Tras la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil, a principios de año, varios diputados del Congreso brasileño intentaron limitar los poderes de varios organismos poderosos y muy autónomos, entre ellos la Agencia Nacional de Vigilancia de Medicamentos (ANVISA). El proyecto de ley convierte a ANVISA, una institución reguladora que anteriormente sólo dependía del poder ejecutivo, en un organismo no regulador encargado de aplicar las normas elaboradas por un consejo externo cuyos miembros tendrían que ser aprobados por el poder legislativo.
Esto provocó reacciones entre diferentes grupos. La Alianza Brasileña de la Industria Innovadora en Salud (ABIIS), la Asociación Brasileña de Importadores y Distribuidores de Productos de Salud (ABRAIDI), la Cámara Brasileña de Laboratorios de Diagnóstico (CBDL) y otras 28 entidades representativas de todos los segmentos de la salud publicaron un manifiesto contra la Enmienda nº 54, presentada antes de la Medida Provisoria nº 1154/2023 [1]
El documento destaca que “Anvisa y ANS – Agencia Nacional de Salud Suplementaria – son responsables del marco técnico y regulatorio que garantiza la seguridad y eficacia de los productos y servicios disponibles para la población brasileña. Sus decisiones se toman en base a la evidencia, sin presiones externas, lo que aumenta su credibilidad y genera confianza en la sociedad, y defiende la salud, como se experimentó en la pandemia de covid-19.
Las entidades advierten que “el desmantelamiento del marco regulatorio brasileño genera mucha inseguridad jurídica para el sector de la salud y socava la previsibilidad de las acciones e inversiones en el país. Debilitar la autonomía de Anvisa y ANS es desconocer todo un conjunto de esfuerzos ya realizados por el Estado brasileño para garantizar un control sanitario eficiente y un mercado sostenible, que ha aportado resultados coherentes con nuestras necesidades”.
El manifiesto concluye que “la Enmienda 54, si es aprobada e incorporada a un posible Proyecto de Ley de Conversión, desencadenará una enorme desestabilización en el mercado de salud del país y pondrá en riesgo a la población brasileña. La transferencia de la competencia reguladora de Anvisa a un Consejo representará un retroceso en las políticas de regulación y control sanitario, por lo que las entidades que suscriben esta nota apoyan su rechazo”.
El documento completo se encuentra en https://abiis.org.br/abiis-assina-manifesto-em-defesa-das-agencias-reguladoras/
Algunos expertos dijeron que durante la pandemia de covid-19, ANVISA sobrevivió a múltiples intentos del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de inmiscuirse en sus decisiones, mientras el país era testigo de batallas públicas que recuerdan a las que se produjeron entre la Administración Trump y los funcionarios de salud pública, incluido Anthony Fauci, ex director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Los brasileños aprecian que los funcionarios de ANVISA lucharon contra Bolsonaro, se mantuvieron firmes en el caso de las vacunas, por lo que cuentan con el apoyo de la población y de la industria [2, 3]
Referencias