hasta hoy la contribución más influyente de Windeler y su organización ha sido también muy controvertida, ya que surgió de la crisis económica global de hace unos pocos años y la crisis del euro, y las medidas de austeridad que siguieron en Alemania. En una buena parte, estos problemas produjeron la reforma económica del sector salud e importantes cambios en el sistema para determinar los precios de los medicamentos, y en esto el grupo de Windeler tuvo su influencia.

El resultado fue que ahora las compañías de salud tienen que demostrar que sus nuevos tratamientos son superiores a los existentes si es que quieren vender los medicamentos a un precio superior. Si no lo pueden hacer, entonces el precio lo pone el gobierno.

La industria farmacéutica se ha unido contra esa medida desde que empezó, pero el proceso sigue en firme, y Big Pharma raramente ha estado contenta con el sistema. En septiembre 2011, por ejemplo, Eli Lilly y Boehringer Ingelheim decidieron no vender en Alemania su medicamento para la diabetes Trajenta por el nuevo sistema de establecer precios. Trajenta se puede comprar en cualquier otro país de Europa. Las compañías emitieron un comunicado en el que recalcaban su descontento y afirmaban que el nuevo sistema no estimaba bien los beneficios del medicamento.

Novartis también se enfrentó con una experiencia que le hizo reaccionar de una forma intempestiva. Solo a los tres meses de comercializar en Alemania su medicamento Rasilamlo, para la hipertensión, lo retiró enfurecida. AstraZeneca tuvo más suerte, y sorprendió a la industria farmacéutica cuando en octubre de 2011 recibió del nuevo sistema de evaluación una calificación positiva para el anticoagulante Brillinta. Entre tanto, Windeler dijo en febrero de 2012 a Aerzteblatt.de que pensaba que el nuevo sistema estaba funcionando bien, hasta el punto que debería extenderse a los aparatos médicos.

creado el 25 de Junio de 2014