Resumimos una noticia de Ed Silverman [1] sobre la nueva medida que adoptó Reino Unido para favorecer la investigación en nuevos antibióticos. Si este plan experimental resultara exitoso podría revolucionar la forma como se incentiva la innovación. El mercado de los antibióticos y sobre todo de los antibióticos innovadores es especial porque en lugar de incentivar su utilización hay que hacer lo contrario, para así evitar el desarrollo de resistencia antimicrobiana a los nuevos productos. Nunca hay que sobremedicar, porque las consecuencias de sobreutilizar antibióticos afectan a la comunidad global.
El plan piloto consiste en pagar por los antibióticos a través de un programa de “subscripción”. En lugar de pagar por la cantidad de antibióticos que se utilicen, el gobierno quiere pagar por anticipado unas tarifas basadas en el beneficio estimado que el antibiótico podría aportar a los pacientes y al Servicio Nacional de Salud (NHS). Como parte de este proceso, el gobierno británico acaba de concluir la evaluación de la costo-efectividad de dos nuevos antibióticos: cefiderocol y la combinación de ceftazidima y avibactam. El gobierno determinó que ambos eran costo-efectivos en términos de Años de Vida Ajustados por Calidad. (AVAC)
El gobierno ha establecido un límite anual de £10 millones (US$13 millones) para cada uno de esos dos antibióticos (un máximo de US$260 millones en 10 años. Según el gobierno este sería un monto justo porque El Reino Unido representa un 3% del mercado farmacéutico mundial. Este mecanismo de pago por adelantado aporta tranquilidad a la industria porque sabe que recuperará los costos de la I+D y obtendrá beneficios adicionales sin tener que vender grandes cantidades de antibióticos.
Aunque se han establecido montos máximos, todavía hay que negociar el esquema de tarifas.
La medida se tomó en un contexto en que la resistencia antimicrobiana fue responsable de 1.270.000 muertes en 2019, según un estudio reciente [2]. El problema se agrava porque en la última década, varios grandes fabricantes de medicamentos abandonaron el mercado de los antibióticos. Actualmente, entre 200 y 300 empresas muy pequeñas de todo el mundo llevan a cabo la gran mayoría de la investigación en antibióticos. A pesar de todo, en los últimos años se ha avanzado un poco y hay ocho fabricantes de medicamentos que en 2020 tenían 92 candidatos en proceso de desarrollo.
En el 2020 se estableció en el Fondo de Acción contra la Resistencia a los Antibióticos con US1.000 millones, principalmente procedente de empresas farmacéutica, pero también el Wellcome Trust y el Banco Europeo de Inversiones. Su objetivo es desarrollar cuatro antibióticos nuevos en una década.
El Congreso de EE UU también está considerando la Ley Pasteur [3], que propone un modelo de “subscripción” similar al que se va a implementar en El Reino Unido. Aún no se sabe si será aprobado, pero al menos el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) ha comenzado a dar los pasos necesarios.
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Referencias