Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante
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A mediados de 2021, el centro de farmacovigilancia de la OMS analizó los 35 informes de pancreatitis atribuidos a la loperamida que se habíanregistrado en su base de datos hasta el 26 de enero de 2020. El dolor abdominal superior agudo ocurrió dentro de los cinco días tras el inicio del tratamiento con loperamida, a excepción de un caso en el que ocurrió después de dos meses. Ocho pacientes tenían antecedentes de colecistectomía. Cuatro de estos casos se han publicado en detalle. Por ejemplo, una mujer de 57 años sufrió pancreatitis dos horas después de haber tomado loperamida. Había tenido una colecistectomía 21 años antes y recordaba haber padecido cuatro episodios similares de dolor durante los cinco años anteriores, que mejoraron rápidamente. Dos de esos episodios coincidieron con la ingesta de codeína [1,2].
La loperamida es un opioide que se usa para enlentecer el tránsito intestinal en pacientes con diarrea [1,3]. Hasta mediados de 2021, no se mencionaba ni el cólico biliar ni la pancreatitis en el resumen de características del producto (RCP) de la especialidad farmacéutica Imodium, que se basa en loperamida [3]. Sin embargo, el cólico biliar relacionado con la disfunción del esfínter de Oddi y la pancreatitis son efectos adversos conocidos de los opioides, incluso de los que se usan como antitusivos, por ejemplo, la noscapina. Después de tomar un opioide, un historial de colecistectomía es un factor de riesgo para la pancreatitis [1,4,5].
Se han identificado casos de pancreatitis posiblemente vinculados a la disfunción del esfínter de Oddi desde que se hizo la evaluación inicial de eluxadolina —un opioide similar a la loperamida que estuvo autorizado en la UE entre 2016 y 2020, con la marca Truberzi, para tratar trastornos gastrointestinales funcionales recurrentes— [6]. La mayoría de los pacientes ya no tenían vesícula biliar. Durante un período de dos años desde que se empezó a comercializar eluxadolina en EE UU, se informaron 118 casos de pancreatitis grave y dos muertes, posiblemente vinculadas a la pancreatitis, en pacientes que tomaban este medicamento; casi la mitad de ellos ya no tenían vesícula biliar [6,7].
En la práctica, la loperamida, al igual que todos los opioides, conlleva un riesgo de padecer cólico biliar y pancreatitis, especialmente en pacientes que han tenido una colecistectomía.
Referencias