AstraZeneca, tras un enfrentamiento con los organismos reguladores sobre sus precios, ha decidido entregar gratuitamente las dosis objeto de litigio a Suiza.
El origen de las tensiones entre la británica-sueca AstraZeneca y la Oficina Federal Suiza de Salud Pública (FOPH) fue aerosol nasal que se utiliza para vacunar a niños y jóvenes contra la gripe, según se informó a principios de esta semana.
La agencia de noticias Keystone-SDA escribió el domingo [1] que la FOPH afirmaba que AstraZeneca pedía como remuneración más del doble del precio de productos comparables.
A raíz de los desacuerdos sobre los precios, la empresa decidió simplemente renunciar a los esfuerzos para poner la vacuna en el mercado, y regalar las 10.000 dosis, en lugar de esperar a que caducaran. Actualmente se encuentran en un almacén propiedad de una tercera empresa en el cantón de Berna.
Astrazeneca afirma que los médicos y el personal de salud pueden solicitar las vacunas gratuitamente, a condición de que también las distribuyan gratuitamente a los pacientes.
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