Calificación: INACEPTABLE
No se ha demostrado que denosumab prevenga las fracturas clínicas, pero tiene muchos efectos adversos que pueden ser graves o incluso mortales, como infecciones profundas, hipocalcemia, osteonecrosis y múltiples fracturas vertebrales tras la retirada del fármaco.
PROLIA ° – solución de denosumab para inyección subcutánea
• 60 mg de denosumab por jeringa precargada en 1 ml de solución
■ anticuerpo monoclonal anti-RANKL
■ Nueva indicación: “Tratamiento de la pérdida ósea asociada con el tratamiento sistémico a largo plazo con glucocorticoides en pacientes adultos con riesgo elevado de fracturas” [Procedimiento centralizado de la Unión Europea].
El tratamiento sistémico prolongado con corticoides produce una pérdida ósea y un aumento del riesgo de fracturas. La prevención de fracturas en pacientes tratados con corticoides a largo plazo se basa principalmente en medidas no farmacológicas (prevención de caídas, ejercicio regular, ingesta dietética adecuada de calcio y vitamina D), mientras se utiliza la dosis mínima efectiva del corticoide durante el menor tiempo posible. No se ha demostrado que los bifosfonatos prevengan las fracturas sintomáticas en esta indicación [1, 2].
Denosumab (Prolia°, Amgen) es un anticuerpo monoclonal que se une a una citoquina llamada RANKL que estimula la actividad de los osteoclastos y desempeña un papel en la inmunidad. Denosumab presenta un balance riesgo-beneficio desfavorable en la prevención de fracturas por osteoporosis. También está autorizado para la prevención de la osteoporosis inducida por la terapia prolongada con corticoides [3-5].
La evaluación principal de denosumab para esta indicación fue un ensayo aleatorizado de doble ciego con 795 adultos (mediana de edad de 63 años) tratados con una dosis diaria de al menos 7,5 mg de prednisona durante más de 3 meses en dos tercios de los casos. Los pacientes se aleatorizaron a la recepción del tratamiento con denosumab o bien el bifosfonato ácido risedrónico durante 2 años, junto con suplementos de calcio y vitamina D. Tras un año de tratamiento, el aumento de la densidad mineral ósea (el criterio de valoración principal) fue mayor en el grupo de denosumab que en el grupo de ácido risedrónico (p <0,001). Este efecto persistió después de 2 años de tratamiento [4]. Sin embargo, una proporción similar de pacientes en ambos grupos sufrió fracturas sintomáticas (alrededor del 5% después de un año de tratamiento) [4].
Denosumab presenta muchos efectos adversos, que pueden ser graves o incluso mortales: dolor de espalda, muscular y óseo, efectos inmunosupresores que dan lugar a infecciones profundas que incluyen endocarditis e infecciones cutáneas, hipocalcemia, osteonecrosis mandibular o del conducto auditivo externo, cataratas, cáncer, reacciones de hipersensibilidad, pancreatitis, trastornos cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, alopecia, y múltiples fracturas vertebrales tras la retirada del fármaco [3, 5-7].
No se notificaron efectos adversos previamente desconocidos durante el ensayo expuesto anteriormente [4]. La incidencia de efectos adversos graves después de 2 años de tratamiento fue del 24% en ambos grupos [4].
Búsqueda bibliográfica hasta el 12 de noviembre de 2019
En respuesta a nuestra solicitud de información, Amgen no nos proporcionó documentación alguna sobre su producto.