Se acepta que la presencia de genéricos reduce el precio de los medicamentos de marca. Eleanor Laise en un estudio publicado en Marketwatch [1], nos ofrece el ejemplo del medicamento de Biogen para la esclerosis múltiple Tecfidera (dimetilfumarato). La disponibilidad de genéricos para competir con dimetilfumarato no logró bajar los costos para los pacientes. Es decir, llega a la conclusión que en EE UU, la presencia de genéricos necesaria para bajar el precio de un medicamento no es suficiente para que se beneficien los pacientes.
Tras el lanzamiento del primer genérico en agosto del año pasado, la competencia fue rápida y feroz. En pocos meses, 11 fabricantes comercializaban el medicamento, lo que hizo que el costo medio mensual de adquisición de cápsulas de 240 mg bajara a US$900, una disminución de alrededor del 90% respecto al precio de lista de Tecfidera, US$8.276. Sin embargo, los pacientes no han percibido ahorros por las complejidades del sistema de venta de medicamentos con receta de Medicare.
Una investigación de la organización sin ánimo de lucro 46brooklyn Research [2] encontró que más de la mitad de los afiliados a la parte D de Medicare que tienen esclerosis múltiple sólo pueden acceder al medicamento de marca, aun cuando hay varios genéricos a menor precio. Incluso cuando los planes cubren los genéricos, el costo para el paciente era mucho más alto que el precio de lista del genérico más barato.
Esta investigación se suma a un número cada vez mayor de estudios que alertan sobre cómo la complejidad del plan de cobertura de medicamentos de la Parte D de Medicare impide que los pacientes disminuyan su gasto de bolsillo al utilizar genéricos.
Bari Talente, de la Sociedad Nacional de Esclerósis Múltiple dijo “El hecho de que haya genéricos en el mercado no significa que la gente pueda conseguirlos o que sean asequibles”.
En términos generales, la mayoría de los planes de la Parte D están diseñados para favorecer el uso de genéricos frente a los medicamentos de marca, es más, según un estudio de 2020 [2], la gran mayoría de planes cubría el 80% de los casos exclusivamente con genéricos. Pero “obviamente hay algunas excepciones importantes a esta regla”, dice Stacie Dusetzina, profesora asociada del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt y coautora del estudio, incluyendo algunos casos relacionados con costosos medicamentos especializados. Las excepciones “son muy importantes porque el efecto sobre los consumidores es muy negativo”, dice. “La idea de que no se puede acceder a estos medicamentos de bajo coste y pagar menos es increíblemente frustrante”.
Según el estudio de 46brooklyn, en el caso de la esclerosis múltiple, los planes de cobertura de la Parte D que cuentan con más afiliados suelen ofrecer peores planes de cobertura que sus homólogos más pequeños, ya que tienden a ofrecer cobertura solo para los medicamentos de marca, a pesar de que tienen un mayor poder de negociación [3]. En cambio, los planes más pequeños tienden a cubrir el producto de marca y el genérico o solo el genérico. Además, al tratar de averiguar los precios más bajos que los diferentes planes habían negociado para estos tratamientos, los precios de los planes grandes eran a menudo incluso más altos que el precio de lista de Tecfidera, mientras que los planes más pequeños ofrecían algunos de los precios negociados más bajos.
Michael Bagel, director de políticas públicas de la Alianza de Planes Comunitarios de Salud afirmó, una alianza comercial de planes sin ánimo de lucro, dice que su grupo quiere que haya más transparencia porque eso ayudaría en la fijación de precios. Muchas de las cuestiones planteadas por el informe de 46brooklyn se deben “a la falta de transparencia en el proceso de fijación de precios y en los descuentos y rebajas que se aplican”, afirma.
Algunas disposiciones del proyecto de ley “Build Back Better” (Reconstruir Mejor) que se está discutiendo en el Senado, podría mejorar los aspectos de la Parte D que favorecen a los medicamentos de marca, en detrimento de los genéricos.
El proyecto de ley eliminaría el “vacío de cobertura”, una particularidad de la Parte D en la que los fabricantes ofrecen un descuento del 70% para los medicamentos de marca, pero no para los genéricos. Estos descuentos cuentan para el gasto de bolsillo de los pacientes, lo que puede ayudarles a alcanzar el umbral de cobertura catastrófica más rápidamente de lo que lo harían si utilizaran un genérico, esto puede tener resultados contraproducentes para los pacientes. Por ejemplo, según un estudio realizado en 2020 por Dusetzina y colaboradores, durante los primeros años de presencia de versiones genéricas el oncológico Gleevec (imatinib), los pacientes de Medicare vieron que sus gastos de bolsillo aumentaban al cambiar del original al genérico.
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Referencias