Precios
Humira. La fórmula del medicamento más vendido, Humira: Comience a un precio alto, y siga aumentando
(Humira’s best-selling drug formula: Start at a high price. Go higher)
Danny Hakim
The New York Times, 6 de enero de 2018
https://www.nytimes.com/2018/01/06/business/humira-drug-prices.html
Traducido por Salud y Fármacos
Humira es el medicamento de venta con receta más vendido en el mundo. Es posible que usted haya visto los anuncios.
Gracias a Humira, una mujer con artritis reumatoide puede lavar a su cachorro en la bañera, otro con colitis puede pasear alegremente por una feria llena de vendedores de alimentos, mientras que un tercero con psoriasis puede ir al gimnasio sin ocultar su cuello.
Pero probablemente no se verían tan aliviados si vieran la cuenta. Según SSR Health, una empresa de investigación, el precio de Humira, un medicamento antiinflamatorio que se dispensa a través de una pluma inyectable ha aumentado de aproximadamente US$19.000 al año por paciente en 2012, a más de US$38.000 hoy, después de las rebajas. Esto es un aumento del 100%.
Los líderes de la industria farmacéutica probablemente extrañan a Martin Shkreli, el malo de la industria. Si recuerda, el Sr. Shkreli, como director ejecutivo de Turing Pharmaceuticals, adquirió Daraprim, un medicamento para tratar las infecciones en pacientes con SIDA, y luego aumentó su precio, de la noche a la mañana de US$13,5 a US$750 por pastilla. También criticó a los críticos y gastó US$2 millones en un álbum único de Wu Tang Clan, antes de su condena el año pasado por tres cargos de fraude en la bolsa de valores.
Durante un tiempo, las travesuras del Sr. Shkreli, junto con el alto precio de EpiPens, vendido por Mylan, desviaron la atención del resto de la industria. Una jugada más típica de las compañías farmacéuticas, la obra de Humira, es comenzar a un precio alto y seguir aumentándolo cada vez más, de forma incremental.
“Lo que han hecho con Humira es tan injusto como moralmente incorrecto, pero lo hicieron durante cinco años”, dijo Ben Wakana, un ex vocero de la administración Obama que se convirtió en director ejecutivo de Patients for Affordable Drugs, un grupo de abogacía, porque su hermano menor no podía pagar Humira sin el apoyo financiero de sus padres.
“Las personas se están saltando las dosis, están racionando, se van a la bancarrota por este medicamento”, dijo en una entrevista, argumentando que Humira es más caro por dosis y tiene un volumen mucho mayor que Daraprim.
AbbVie, que se separó de Abbott Laboratories en 2013, se negó a comentar.
Lo que acaba pagando de su bolsillo, si puede pagar Humira, depende de su seguro y de su elegibilidad para recibir descuentos.
Anne Marie Garza, de 51 años, una asistente administrativa de Houston que sufre colitis y enfermedad de Crohn dijo que había postergado la compra de su última dosis porque había cambiado de compañía de seguros. Ella estaba tratando de ver si podía evitar un pago de bolsillo de más de US$1.200, uno de los dos que tendría que hacer este año, además de sus crecientes gastos en vitaminas y suplementos para controlar la enfermedad. Tiene un seguro relativamente bueno, pero los pagos afectarán su presupuesto.
“Estaba pensando qué voy a hacer durante las vacaciones”, dijo. “Estaba pensando si debería seguir una dieta líquida, porque no puedo pagar esto”.
Es una elección difícil.
“Te devuelve la vida”, dijo sobre el medicamento. “Literalmente no podía salir de casa o estar muy lejos de un baño, 20, 25 veces en el baño durante todo el día, no puedo imaginar vivir así”, dijo, y agregó: “Me estaba convirtiendo en una ermitaña porque estaba muy enferma”.
