El gasto para influir en las decisiones de diferentes actores del sector salud aumentó más de un 70% entre 2000 y 2020, tras ajustar por el aumento de los precios, según un reciente análisis revisado por expertos.
Según Fierce Healthcare [1] estos gastos se distribuyeron entre varias actividades, pero investigadores de Cornell Medical College y la Universidad de Pensilvania escribieron en JAMA Health Forum que el mayor aumento correspondió al gasto de la industria farmacéutica y de los proveedores de servicios de salud.
La aceleración del gasto fue mayor en la década de 2000 que en la de 2010, en parte para impedir la reforma al sistema de salud de Obama, la ley de servicios de salud asequibles o ACA. Los investigadores resaltaron que un pequeño grupo de empresas contribuyeron una cantidad desproporcionada a esos gastos, por lo que apuntaron que algunos grupos podrían estar subrepresentados en la formulación de políticas de salud.
Los investigadores clasificaron los gastos registrados por los grupos de presión del sector salud en Open Secrets en cuatro categorías distintas -fabricantes de productos farmacéuticos/insumos para la salud, pagadores, proveedores y otros (consultores y organizaciones políticas)- y ajustaron los totales de gasto a dólares de 2020.
Según el estudio, los grupos de presión pasaron de gastar US$358,2 millones en 2000 a US$713,6 millones en 2020. Al final del periodo, US$308,4 millones procedían de fabricantes de productos farmacéuticos e insumos para la salud, US$286,9 millones de proveedores de servicios, US$80,6 millones de pagadores y US$37,7 millones de otras empresas.
En 2020, los investigadores observaron que el gasto estaba “muy concentrado” en el 10% de las empresas más importantes de cada segmento. El primer decil de grupos de presión fue responsable del 70,4% del gasto que declararon los pagadores, del 69% del gasto de los fabricantes, el 59% del gasto de los proveedores y el 37,7% del gasto de las demás empresas.
Según Open Secrets, en 2021 estos gastos alcanzaron un máximo histórico de US$3.700 millones, un 6% más que el año anterior. Esto incluyó US$361,1 millones de fabricantes, US$159,4 millones de proveedores, US$89,6 millones de pagadores y US$7,1 millones de otros grupos diversos. Cabe resaltar que estas cifras no incluyen los gastos a nivel estatal.
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