Lovell Flood, Barbara Mintzes, Kellia Chiu y otros colaboradores acaban de publicar un artículo en el Journal of General Medicine que resumimos a continuación [1]. Hay evidencia de que los vínculos financieros con empresas farmacéuticas afectan el diseño, la implementación y los informes de resultados de los ensayos clínicos. Aunque las declaraciones de conflictos de interés no resuelven el problema, al menos alertan a los lectores sobre la posibilidad de sesgos en esas investigaciones.
El estudio se realizó en Australia. Flood et al compararon los conflictos de interés autoinformados por los autores de artículos que reportan los resultados de ensayos clínicos controlados, con la información sobre los pagos a profesionales de la salud que proporcionan las empresas farmacéuticas. Identificaron los artículos que informaban sobre los resultados de ensayos clínicos con medicamentos en seres humanos haciendo búsquedas en Medline y utilizando la estrategia de búsqueda de Cochrane, y seleccionaron los artículos que incluían a autores australianos o que mencionaban a Australia. Luego contrastaron las declaraciones de conflictos de interés financiero que los autores había informado en el artículo, con los pagos informados por la industria durante los tres años previos a la publicación. Obtuvieron la información sobre los pagos realizados por la industria de dos bases de datos: la base de datos de Medicines Australia (MA) http://www.disclosureaustralia.com.au.entre octubre 2018 y diciembre 2019, y los reportes que la industria proporcionó a una base de datos de acceso público entre octubre 2015 y octubre 2018.
Los investigadores identificaron 120 publicaciones que cumplieron los criterios de inclusión, y que incluyeron a 323 autores australianos (28 de ellos tenían más de una publicación). El 88% de los artículos también incluía a autores no australianos.
Más de la mitad de los artículos informaron todos los conflictos de interés financiero (n=64, 53,3%), así como tres cuartas partes de los autores australianos (n=245, 75,9%). 89 declaraciones de los autores fueron inconsistentes con los datos proporcionados por la industria, la mayoría de estos autores informaron que no tenían ningún conflicto de interés (51,7%), el 43.8% hicieron declaraciones incompletas, en el 2,2% de los casos articulo no mencionó conflictos de interés, y en otro 2,2% los autores no mencionaron las empresas de las que habían recibido dinero. Como media, 78 autores que no informaron todos los pagos habían recibido US$6.543 (rango US$102-US$71.394).
Según los autores, estos resultados podrían subestimar la realidad pues solo hay 35 empresas que divulgan esa información en las bases de datos indicadas, y no incluyen el financiamiento corporativo de los proyectos de investigación, comida y bebidas/
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