El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, pidió a Gavi, The Vaccine Alliance, y a COVAX, el consorcio mundial de vacunas contra el covid, que tan pronto como la red que se está creando de nuevas instalaciones de fabricación africanas esté en plena producción comiencen a adquirir versiones de vacunas fabricadas en África para prevenir el covid y otras enfermedades.
Habló en Bruselas, en un evento en el que la OMS anunció que Egipto, Kenia, Nigeria, Senegal y Túnez, así como fabricantes sudafricanos, recibirán tecnología y capacitación en la fabricación de vacunas de ARNm en el nuevo Centro de Transferencia de Tecnología apoyado por la OMS ubicado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde los científicos de Afrigen Biologics and Vaccines dicen haber reproducido la formulación de la vacuna de ARNm Moderna.
El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, nombró a los nuevos países asociados en una ceremonia organizada por la Cumbre de la Unión Europea-Unión Africana, a la que asistieron los seis países receptores, así como la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, que ocupa la Presidencia de turno del Consejo de la UE.
Ramaphosa dijo que el nuevo sistema de desarrollo de I+D y de transferencia de tecnología en materia de vacunas debería cambiar la forma en que se adquieren las vacunas en África, así como su producción.
“Organizaciones como COVAX y Gavi tienen que comprometerse a comprar vacunas a los fabricantes locales”, declaró Ramaphosa, “en lugar de acudir a otras partes, tienen que comprar a los centros de producción local, una vez que se pongan en marcha”.
Gavi, creada en el 2000 por la Fundación Bill y Melinda Gates, lleva más de dos décadas adquiriendo vacunas al por mayor para más de 90 países de bajos ingresos. COVAX, el ambicioso mecanismo mundial de vacunas covid que cofundó la OMS y es gestionado por Gavi, UNICEF y otros, ha sido el canal de adquisición y distribución de vacunas durante la pandemia.
Pero esas gigantescas agencias con sede en Ginebra y sus socios, como el Fondo Mundial, tradicionalmente han corrido a comprar las vacunas a granel más baratas de los grandes productores genéricos de Asia, Europa y EE UU. Y sus preferencias de compra, a su vez, han impulsado una mayor consolidación de la industria y el control de los monopolios, no sólo de las vacunas, sino de una serie de productos para la salud mucho más básicos, desde los equipos de protección personal hasta las mosquiteras tratadas con insecticida para la malaria, según afirman los expertos de la ONU, lo que dificulta que los fabricantes africanos puedan siquiera hacerse un hueco.
Ahora, Ramaphosa y otros líderes africanos están empezando a llamar la atención sobre esto. Dicen que un cambio en las preferencias de compra de las grandes agencias de adquisición de la ONU y de los donantes es fundamental para que los productores africanos sean sostenibles; también estimularía la I+D y las economías africanas, y acabaría reduciendo el coste neto de los productos que ahora hay que importar.
“Esto reforzaría la determinación africana de mejorar la soberanía biotecnológica”, dijo Ramaphosa, y pondría fin a la era en que “África es consumidora de productos médicos para restaurar la salud, producidos a precios elevados que no son asequibles para nuestro país”.
Sudáfrica: apruebe la exención de la propiedad intelectual
Ramaphosa también hizo un llamado a los países europeos para que aprueben una exención a la propiedad intelectual sobre la tecnología covid, la llamada “exención de los ADPIC” que propusieron Sudáfrica e India hace más de un año en la Organización Mundial del Comercio.
“Ahora llego a un punto incómodo”, dijo Ramaphosa, “los gobiernos que realmente se toman en serio el garantizar que el mundo tenga acceso a las vacunas deberían asegurarse de aprobar la exención de los ADPIC, tal y como la hemos presentado, en lugar de esconderse detrás de la propiedad intelectual y la rentabilidad de los creadores”, afirmó. Cuando hablamos de la vida de cientos de millones de personas, y no de la rentabilidad de unas pocas empresas, no es aceptable que África esté siempre a la cola del acceso a los medicamentos”.
“Aunque apreciamos las donaciones, nunca son una forma o un mecanismo sostenible para generar capacidad de respuesta”, dijo Ramaphosa, y añadió: “Me ha sorprendido mucho el número de científicos que tenemos en el continente africano. Acaban de salir de la nada y están demostrando una enorme capacidad. Y ésas son las personas cuya energía tenemos que liberar…
“Y todo lo que tenemos que hacer es aprobar la exención de los ADPIC para darles poder, y simplemente darles la energía y ese oxígeno para que puedan avanzar”.
Sus comentarios provocaron algunos momentos incómodos en el escenario, cuando la Presidenta de la Comisión Europea, von der Leyen, y otros funcionarios de la UE se peleaban por responder.
Dirigiendo su respuesta a Ramaphosa, von der Leyen sugirió que la UE ve la iniciativa de Transferencia Tecnológica de ARNm como un mecanismo compensatorio en el contexto de la industria, que limita “la rentabilidad para los propietarios de la propiedad intelectual”. Es decir, las empresas, a las que …usted culpaba – mientras se protege un bien muy preciado, que es la propiedad intelectual, lo que los científicos han desarrollado.
“Y aquí creo que podemos encontrar una forma de entendernos”, añadió, diciendo que ambas partes comparten el mismo objetivo, pero tienen diferentes formas de alcanzarlo.
