Puntos clave
Pregunta: ¿El uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) se asocia al riesgo de asma en los niños?
Hallazgos: Este estudio de cohorte emparejado por puntajes de propensión incluyó a 80.870 pares de niños que eran y no eran nuevos usuarios de IBP. La tasa de incidencia de asma fue de 21,8 por 1.000 personas-año entre los que iniciaron el uso de IBP y de 14,0 por 1.000 personas-años entre los que no lo hicieron; el índice de riesgo aumentó en un 57%.
Significado: Estos hallazgos sugieren que el asma es uno de los posibles eventos adversos que deben tenerse en cuenta al prescribir IBP a los niños.
Resumen
Importancia. El uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) en niños ha aumentado sustancialmente en los últimos años, al mismo tiempo ha surgido preocupación por si estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de asma. Se desconoce si el uso de IBP en la población pediátrica en general se asocia con un mayor riesgo de asma.
Objetivo. Investigar la asociación entre el uso de IBP y el riesgo de asma en niños.
Diseño, entorno y participantes. Este estudio de cohorte a nivel nacional recopiló datos de un registro en Suecia entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2016. Los niños y adolescentes de 17 años o menos fueron emparejados por edad y puntaje de propensión en 80.870 pares, uno de los miembros de cada par había recibido tratamiento con IBP y el otro no. Los datos se analizaron del 1 de febrero al 1 de septiembre de 2020.
Exposiciones. Inicio del uso de IBP.
Principales resultados y medidas El análisis principal examinó el riesgo del inicio de asma con una mediana de seguimiento de 3,0 años (rango intercuartílico, 2,1-3,0). Se utilizó la regresión de riesgos proporcionales de Cox para estimar las razones de riesgo (HR).
Resultados Entre las 80.870 parejas (63,0% de niñas; edad media [DE], 12,9 [4,8] años), los que iniciaron el uso de IBP tuvieron una mayor tasa de incidencia de asma (21,8 eventos por 1.000 personas-año) en comparación con los que no utilizaron IBP (14,0 eventos por 1.000 personas-año), con un HR de 1,57 (IC 95%, 1,49-1,64). El riesgo de asma aumentó significativamente en todos los grupos de edad y fue más alto para bebés y niños pequeños con un HR de 1,83 (IC del 95%, 1,65-2,03) en el grupo de menores de 6 meses y 1,91 (IC del 95%, 1,65-2,22) en el grupo de 6 meses a menos de 2 años (p <0,001 para la interacción). Los HR de los IBP individuales fueron 1,64 (IC del 95%, 1,50-1,79) para esomeprazol, 1,49 (IC del 95%, 1,25-1,78) para lansoprazol, 1,43 (IC del 95%, 1,35-1,51) para omeprazol y 2,33 (95% CI, 1.30-4.18) para pantoprazol. En los análisis del momento de aparición del asma después de la iniciación con IBP, los HR fueron 1,62 (IC del 95%, 1,42-1,85) durante 0 a 90 días, 1,73 (IC del 95%, 1,52-1,98) durante 91 a 180 días y 1,53 ( IC del 95%, 1,45-1,62) durante 181 días hasta el final del seguimiento. La asociación fue consistente a través de todos los análisis de sensibilidad, incluyendo el emparejamiento de puntaje de propensión de alta dimensión (HR, 1,48; IC del 95%, 1,41-1,55).
Conclusiones y relevancia En este estudio de cohorte, el inicio del uso de IBP en comparación con el no uso se asoció con un mayor riesgo de asma en los niños. Los inhibidores de la bomba de protones solo se deben recetar a los niños cuando estén claramente indicados, sopesando el beneficio potencial contra el daño potencial.