Humira, que representó casi dos tercios de los US$25.600 millones en ingresos de AbbVie en 2016, no fue fácil de desarrollar. Se encuentra entre una nueva clase de medicamentos conocidos como productos biológicos, que están hechos de células vivas en lugar de productos químicos sintéticos. La industria ha argumentado que los altos precios estadounidenses son necesarios para financiar el desarrollo de medicamentos, pero un estudio de 2016 publicado en el Journal of the American Medical Association no encontró “ninguna evidencia de asociación entre los precios y los de I+D; más bien, el precio de los medicamentos de venta con receta en EE UU se basa en lo que el mercado soporta”.
Las presiones competitivas han sido silenciadas. Las copias de medicamentos biológicos, conocidos como biosimilares, no son tan fáciles de producir como los medicamentos genéricos normales, y la agresiva estrategia de patentes de AbbVie le ha permitido ahuyentar aún más a sus rivales. Si bien Humira tiene algunos competidores de marca, no son exactamente iguales, lo que complica el esfuerzo de los médicos o de las aseguradoras por cambiar el tratamiento de un paciente de un medicamento a otro.
El panorama internacional relata su propia historia sobre los costos de los medicamentos. Un cartón prellenado con dos jeringas cuesta US$2.669 en EE UU, comparado con US$1.362 en Gran Bretaña, US$822 en Suiza y US$552 en Sudáfrica, según un informe de 2015 de la Federación Internacional de Planes de Salud.
“Tienes el mayor mercado de productos farmacéuticos, y tiene los precios más altos”, dijo Christopher Raymond, analista biotecnológico senior en Piper Jaffray. “Esto no tiene ningún sentido”.
Pero es típico. Otros países tienen sistemas con un financiador único, como el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña, que negocian con compañías farmacéuticas o gobiernos que controlan los precios.
AbbVie ha invertido algunas de sus ganancias en cabildear en contra de los esfuerzos por controlar los precios en EE UU, recientemente en California. La industria también tuvo éxito cuando en 2006 ejerció presión para impedir que Medicare negocie los precios de los medicamentos. Si bien el presidente Trump una vez habló de tomar medidas sobre los precios de los medicamentos, el año pasado su administración no le dio seguimiento en el debate sobre los servicios médicos.
Por el contrario, el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña, si bien se ha visto afectado últimamente, tiene mayor poder de negociación.
“Creo que necesitamos algo así en EE UU, no un NHS en términos generales, pero algunas estrategias para manejar los precios extremos”, dijo Richard Evans, fundador de SSR Health.
Un análisis realizado por el Institute for Clinical and Economic Review encontró que el precio de la lista de Humira debería descontarse al menos en un 55% para ser rentable para tratar la artritis reumatoide, el uso para el que fue aprobado originalmente.
El Dr. Steven D. Pearson, fundador del instituto, que proporciona datos de costos y beneficios a los planes de salud, dijo que los medicamentos competidores también tenían un precio demasiado alto.
“Incluso en un espacio como este, donde hay mucha competencia, no vemos que los precios bajen”, dijo. “Esto indica que a menudo no funciona como si se tratara de un mercado libre”.
Por ahora, los estadounidenses deben confiar en la generosidad de la industria farmacéutica, tal como es. Eché un vistazo al Código de Conducta corporativo de AbbVie, titulado “Inspirado por la integridad”. Es un documento noble. “NOS COMPROMETEMOS A MEJORAR LAS VIDAS DE LOS PACIENTES”, dice, con todas las letras.
Incluso hace hincapié en que AbbVie apoya la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Esa declaración, si la lees, dice: “Todo el mundo tiene derecho a un nivel de vida adecuado para la salud y el bienestar de sí mismo y de su familia, incluyendo alimentos, ropa, vivienda y atención médica”.
AbbVie se unió a algunos de sus rivales al decir que este año limitaría los aumentos de precios a un dígito, por lo que este mes solo elevó el precio de Humira en otro 9,7%, aproximadamente cuatro veces y media más que la tasa de inflación. Para la industria farmacéutica, eso cuenta como generosidad.