Debido a su buen perfil de seguridad, el paracetamol —también conocido como acetaminofeno— es el medicamento de venta con receta y de venta libre que más se utiliza para aliviar la fiebre y el dolor en todo el mundo.
Existen dos tipos de formulaciones orales de paracetamol. La primera es el tipo normal, estándar, que no contiene sodio y está disponible en cápsulas, soluciones y comprimidos. La segunda es de acción rápida —puesto que contiene sodio, que mejora la solubilidad o desintegración del fármaco— y está disponible en paquetes para disolver, comprimidos efervescentes (con gas) y otras formulaciones solubles [1].
Un estudio observacional reciente, bien diseñado, demostró que el inicio del consumo de paracetamol que contiene sodio se asoció con un mayor riesgo de que surgieran enfermedades cardiovasculares e hipertensión (presión arterial alta), así como del riesgo de mortalidad general, en comparación con el paracetamol que no contiene sodio [2]. El estudio se publicó en el número del 7 de mayo de 2022 de la revista European Heart Journal.
Acerca del sodio
El sodio es un mineral esencial que el organismo necesita en cantidades relativamente pequeñas para mantener el equilibrio de líquidos [3]. Una ingesta elevada de sodio arrastra agua al torrente sanguíneo, lo que puede aumentar el volumen de sangre y provocar un aumento en la presión arterial. La hipertensión no controlada puede aumentar el riesgo de infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular, así como de enfermedad renal.
Las Guías Alimentarias para los estadounidenses (Dietary Guidelines for Americans) recomiendan consumir menos de 2.300 miligramos (mg) de sodio (aproximadamente una cucharadita de sal) al día, e incluso menos para los niños menores de 14 años [4]. Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses consumen demasiado sodio (una media de unos 3.400 mg de sodio al día), tan solo en su alimentación [5].
Además del sodio de los alimentos, ciertas formulaciones de medicamentos (incluido el paracetamol de acción rápida y algunos antiácidos) y suplementos pueden ser fuentes significativas de sodio, ya que este mineral se utiliza para mejorar la solubilidad o desintegración de estos productos [6].
El nuevo estudio
Utilizando datos anónimos de una red de historias clínicas electrónicas —pertenecientes a aproximadamente 17 millones de pacientes de atención primaria del Reino Unido—, los investigadores identificaron a los nuevos usuarios de paracetamol oral, sin sodio o con sodio, que surgieron entre 2000 y 2017. De ellos, los investigadores seleccionaron a individuos de 60 años o más porque durante el período de estudio el gobierno del Reino Unido cubría el coste de los medicamentos de venta con receta y de venta libre (incluido el paracetamol) para este grupo de edad [8,9]. Para identificar a los nuevos usuarios del medicamento, los investigadores seleccionaron a los individuos que no habían consumido paracetamol el año anterior. Adicionalmente, limitaron su análisis a individuos sin antecedentes de cáncer o enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca o derrame cerebral). Por último, los investigadores dividieron su muestra en dos cohortes: una cohorte que tenía un diagnóstico de hipertensión antes de iniciar el consumo de paracetamol y una cohorte sin este diagnóstico.
De un total de 151.398 personas en la cohorte de hipertensión, solo el 3% empezó a utilizar paracetamol con sodio, y el 97% restante inició con el uso de formulaciones sin sodio del medicamento. De un total de 147.299 individuos de la cohorte sin hipertensión, solo el 4% inició el consumo de paracetamol con sodio, y el 96% restante inició el consumo de formulaciones sin sodio del medicamento.
La cantidad de sodio presente en las formulaciones de paracetamol que contenían este mineral y que fueron utilizadas por los individuos del estudio oscilaba entre 390 y 440 mg por cada 500 mg de paracetamol [10]. Por lo tanto, los individuos que tomaron la dosis máxima diaria de paracetamol (que es de unos 3.000 mg de paracetamol en el Reino Unido) [11] superaron la cantidad recomendada de ingesta diaria de sodio.