“El objetivo es realmente asegurarse de que la tecnología se transfiere, y se fragmenta y se muestra todo su alcance”, dijo en sus declaraciones. “Y para ello, pensamos que las licencias obligatorias, las licencias en las que se reducen mucho los beneficios podrían ser una alternativa en la que podríamos trabajar juntos”, dijo Von der Leyen presionando, en vivo, una alternativa de la UE a la exención de la propiedad intelectual que los principales países europeos han tratado de impulsar en la Organización Mundial del Comercio, donde la cuestión se debate a puerta cerrada desde hace más de un año.
Las fricciones entre África y Europa sobre las medidas de propiedad intelectual fueron evidentes en la apertura
Ramaphosa también denunció que “la plena operatividad del centro de ARNm [de Sudáfrica] se ha visto obstaculizada por las barreras de propiedad intelectual. Esto podría ocurrir en otros países”, añadió, en referencia a los destinatarios de la tecnología de vacunas que ha estado desarrollando Sudáfrica.
Ha habido un “fracaso en la transferencia de tecnología al centro de Sudáfrica mediante licencias no exclusivas para producir, así como para exportar y distribuir, las vacunas covid-19 a países de ingresos bajos y medios, incluso a través de la instalación COVAX”, añadió, refiriéndose a la negativa de Moderna a compartir los conocimientos técnicos con el centro, que pretende replicar su versión de una vacuna covid de ARNm.
Esto, dijo Ramaphosa, es importante para garantizar que los equipos del centro sudafricano “conozcan todos los procedimientos operativos y técnicos para fabricar vacunas de ARNm a escala y de acuerdo con las normas internacionales…. para apoyar a los fabricantes de los países de ingresos bajos y medios a producir sus propias vacunas”.
Hace dos semanas, los científicos de Afrigen, que trabajan en el centro tecnológico sudafricano, dijeron que creían haber reproducido la vacuna de Moderna, basándose en datos de acceso público. Sin embargo, dijeron que sin la ayuda de Moderna llevaría mucho más tiempo ampliar la capacidad de fabricación para producir a gran escala. Moderna se ha comprometido a no hacer valer las patentes durante la pandemia, pero no ha ayudado a Afrigen.
“La información disponible públicamente no es suficiente”, coincidió von der Leyen, en su respuesta al líder sudafricano. “Hay que tener información detallada sobre una tecnología. Así que tenemos un objetivo común”, y añadió que la Comunidad Europea pretende “crear el marco normativo que es realmente necesario para hacerlo realidad”.
La OMS elude la cuestión de la propiedad intelectual
En su intervención en la ceremonia en Bélgica, el Dr. Tedros de la OMS eludió las delicadas y no resueltas cuestiones de propiedad intelectual en torno al centro sudafricano, diciendo:
“El objetivo del centro es que los fabricantes puedan recibir formación sobre cómo producir determinadas vacunas y la licencia para hacerlo”.
Creado principalmente para hacer frente a la emergencia por covid-19, el centro -así como las “sucursales” de la red de seis países, anunciada hoy- ofrecen la posibilidad de ampliar la capacidad de fabricación de otras vacunas, “dejando que los países decidan el tipo de vacunas y los otros productos que necesitan para hacer frente a sus prioridades de salud”, dijo la OMS en un comunicado de prensa.
“En función de la infraestructura, la mano de obra y la capacidad de investigación clínica y reglamentaria existentes, la OMS y sus socios trabajarán con los países beneficiarios para elaborar un plan y ofrecer la formación y el apoyo necesarios para que puedan empezar a producir vacunas lo antes posible”, dijo la OMS.
A principios de esta semana, BioNTech anunció otra importante iniciativa en África: el envío de instalaciones para la producción de vacunas, listas para funcionar, en contenedores a Ruanda y Senegal.
BioNTech colaborará con el centro de la OMS para contratar a personal formado que pueda trabajar en sus instalaciones. Pero sigue sin estar claro cómo BioNTech, que está produciendo su propia vacuna patentada por Pfizer-BioNTech, colaborará con el centro de ARNm apoyado por la OMS, cuyo objetivo es desarrollar y producir vacunas utilizando la tecnología de un competidor (Moderna) y que, además, podrá ofrecer licencias a quien quiera.
A la pregunta de Health Policy Watch de cómo se financia la red de ARNm apoyada por la OMS, un portavoz de la OMS dijo: “Necesitamos €100 millones para 5 años, y hemos conseguido el 80% de esa cantidad de los países que el Dr. Tedros mencionó en su discurso”, sin dar más detalles.
Por su parte, Von der Leyen afirmó que la Comisión Europea, junto con Alemania, Francia y Bélgica, está invirtiendo €40 millones en la red de transferencia de tecnología de ARNm, “porque estamos profundamente convencidos de que es el camino correcto… Es un gran paso adelante en la soberanía estratégica de África en materia de vacunas”.
“Todos conocemos la situación actual. Hoy en día, de todas las vacunas que se aplican en África, el 1% se producen en África, de todas las vacunas, y justamente el objetivo es que, en el 2040, el 60% de vacunas que se administren en África sean producidas en África. Y esta es una precondición”.
Dirigiéndose a Ramaphosa, añadió: “Y aquí sí, querido Cyril, creo que es importante que, como usted ha dicho, limitemos con esta transferencia de tecnología la rentabilidad para los titulares de la propiedad intelectual”.
En una declaración final, von der Leyen dijo que la Comisión de la Unión Africana y la Comisión de la Unión Europea organizarían una reunión esta primavera en Bruselas con la Directora General de la OMC, la Dra. Ngozi Okonjo-Iweala, para tratar de definir un camino a seguir en la cuestión de la propiedad intelectual, añadiendo que las dos partes “comparten el mismo objetivo” pero tienen “diferentes maneras de alcanzarlo – debe haber un puente entre las dos maneras”.