Derecho
Según dice Ed Silverman en un artículo que resumimos a continuación [1], un juez de EE UU descartó algunas de las acusaciones clave que había hecho el Fiscal General de Minnesota contra tres fabricantes de medicamentos por especular con los precios de la insulina. Según la demanda, que se presentó en 2018, Eli Lilly, Novo Nordisk y Sanofi establecieron precios de venta al por mayor excesivamente altos de manera fraudulenta, y luego negociaron precios más bajos a través de reembolsos y descuentos a los administradores de beneficios de farmacia. Los administradores de beneficios de farmacia generan los formularios de medicamentos que cubren las diferentes compañías de seguro, y estas negociaciones son confidenciales.
El estado argumentó que los precios al por mayor eran muy diferentes a los precios netos negociados en secreto, y que además había reembolsos, por lo que era imposible determinar el verdadero costo de la insulina. El fiscal presentó el caso diciendo que las empresas participaron en “crimen organizado” y violaron las leyes estatales que rigen la publicidad engañosa. Sin embargo, el juez del Tribunal de Distrito, sin que en el momento de escribir esta noticia se supieran las razones, desestimó la mayoría de las acusaciones graves. Las empresas dijeron que seguirían defendiéndose en ese litigio, y que las acusaciones restantes no tienen mérito.
En realidad, esta es la segunda vez que se desestiman las acusaciones de extorsión, y este veredicto indica que el estado puede tener dificultades para demostrar que ha habido crimen organizado y publicidad engañosa: una cosa es discutir cómo se fijan los precios, pero de ahí a probar que ha habido crimen organizado y publicidad falsa hay una larga distancia. El estado tendrá que demostrar que los fabricantes de insulina publican precios engañosos (al por mayor) y que este engaño ha perjudicado a las personas que pagaron la insulina basándose en esos precios.
El hecho de que los fabricantes de medicamentos ofrezcan descuentos no significa que el precio de venta al por mayor sea engañoso. Los reembolsos son frecuentes en muchas industrias. Si (el fiscal general) presenta un caso de engaño, también tiene que demostrar que el engaño resultó en precios más altos de lo que hubieran sido sin el engaño.
Esta demanda se produce en medio de una creciente ira por el costo de los medicamentos de venta con receta. La insulina, que se estima que utilizan 7,4 millones de estadounidenses, se ha convertido en un símbolo de la controversia.
El precio de un mililitro de insulina subió de US$4.34 por mililitro a US$12,92 entre 2002 y 2013, según un estudio publicado dos años antes de que se presentara la demanda. Otro estudio argumentó que los fabricantes podían fabricar tanto insulina humana como análoga a bajo costo y aun así obtener ganancias. Un análisis realizado hace dos años por el Health Care Cost Institute encontró que el gasto por persona para personas de 18 a 64 años con seguro médico patrocinado por el empleador se duplicó entre 2012 y 2016, aumentando de US$1.432 a US$2.853, después recibir un reembolso del 50%.
Una encuesta publicada por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud encontró que entre los adultos que recibieron una receta de medicamentos para la diabetes en los últimos de 12 meses, el 13% omitió dosis, tomó menos dosis o retrasó el surtido de una receta para ahorrar dinero. Y el 24,4% pidió a su médico una alternativa de menor costo.
Más recientemente, un informe encontró que, en 2018, los precios de la insulina en EE UU podían ser de cinco a 10 veces más altos que en todos los demás países de la OECD. Ese año, el precio promedio en EE UU por unidad estándar de todos los tipos de insulina fue de US$98,7, en comparación con US$8,81 en todos los demás países de la OCDE combinados, según el informe de RAND Corp.
Algunos estados, como Colorado, Illinois y Nuevo México, aprobaron leyes que obligan a las aseguradoras a limitar los costos mensuales de bolsillo de la insulina, en algunos casos hasta US$25 al mes. Otros estados están considerando una legislación similar.
Mientras tanto, los fabricantes de medicamentos dicen que están tomando medidas para mitigar el costo financiero para algunos pacientes. Sanofi inició un programa para reducir el costo del tratamiento de la diabetes a US$99 al mes para los pacientes sin seguro y otras personas que pagan en efectivo. Novo Nordisk y Eli Lilly comenzaron a vender genéricos autorizados, o versiones oficiales de menor costo, a la mitad del precio de lista de su insulina.
Lilly también redujo el costo de la mayoría de sus productos de insulina a US$35 al mes para cualquier persona con seguro comercial o para quienes carecen por completo de cobertura médica. Y Novo ofrece insulina gratis durante 90 días a quienes puedan demostrar que perdieron su seguro médico privado debido a la pérdida del empleo.
Al mismo tiempo, las empresas han argumentado que los descuentos han reducido considerablemente los precios netos reales. En un informe publicado a principios de este mes, Sanofi argumentó que los precios al por mayor de su insulina aumentaron un 141% entre 2012 y 2020, mientras que el precio neto cayó un 53%. Durante ese período, el precio neto de la insulina Lantus para los beneficiarios de planes comerciales y los cubiertos por la Parte D de Medicare cayeron casi un 45%. Mientras tanto, los costos promedio de bolsillo para aquellos con seguro comercial y Medicare aumentaron alrededor del 82%.
Referencia