Antecedentes: los patrocinadores de estudios han minimizado o excluido deliberadamente los daños graves y severos de las vacunas covid-19 de las publicaciones en revistas médicas de alto impacto.
Métodos: Revisión sistemática de artículos con datos sobre acontecimientos adversos graves (EAG) asociados a una vacuna covid-19.
Resultados: Se incluyeron 18 revisiones sistemáticas, 14 ensayos aleatorizados y otros 34 estudios con un grupo de control. La mayoría de los estudios eran de mala calidad. Una revisión sistemática de los datos que tenían las agencias reguladoras de los dos ensayos pivotales de las vacunas de ARNm encontró un número significativamente mayor de EAG de especial interés con las vacunas en comparación con el placebo, y el exceso de riesgo fue considerablemente mayor que el beneficio, el riesgo de hospitalización. Las vacunas con vectores de adenovirus aumentaron el riesgo de trombosis venosa y trombocitopenia, y las vacunas basadas en ARNm aumentaron el riesgo de miocarditis, con una mortalidad de aproximadamente 1-2 por cada 200 casos. Se detectó evidencia de daños neurológicos graves, como parálisis de Bell, síndrome de Guillain-Barré, trastorno miasténico e ictus, que probablemente se deban a una reacción autoinmune. Los daños graves, es decir, los que impiden las actividades cotidianas, se infranotificaron en los ensayos aleatorizados. Estos daños fueron muy frecuentes en los estudios sobre las dosis de refuerzo tras una vacunación completa, y en un estudio en el que se vacunó a personas previamente infectadas.
Conclusiones: Se necesitan más ensayos aleatorizados. Las autoridades han recomendado la vacunación y las dosis de refuerzo de covid-19 para toda la población. No consideran que el balance entre beneficios y daños es negativo para los grupos de bajo riesgo como niños y personas que ya se han recuperado de la infección por covid-19.