Los investigadores descubrieron que los riesgos de aparición de enfermedad cardiovascular, y de mortalidad general, fueron mayores entre los que iniciaron el uso de paracetamol con sodio que entre los que iniciaron el uso de paracetamol sin sodio, independientemente de su situación basal de hipertensión. En concreto, el riesgo de enfermedad cardiovascular después de un año, en la cohorte de hipertensos fue del 5,6%, entre los que iniciaron el tratamiento de paracetamol con sodio, y del 4,6% entre los que iniciaron con el paracetamol sin sodio. Del mismo modo, el riesgo después de un año de enfermedad cardiovascular en la cohorte sin hipertensión fue del 4,4% entre los que iniciaron el tratamiento de paracetamol con sodio y del 3,7% entre los que iniciaron con el paracetamol sin sodio.
Se observó un patrón similar con la mortalidad general. El riesgo de muerte después de un año en la cohorte con hipertensión fue mayor para los que iniciaron el tratamiento de paracetamol con sodio (7,6%) que para los que iniciaron con el paracetamol sin sodio (6,1%). Entre la cohorte sin hipertensión, el riesgo de mortalidad general después de un año para los que iniciaron el tratamiento de paracetamol con sodio (7,3%) fue mayor que para los que iniciaron con el paracetamol sin sodio (5,9%).
Cabe destacar que un mayor número de prescripciones de paracetamol con sodio se asoció a un riesgo creciente de enfermedad cardiovascular entre los individuos de ambas cohortes del estudio, lo que sugiere una relación dosis-respuesta entre el consumo de sodio (a través del medicamento) y dichos riesgos.
Además, el riesgo después de un año de la aparición de hipertensión fue mayor entre los que empezaron con el uso de paracetamol con sodio (4,4%) que entre los que empezaron con el uso de formulaciones sin sodio del mismo medicamento (3,6%).
Los investigadores también analizaron datos relativos a un pequeño número de personas en la muestra del estudio que iniciaron el uso de fórmulas del analgésico ibuprofeno que contenían sodio (Advil, Midol Liquid Gels, Motrin IB, TAB-profen) y del supresor de ácido gástrico ranitidina (Zantac), actualmente descontinuado. Descubrieron que los riesgos de aparición de enfermedad cardiovascular y de mortalidad general eran mayores entre los que iniciaron el consumo de estas formulaciones, que entre los que iniciaron con el uso de formulaciones que no contenían sodio, independientemente de la situación basal de hipertensión.
Los hallazgos de este estudio coinciden con los de un pequeño ensayo clínico aleatorizado cruzado previo, realizado en España, que demostró que el uso de paracetamol efervescente aumentaba la presión arterial sistólica, en el monitoreo ambulatorio de 24 horas, entre 4 y 5 milímetros de mercurio en comparación con el uso de paracetamol convencional después de tres semanas de tratamiento [12]. Debido a consideraciones éticas, ningún ensayo clínico a largo plazo ha evaluado el efecto de los medicamentos que contienen sodio en el riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad general [13]. Por lo tanto, el estudio actual es quizá la mejor evidencia reciente disponible sobre esta cuestión.
Qué hacer
Aunque por lo general es seguro utilizar paracetamol con sodio de forma ocasional, es mejor evitar el uso excesivo e innecesario de estos productos, tanto si se padece hipertensión como si no. Para evitar lesiones hepáticas, no supere la dosis máxima recomendada ni la frecuencia de administración de paracetamol que se indican en la etiqueta del medicamento [14].
Si padece hipertensión y utiliza productos con paracetamol de forma habitual, monitoree su tensión arterial con regularidad [15].
Consulte a su médico o farmacéutico para asegurarse de que sus medicamentos y suplementos no contengan sodio o lo contengan en cantidad limitada, según convenga.
Para evitar el consumo excesivo de sodio en general, prepare sus propias comidas y evite los alimentos procesados. Coma más fruta y verdura para aumentar la ingesta de potasio; este mineral puede reducir la presión arterial [16].
Notifique todos los acontecimientos adversos relacionados con el paracetamol u otros medicamentos al programa de notificación de acontecimientos adversos MedWatch de la FDA visitando http://www.fda.gov/MedWatch o llamando al 800-FDA-1088.
Referencias