Un tribunal de apelación ha anulado una multa récord que se impuso hace tres años a Novartis y Roche. La Autorité de la Concurrence, organismo francés de defensa de la competencia, había acusado a Roche y Novartis de abusar de su posición dominante al vender su tratamiento contra la degeneración macular Lucentis (ranibizumab), en detrimento de un tratamiento más antiguo y barato (bevacizumab o Avastin) [1]. En aquel momento, la agencia impuso a las empresas una multa de US$411,9 millones contra Novartis y US$63,9 millones contra Roche y su filial Genentech [2].

El tribunal de apelaciones ha considerado que las comunicaciones de Novartis y Roche no habían sido “alarmistas, ni siquiera engañosas” al promover el uso de un medicamento oftalmológico en detrimento de otro. Los jueces también dictaminaron que ciertas medidas adoptadas por Roche no pudieron haber tenido efectos anticompetitivos [1, 2]. A principios de este mes, un tribunal turco llegó a una conclusión similar [1].

Roche fabrica ambos medicamentos, Lucentis y Avastin, pero Novartis comercializa Lucentis en la mayor parte de Europa. Las similitudes entre los medicamentos han sido objeto de un intenso debate durante años, ya que Roche ha argumentado que dividir los viales de Avastin para obtener las dosis necesarias -algo que muchos médicos llevan años haciendo- puede suponer un riesgo para la seguridad. En 2012, un estudio de los Institutos Nacionales de Salud concluyó que ambos fármacos eran igual de eficaces.

La batalla por la cuota de mercado se ha librado en varios países, donde los tribunales y los organismos reguladores han fallado a menudo a favor de permitir el uso de Avastin para tratar la enfermedad ocular. En enero 2023, las autoridades belgas impusieron a Novartis una multa de unos US$2,8 millones de por declaraciones engañosas y abuso de posición dominante (en este caso no se involucró a Roche), alegaron que Novartis siguió advirtiendo a oftalmólogos, hospitales y autoridades reguladoras sobre los riesgos del uso fuera de indicación de Avastin, incluso después de la publicación de estudios que ya no le permitían hacerlo, sin matizar ni hacer referencia a la incertidumbre científica creada por estos estudios [3]. En 2020, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido confirmó el uso fuera de indicación de Avastin. Y en 2018, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se puso del lado de las autoridades italianas y dictaminó que los sistemas de salud gubernamentales podían cubrir el costo de Avastin para tratar la enfermedad ocular [1]. Italia multo a las dos empresas por un total de €182,5 millones [3]